Capítulo 23. 🖤

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Devan

Empecé besando el inicio de su espalda, con besos lentos y cálidos. Mis labios se quedaban algunos segundos pegados en su tibia y suave piel. Levanté la fina tela de su blusa y contemplé la tersa piel de su espalda. Subí con besos hasta llegar a su nuca, con dos dedos aparté el cabello hacia un lado y continué besando hasta detenerme en su oreja. Lamí su lóbulo y tiré de este con los dientes.

Belosnezhka, despierta ya —musité cerca de su oreja.

—Estoy despierta —bostezó.

Me puse encima de su delgado cuerpo, con mis manos a los costados. Su respiración caliente me erizaba la piel.

—Te acabas de despertar.

—¿Tú cómo sabes?, tal vez me estaba haciendo la dormida —sonreí ante su respuesta.

—Lo que tú digas, lyubov.

Me bajé de la cama y estiré los brazos hacia el techo, haciendo crujir los huesos de mi espalda. Los músculos de mi toros se tensaron al momento, todos mis tatuajes se podían apreciar con todos sus detalles. Sentí la pesada mirada de lyubov clavada en mi nuca, giré sobre los talones y me miraba atentamente.

—Cuando me miras así me siento intimidado —se deslizó hacia arriba apoyando la espalda en el respaldo de la cama.

—Es lo mismo que siento yo cuando tú me miras —se mordió el labio mientras sostenía la suave sábana entre sus dedos. Sus dedos largos, delgados y elegantes.

Sus manos eran tan bonitas, con sus uñas largas y bien cuidadas.

—Anda a bañarte que te voy a llevar a desayunar.

—Me acabo de despertar, Devan, no tengo hambre —se cruzó de brazos como lo haría una niña pequeña, lo que en ella lucía lindo y tierno.

—Yo sé que te va a encantar. Ahora mueve ese culito y ve al baño.

—No eres mi padre, Devan Hawke —se cruzó de brazos negándose a salir de la cama.

—Vamos floja —cogí sus tobillos y tiré para sacarla de la cama. Su trasero chocó contra el suelo alfombrado cuando salió de la cama, se arrastró, pero fue imposible escapar de mis manos. La cargué y llevé hasta el baño, casi le quito la ropa, pero me empujó para hacerlo ella misma.

—Yo me sé desvestir sola, muchas gracias —estiró los brazos en mi dirección, poniendo distancia de por medio —. Gracias —se dio la vuelta y cuando menos lo esperó le di una nalgada que resonó por toda la habitación.

Entré al baño antes de que cerrara la puerta, poniendo mi pie en medio.

—¿Te puedo acompañar?

—No, esto te pasa por agarrarme el trasero sin mi permiso —me crucé de brazos.

—Si quieres te puedo sobar.

—Jodete —me mostró el dedo medio y cerró la puerta. Casi me rompe la nariz de no ser porque di un paso atrás.

Aproveché para llamar a la casa, quien me respondió fue Alice ya que Sofi había ido a hacer las compras y Declan no esperaba que lo hiciera.

—¿Cómo está todo allá? —pregunté.

Los negocios van bien si es lo que quieres saber.

—¿Y aparte de eso? Declan, ¿lo has visto?

Desde ayer no lo veo. Lo siento Devan pero creo que anda metido en otras cosas —fruncí el ceño.

—¿Otras cosas? ¿Cosas cómo qué?

No te acerques a Devan Hawke (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora