Alease
Todo estaba listo para empezar con este trabajo que me aseguraba ganar bien y no correr peligro. Había buscado información sobre esto, pero en internet no había mucho qué leer, era muy poca la información que había, pero aun así ya había tomado el riesgo y ahora no podía decir que no.
Dejé mis datos y la persona encargada me mandó un contrato que tenía que firmar, toda mi información sería bien guardada, no se iba a compartir con nadie más. Quien sea que estaba detrás de la pantalla se portó amable conmigo, me dio algunos tips y me aseguró que este trabajo no es nada del otro mundo, pero solo se les da la oportunidad a unas pocas de entrar y también era fácil salir.
Me había comprado un par de vestidos que Archie me ayudó a elegir ya que tenía buen gusto para la ropa, sabía mucho de esto. Me prestó dinero para comprar zapatos y maquillaje que no sabía cómo usar, pero me aseguró que él me iba a ayudar en lo que sea.
—¿Al? —estaba tan metida en mis pensamientos que no escuché cuando llegó —. ¿Todo bien? —asentí.
Me había dado una ducha y miraba los vestidos encima de la cama, mi cabello seguía húmedo.
—Sí, sí, ¿qué pasa? —entró por completo y me di cuenta que en las manos sostenía una cajita.
—Pasé a la pastelería y compré dos rebanadas de pastel —me entregó la cajita que tenía un moño encima —. Vamos a celebrar que te va a ir muy bien.
—Eres un sol, Archie —dejé la cajita a un lado y no dudé en abrazarlo, él correspondió a mi abrazo.
—Claro que sí, cariño. Lo soy —ambos reímos y nos separamos.
—Me gustaría conocer a tu familia —Archie soltó un suspiro —. ¿No quieres?
—Claro que quiero que conozcas a mi familia, pero desde ya te advierto que son molestos y ruidosos —cogió la caja y salió de mi recamara, lo seguí a la cocina donde empezó a preparar café y aproveché para sacar unos platos y dos tazas.
—Si son cómo tú entonces me van a agradar —negó con la cabeza.
—Ese es el problema, Al, que son cómo yo y te imaginas a dos Archies más, no quieres eso, de verdad no lo quieres.
—¿Dos? —jalé la silla y esperé que Archie se sentara a mi lado.
—Mi mamá y mi hermano.
—¿Y tu papá? —soltó un suspiro con melancolía.
—Con su familia —sirvió agua en mi taza —. Casi no lo vemos, pero se hace cargo de mis estudios y los de mi hermano.
—Al menos hace eso hay quienes se olvidan de que tienen hijos —asintió.
—Pero no hablemos de eso, ¿sí?
—¿Cuándo podemos ir a ver a tu familia?
—El día que quieras, yo encantado que vayas a mi casa, mi madre te va a amar.
—¿Eso crees? —me acercó el café y el azúcar.
—Estoy más que seguro, eres un amor.
—Ojala todos pensaran lo mismo —suspiré.
—Lo dices por el patán de tu ex novio, pero él es un idiota. Ya llegará el correcto a tu vida —puso una mano encima de la mía.
El problema es que yo no dejaba de pensar en Devan Hawke, la manera salvaje en la que me hizo suya, cómo te tomó, me folló cómo nadie lo hizo nunca y me encantó. Él no era el príncipe azul aquí, para nada, él era más bien el malo de la historia, el hombre que guardaba muchos secretos, unos más oscuros que otros. Devan era la clase de hombre que te promete una vida llena de adrenalina y peligro, más que nada la segunda y por ahora yo no quería eso, solo esperaba tranquilidad y paz.
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No te acerques a Devan Hawke (COMPLETO)
RomantizmHISTORIA EN PROCESO DE EDICIÓN +18 "Él nunca fue el bueno de la historia" Gracias por la hermosa portada a @anjoanmest ♥️