Me apoyo en la puerta al ser consciente de que Luke no me va a soltar y no dará por terminada la conversación tan fácilmente, por lo que decido resignarme, ambos nos miramos a los ojos en silencio durante unos segundos y a pesar de la rabia que siento en mi interior, noto que mi corazón no late con tanta fuerza como me esperaba.
- Vamos a hablar esto como personas adultas.- Indica, por lo que yo frunzo el ceño ante sus palabras.
- Es lo que estoy haciendo, si no fuera así ya te habría gritado y dicho cosas mucho peores. Y también por eso intentaba irme, porque tal vez si seguimos hablando, terminaré en un extremo en el que no quiero terminar.- Le advierto, soltando las llaves para dejarlas colgadas de la cerradura.
- Vale, la he cagado, lo sé, y lo siento mucho.- Empieza a explicarse.- Pero ha sido un error en todos estos meses, no puedes tratarme como si fuera un cabrón sólo por tomar una mala decisión en un momento.
- Es que no lo haría si tu error hubiese sido dejarme plantada porque quedamos y se te olvidó, no porque te largues otra vez y a saber por cuanto tiempo.- Suspiro y niego con la cabeza al terminar de hablar.
- Te ofrezco lo mismo que en aquel momento, vente conmigo.- Yo suelto una carcajada irónica y vuelvo a negar.
- Tengo un trabajo estable aquí, que me encanta, por cierto, y con el que me siento especialmente realizada. Y aunque te cueste creerlo, me gusta mi vida, no voy a dejarlo todo por irme contigo, cuando ni siquiera somos nada.- Aclaro sin pararme a pensar demasiado en lo que digo.
- Estoy seguro de que allí podrás encontrar las mismas oportunidades o más.- Tomo una bocanada de aire tras escucharle, y me paso una mano por el pelo antes de hablar.
- Que no voy a ir a ningún sitio, olvídate de esa opción.- Él echa su cabeza hacia atrás, haciendo que choque con suavidad contra la pared.- Es que además, ¿qué coño iba a hacer yo allí si vuelves a irte de gira? No voy a recorrer el mundo como si fuera tu mochila, porque además tengo una hija que necesita una estabilidad, y esa no es la vida que quiero que viva.- Él vuelve a mirarme, pero se mantiene en silencio.- Creo que no tenemos mucho más que hablar, a lo mejor nuestras vidas no están destinadas a seguir el mismo camino, yo no quiero dejar mis sueños y tú tampoco quieres hacerlo con los tuyos, y eso está bien, simplemente no son compatibles los unos con los otros.
- Pero es que mis sueños no están completos si no estás para compartirlos.-Me muerdo el labio inferior tras escucharle, al mismo tiempo que bajo mi mirada, sintiendo una pequeña punzada en el corazón tras sus palabras.- Ya los he vivido así, y no me he llegado a sentir ni la mitad de bien que como me he sentido estos meses a tu lado.
- Eso es muy bonito, pero no va a cambiar nada, y te vuelvo a decir lo mismo que pensaba en aquel momento, no quiero que dejes de cumplir tus sueños por mí, porque después me lo echarás en cara.- Luke me observa unos segundos en silencio, antes de volver a pronunciarse.
- Siempre podemos intentarlo a distancia, si finalmente me quedo más tiempo del que tengo planeado.- Me paso una mano por la cara, empezando a desesperarme el hecho de que simplemente no se dé por vencido y no quiera ver la realidad que nos está golpeando en la cara.
- ¿Cómo puede ser que te plantees llevar a distancia una relación que ni siquiera es nada en firme? Podría entenderlo si lleváramos años juntos y de repente te apareciera esta oportunidad, pero no así.- Veo como se muerde el labio inferior con insistencia, y poco después bajo la mirada, tratando de encontrar la fuerza que me hace falta seguir manteniendo mi postura.
- ¿No hay forma de hacerte cambiar de idea?- Yo niego con la cabeza un par de veces, a lo que él reacciona llevándose las manos a su frente, y así después terminar tirando ligeramente de su pelo hacia atrás, para acto seguido separarse de la pared y empezar a caminar de un lado a otro, sin separarse mucho más de cuatro metros del portal.- Entonces al menos déjame que siga disfrutando de lo que teníamos hasta que me vaya, borremos estas horas.
- Luke...- Él me observa en la distancia, y poco después empieza a caminar hacia mí, su rostro está lleno de una mezcla entre angustia y desconsuelo.
- Por favor, creo que ambos nos merecemos seguir viviendo esto tan bonito que habíamos creado, aunque sea por unas semanas más.- Yo suspiro, tratando de hacer un gran esfuerzo de contención, en el momento en el que sus manos alcanzan las mías. Observo como las agarra, para después mirarle a los ojos.
- No podemos seguir viviendo eso.- Sus ojos se llenan de interrogantes al escucharme.
- ¿Por qué?- Cuestiona acariciando suavemente el dorso de mis manos.
- Me he tirado a Calum.- Suelto de golpe, observando como su rostro se desencaja por completo.
- ¿Cómo? ¿Cuándo?- En la segunda pregunta, sus manos dejan de sujetar las mías, al mismo tiempo que da un paso hacia atrás.
- Anoche.- Informo antes de suspirar. Él me aparta la mirada centrando su atención en algún punto de la fachada del edificio, mientras sitúa sus manos sobre sus caderas y puedo ver por la forma en la que una de sus mejillas se vuelve más fina, que está mordiendo el interior de ésta.
- He abierto la veda para que vuelvas a abrirte en ese sentido.- Comenta en un tono ligeramente irónico, yo prefiero no responder antes su comentario.- ¿No vas a decir nada?
- Se ve que los dos sabemos tomar decisiones que pueden hacer daño al otro.- Él vuelve a mirarme tras escuchar mi voz, y niega con la cabeza un par de veces.- Creo que es mejor que vuelva a entrar.- Luke se mantiene en silencio, por lo que tomo una gran bocanada de aire justo antes de girarme para poder girar las llaves en la cerradura y abrir la puerta. Me giro una última vez, para ver que continúa con sus ojos fijos en mí, su mirada llena de decepción hace que no sea capaz de mantenerme mucho más mirándole, así que simplemente me vuelvo a girar y entro de nuevo en el edificio, alejándome de la puerta lo más rápido que puedo, para no sentir el impulso irrefrenable de girarme.
Al entrar en mi apartamento, cierro la puerta para quedarme apoyada en ella, respirando pesadamente, dejando caer las llaves al suelo, como si de todo esfuerzo que había hecho para mantenerme firme ante él, me hubiese quedado sin fuerzas. Y al parecer el ruido que hacen al caer, llama la atención de Calum que no tarda en aparecer frente a mí.
- ¿Ha ido muy mal?- Yo me limito a asentir.- ¿Has sido sincera con él?- Pregunta mirándome con la cabeza ladeada, y yo simplemente le rodeo con mis brazos, notando como las lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas, mientras él me rodea con los suyos sin decir nada más. Ni siquiera nos movemos de la entrada, dejando que todo lo que había estado reteniendo salga de golpe.