moments;

03;

"Your lips,
my lips,
apocalypse."

Cigarettes after sex - Apocalypse.

***

— En un rato llegarán.—dijo Gar mirando el móvil, refiriéndose a que en un rato los miembros de los Titanes harían acto de presencia.

Ambos se encontraban frente uno de los grandes ventanales de la Torre, sus miradas perdidas en el inmenso horizonte de la ciudad de San Franciso. Era un día triste, ya que después de su batalla con Blackfire, Kory había salido gravemente herida y a pesar de que había recuperado la consciencia bastante rápido, las heridas internas no mejoraban. Y ambos ya se temían lo peor.

— ¿Sabes?—empezó Gar con la voz ausente y a la vez triste.— Ahora veo claro lo poco que importa.

— ¿A qué te refieres?

— A que no importa lo último que hagamos antes de irnos—explicó mientras le daba un largo trago a la botella de tequila que habían sacado a escondidas de la habitación de Kory, para así beberse en su honor.— Ya que en la vida, lo que importa no son esos últimos momentos, sino los que nos llevan a ellos.— Rachel cogió la botella, dio un corto trago antes de devolvérsela mientras su nariz se arrugaba un tanto disgustada por el sabor. Ambos se sonrieron con comprensión.

— Lo sé.—suspiró ella.— Pero quiero que sea perfecto, quiero que se vaya con una sonrisa en la cara. Quiero que se vaya feliz. Quiero...

— Agradecerle a Kory todo. Ser una persona divertida con la que hablar, ser la mejor figura materna que podríamos desear...—acabó cogiéndola de la mano, entrelazando sus dedos.— Lo sé, siento lo mismo.

Rachel se quedó observando sus manos entrelazadas con una dulce sonrisa en los labios, después contemplarlas unos instantes levantó la mirada y lo miró a los ojos.

— Además si alguien puede controlar la muerte, esa eres tú.

Rachel soltó una pequeña carcajada ante su comentario, no obstante no apartó la mirada de su cara. Había echado de menos hablar así con él y no quería echarlo a faltar así, nunca más. Ni a él ni a ninguno de los otros.

— Gar...—empezó con voz temblorosa.

— Sé lo que Kory te ha pedido.—lo interrumpió con una sonrisa.— Que te quedes, que no salgas corriendo. Que te apoyes en mi y Dick, y nosotros nos apoyaremos en ti. Y no me parece mal, porque al margen de todo no me veo llevando esto adelante yo solo.

Su voz empezó a temblar y Rachel no necesitó sus poderes empáticos para saber que al margen de su sonrisa suave, Gar quería llorar y lo entendía porque ella también.

— No estoy aquí porque Kory me lo ha pedido.—confesó.

— ¿Entonces, por qué estás aquí?—preguntó girando la cara hacía delante, esquivando el rostro de la chica, Rachel no obstante no despegó su mirada de su cara.

— Porque no creo que pueda salir adelante de esto sola sin ti, sin Dick; os necesito tanto como vosotros a mí.—soltó de golpe. Como un ciervo iluminado como unos faros, Gar giró la cabeza para quedársela mirando y notó como su rostro se enrojecida.— Y porque cuando me dijiste que me odiabas, fue con diferencia lo peor que he oído en mucho tiempo.

— Creo que ambos sabemos que nunca podría odiarte.— fue su respuesta y Rachel no sabía si era por las palabras o por el tono suave e íntimo en el que la había dicho pero sintió la necesidad de apartar la mirada aunque una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

Entonces, Gar le colocó la mano en el pelo, acción que hizo que ella se girara para mirarlo de nuevo.

—  A-a-además, hace unos meses me fui y te dejé solo, con todo derrumbándose. No una, si no dos veces.—añadió Rachel, intentando mantener un tono de voz estable a pesar de que su voz se empezaba a quebrar cada vez le era más difícil hablar, intimidad que estaban compartiendo, por el alcohol y por la intensidad que había en la mirada de Gar.— Y quiero demostrarte que no lo volveré a hacer.—dijo.— Empezando ya mismo.

Ambos se quedaron mirándose durante unos instantes, esperando algo sin saber exactamente el qué. Entonces Gar dio un paso adelante con lentitud acercándose a ella, acción que ella imitó dando un paso diminuto, aunque sus cuerpos apenas se rozaban sus rostros estaban bastante cercanos. Y ambos con lentitud empezaron a acercar sus rostros el uno hacía el otro sin dejar de mirarse a los ojos, hasta que sus labios se encontraron por unos segundos. Fue un contacto suave y simple, labios sobre labios. Al separarse, volvieron a juntarlos una vez más para volver a separarlos después de unos segundos y volver a juntarlos; así varias veces. Como si cada roce les dejase con ganas de más.

Rachel dirigió sus manos a las solapas de la chaqueta de Gar, dejando caer la mano de este, él la mano libre la colocó en su mejilla y la otra la movió desde la base del cuello hasta la otra mejilla y volvieron a juntar sus labios de nuevo, sus cuerpos se rozaban a duras penas y ambos se movían inquietos en la inocencia de un primer beso.

Al separase se quedaron mirando estupefactos, sin saber que decir ya que a pesar de haber pasado todo con lentitud, ninguno de ellos se esperaba eso. Rachel dibujó una sonrisa tímida en sus rosados labios.

— Uno de los dos debería decir algo, ahora.—dijo la medio demonio.

— Te escucho.—respondió él, aún con la expresión sorprendida por lo que había acabado de ocurrir.

—  Eso no.—rió con suavidad.

AN: Que conste que no, no quiero matar a Kory😂 es solo que la verdad a pesar de que amo el fluff, un poco de angst tampoco viene mal. Pero bueno dije que se arreglarían y creo que han hecho más que eso.

Y la verdad es que si estoy escribiendo tan rápido es porque la mayoría ya los tengo empezados y una vez los corrijo los subo, además que como estoy en cuarentena lo único que hago es escribir.

Espero que os hayan gustado!