Capítulo 18. (Parte II) 🖤

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Alease

La mirada de Devan se transformó completamente en una llena de pasión y lujuria desenfrenada, pude notar un ligero cambio de color en sus pupilas, pasando de ese azul eléctrico a uno cargado de deseo infernal, algo que ya había visto en él algunas veces. ¿Me gustó? Demasiado.

—Quiero que la toques —ordenó Devan desde el sofá, desde donde nos miraba, expectante. Aiden y yo estábamos arriba de la cama aún con la ropa puesta —. Hazlo despacio y con suavidad. Baja su vestido y encárgate de sus pechos.

Aiden estaba frente a mí, subió las manos a mis hombros para quitarme el vestido y dejar mis pechos al descubierto, no tardó en hacerse cargo de mi sujetador que dejó a un lado. Agachó la cabeza metiendo uno de mis senos a su boca, a la vez que con la mano estimulaba el otro. Todavía tenía el vestido en las rodillas.

—Lame y chupa —dijo Devan a la distancia —. Quiero que la hagas sentir bien y se moje por ti —sus palabras eran una orden que tenías que seguir sí o sí, como si fuera una hermosa melodía que te encanta y atrae —. Baja tus manos por su cintura, palpa sus costillas —Aiden seguía cada palabra de Devan, disfrutando también al igual que lo hacía yo —. Tócala, despacio, siente el calor de su cuerpo en tus dedos y pellizca con suavidad —con dos dedos cogió mi clítoris por encima de la tela de mis bragas y pellizcó suavemente —. ¿Cómo se siente?

—Suave —dijo Aiden sobre mis labios. Tenía esa mirada tierna, pero a la vez lujuriosa —. Se siente suave y caliente.

—¿Está mojada? —asintió —. Ahora hazte cargo de eso —sin perder más tiempo Aiden me quitó el vestido junto a los zapatos que dejó a un lado de la cama, con cuidado —. Acuéstense en una posición en la que los pueda ver —nos acostamos sobre el colchón de tal manera en la que Devan tenía una perfecta vista de nuestros cuerpos. Aiden se quitó el pantalón y la camisa quedando solo en boxer, podía ver su erección a través de la delgada tela.

Se acomodó entre mis piernas abriéndolas con las rodillas, sacó su pene que se restregó por encima de la tela de mis bragas y se acercó para besarme. Primero puso su mano en mi mejilla, los rozó para estimular mis labios y mojarlos con su lengua.

—Eres tan bonita, Alease —apretó sus labios en un suave beso —. Me gustas mucho —abrió escasamente la boca permitiendo que su lengua saliera filosa, la cual metió en la mía que lo recibió gustosa. Enterró el codo en el colchón para tener mejor acceso de mi pecho, que cubrió por completo con su mano. No me atrevía a mirar a Devan, no quería ver su rostro o lo que hacía mientras Aiden y yo estábamos aquí, acostados en su cama a nada de follar.

—Tú también me gustas mucho, Aiden —sonrió sobre mis labios que procedió a mojar y lamer. Cogió su pene y lo metió entre mis bragas y mi sexo, era grande y grueso, estaba duro y bien erecto —. No me tortures más —sonrió. Se separó unos centímetros para tomar mis piernas y ponerlas sobre sus muslos, sin quitarme las bragas se hundió en mi interior lo que provocó un gemido de mi parte al sentirlo en todo su esplendor dentro de mí.

Los movimientos de su pelvis eran lentos, certeros y suaves, entraba despacio para embestir con mucha más fuerza. Se mojaba los labios cada cinco segundos, cogió mis delgadas caderas entre sus grandes y expertas manos para atraerme más a su cuerpo. Me sentó sobre sus muslos y así tuvo mejor control de mi cuerpo, lo sentí más dentro, más profundo como si eso pudiera pasar. Abrazó mi espalda con sus brazos y mis senos se apretaban a su pecho, miré de reojo a Devan y no me sorprendió verlo tocarse por encima de la tela de sus pantalones, sin dejar de mirar todo lo que Aiden y yo hacíamos. Bajó una mano sin soltar mi espalda a mi culo, donde, con un dedo trazó el camino de mis nalgas lo que me hizo saltar en mi lugar. Me movía de arriba hacia abajo saliendo un poco para enterrarme en su pene. Aiden besaba mi cuello, mis tetas y todo lo que podía lamer y chupar. De nuevo miré a Devan pero esta vez tenía la mano metida dentro de su pantalón, también estaba disfrutando este momento.

No te acerques a Devan Hawke (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora