Alease
Habían pasado unos días desde que supimos algo de Declan. Devan buscó hasta por debajo de las piedras, pero parecía que la tierra se lo había tragado. Estábamos muy preocupados por él y lo que le pudiera estar sucediendo en ese momento. A pesar de que se había portado tan mal conmigo, no le deseaba ningún mal.
Aquella tarde me sentía agotada, tanto física como mentalmente. Todo lo que había sucedido me tenía con los nervios alterados. No me podía concentrar bien y me sentía muy débil, como si estuviera enferma. Tal vez era eso, me estaba enfermando y no me había dado cuenta con todas las preocupaciones que tenía encima.
-¿Cómo te fue? -cerré la puerta detrás de mí. Exhalé sonoramente.
-Mal, tuvimos un examen y no pude concentrarme, espero no reprobar -me froté los ojos con la palma de la mano.
-No te veo bien -Devan se acercó a mí y acarició mi mejilla con sus nudillos. Fue una suave caricia que necesitaba en ese momento.
No lo quería admitir, pero me sentía cansada y con mucho sueño.
-Estoy bien, es solo que todo esto me tiene muy preocupada -le dije para tranquilizarlo. Sin embargo, mis palabras no surtieron efecto en él.
-Apenas y duermes, eso no está bien -hizo una mueca de lado.
-Lo sé, pero no lo puedo evitar. No es que quiera no hacerlo.
-Pues vamos a hacerlo. Vamos a dormir toda la tarde -me ofreció su mano y la tomé con gusto.
-Primero vamos a comer, muero de hambre -le sonreí y Devan no dudó en decirme que no, siempre me consentía en todo lo que le pedía. Estoy segura de que, si le hubiera pedido un caballo, él mismo se hubiera encargado de construir una caballeriza.
Dejé la mochila a un lado de las escleras y nos encaminamos a la cocina. Sus tres canes nos siguieron entrando detrás de nosotros.
-Hola, Sofí -Devan soltó mi mano y me acerqué a Sofí para saludarla con un beso en la mejilla.
-Hola, Al, ¿cómo te fue en la universidad?
-Tuve un examen y pienso que no me fue bien -musité.
-Todo va a salir bien -dejó un suave apretón en mi hombro -. No te preocupes tanto -le sonreí.
-Gracias, Sofí.
-¿Estás comiendo bien?, no te ves bien.
-Eso mismo le he dicho yo -se metió Devan.
-Cada que te vayas a la universidad te voy a preparar algo, quizá ni tiempo te dé comer.
-Eres tan dulce, Sofí -le dije.
Me lavé las manos y una manzana que agarré del frutero. Devan acariciaba los lomos de Aslan, Draco y Davos. Los tres se veían tan imponentes con ese tamaño y los colmillos afilados.
-¿Ya no te dan miedo? -me preguntó Devan al darse cuenta de que no les quitaba la mirada de encima.
-Casi me comen cuando nos conocimos -le di una mordida a la manzana.
-Ellos no comen, Al -entorné los ojos -. Bueno, si comen, pero a ti no.
-Qué alivio -murmuré. No estaba tan convencida.
Me senté a su lado en lo que esperábamos que la comida estuviera lista para poder comer los cuatro juntos. Porque sí, Alice ya había regresado al trabajo después de que contrata una horrible infección que la tuvo en cama por varios días. Por eso Devan evitó decirle lo que estaba sucediendo para que no se alterara e interrumpiera su tratamiento. Ahora estaba cómo antes o mucho mejor.
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No te acerques a Devan Hawke (COMPLETO)
RomanceHISTORIA EN PROCESO DE EDICIÓN +18 "Él nunca fue el bueno de la historia" Gracias por la hermosa portada a @anjoanmest ♥️