Madurar.

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Camino de nuevo al salón donde me encuentro a Luke sentado en el sofá con la mirada ligeramente perdida en algún punto de la pared, tomo una respiración profunda e intento olvidar los problemas con Calum para poder sonreír sin llegar a mostrar los dientes. Cuando percibe mi presencia en la estancia dirige su mirada hacia mí e imita mi sonrisa. 

- ¿Todo bien?- Pregunta sin apartar sus ojos de los míos, yo asiento con la cabeza y camino hacia él para sentarme a su lado.- Todavía se me hace muy extraño estar aquí con vosotros dos, es como retroceder en el tiempo.

- La verdad es que sí, es un poco raro.- Ambos dejamos escapar una pequeña risa casi al mismo tiempo.- Entonces has vuelto para escapar de tu fama.- Comento de forma divertida.

- Algo así, echaba de menos todo esto.- Me mira sonriendo antes de continuar.- A mi familia y la tranquilidad.- Yo asiento con la cabeza lentamente hasta que escucho un ligero llanto que cada vez se hace más sonoro, no tardo ni dos segundos en levantarme para dirigirme a mi cuarto. Observo como Norah está revolviéndose en la cuna mientras llora de forma desconsolada, me inclino sobre ella para poder sujetarla con mis brazos e intentar tranquilizarla.- Te veo con ella y parece que estoy soñando.- Escucho su voz siendo prácticamente un susurro proveniente de la puerta de mi habitación, yo reacciono dando un pequeño salto asustada al escucharlo.- Lo siento.

- No pasa nada.- Respondo medio riendo.- Cuando la escucho llorar no puedo evitar salir corriendo. Puedes acercarte si quieres.- Sugiero al ver que continúa sin pasar el marco de la puerta. Él se acerca poco a poco y por suerte Norah deja de llorar para empezar a jugar con la tela de mi camiseta.

- Es que nunca me habría imaginado verte cuidando de tu hija.- Comenta cuando ya está a poco menos de un metro de mí.

- Lo sé, yo tampoco, solo espero que no salga a mí.- Ambos nos reímos y observo como él alarga uno de sus brazos para tocar con suavidad la cabeza de la pequeña.

- Estoy seguro de que la educarás lo suficientemente bien como para que no se parezca a tu yo insoportable.- Abro la boca fingiendo indignación y él vuelve a reír sin dejar de jugar con sus dedos sobre el pelo de mi hija.- En serio, lo harás muy bien.

- Eso espero.- Ambos nos quedamos en silencio durante unos segundos hasta que él se separa de nosotras mientras se pasa una mano por el pelo.

- Creo que me debería ir, todavía tengo mi casa un poco desastrosa y no os quiero molestar.-Sonríe de forma amable antes de continuar hablando.- Me alegro mucho de que hayas pensado en mí para ayudaros con todo esto, pero de verdad no creo que a él le haya hecho demasiada gracia y no quiero ser un estorbo ni hacer que tengáis problemas. 

- No te preocupes, no es por ti, de verdad.- Luke vuelve a sonreír y ladea la cabeza haciendo que varios rizos resbalen por su frente.

- Tienes que mejorar esa técnica de mentir. De todas formas, no pasa nada, lo entiendo perfectamente, a veces es mejor dejar las cosas como están y no seguir removiéndolas. Tú tienes tu vida con Calum y tu hija y yo tengo la mía, ha estado bien vernos pero creo que es todo bastante raro para todos.- Yo asiento de acuerdo con sus palabras aunque puedo observar un pequeño gesto de decepción en su cara.- Es necesario sacar la madurez que no tuvimos en su momento y hacer gala de ella ahora para no hacernos daño con algo que ya está enterrado.

- Tienes razón, lo siento, tal vez tampoco fue tan buena idea hacerte venir y meterte en esta situación.- Él niega con la cabeza como para restarle importancia y se inclina lo suficiente como para poder dejar un beso en la cabeza de Norah.

- Fue un placer conocerte.- Comenta a pesar de que ella sigue entretenida tirando de mi ropa mientras hace pequeños ruidos con la boca.- Y volver a verte a ti, también.- Sonríe y me da un pequeño abrazo, antes de darse la vuelta.

- Gracias por la ayuda.- Suelto antes de que atraviese la puerta de mi habitación sintiendo que en cierta forma no quiero que la conversación se termine.

- No hay de qué.- Son sus últimas palabras antes de salir de mi cuarto y posteriormente de la casa. Cuando escucho la puerta de la entrada cerrarse, decido sentarme sobre mi cama todavía con Norah sobre mí, me quedo unos minutos dándole vueltas a lo que ha pasado, a si tal vez he tomado una mala decisión, a si debería haberme quedado sólo con nuestra última conversación y no haberle invitado a venir.

Decido levantarme y coger un juguete de silicona para Norah, se lo doy y me dirijo con ella a la habitación de Calum, abro la puerta lo suficiente como para que entremos las dos.

- Ya se ha ido.- Él levanta la mirada ligeramente para observarnos y se incorpora sobre la cama.- ¿Quieres que hablemos? ¿O prefieres dejarlo para otro día?

- Quiero dejarlo para cuando ella esté durmiendo, aunque no se entere de nada prefiero que no esté delante.- Yo asiento con la cabeza y Norah en cuanto escucha su voz se gira de inmediato buscándolo y moviendo su cuerpo en señal de querer acercarse a él.- Al menos ella me sigue prefiriendo.

- Calum, eso no es así.- Él levanta una de sus manos indicando que no hable más, así que decido hacerle caso y simplemente acercarme con la pequeña para dejarla sobre su cama y así que juegue un rato con él.- Mientras estás con ella voy a aprovechar para arreglar un poco la casa, pero después hablamos, no te vas a escapar.- Él asiente con la cabeza y yo me limito a darle un beso a Norah antes de salir de la habitación para poder dejar en orden todo lo que compramos.


7 Fucking YearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora