Costa.

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Cuando Luke ha terminado de acicalarse, me ha pedido que esperemos ambos delante de su casa durante unos minutos, hasta que un amigo suyo ha aparecido para traerle las llaves de un coche, e indicarle a dónde debe ir a por él. Decidimos hacer el trayecto andando, a pesar de que es un poco más de media hora de camino. Cuando llegamos, compruebo que el coche es un modelo antiguo descapotable. A pesar de que me ofrece que sea yo quien conduzca, si me apetece, declino su oferta, por lo que es él quien se pone al volante, y justo antes de arrancar se hace un moño, seguramente para evitar despeinarse demasiado, por lo que decido imitar su idea con mi propio pelo.

Durante el primer tramo, antes de llegar a la costa, ambos nos mantenemos en silencio, aunque no resulta incómodo en ningún momento. Yo me limito a mirarle de vez en cuando, repasando con mis ojos su perfil, pensando en lo perfecto que me ha parecido siempre. Y él me dedica pequeñas miradas de reojo acompañadas de sonrisas ladeadas. En la radio ha sonado la mayor parte del tiempo la música de una emisora rock, pero en un volumen bastante bajo. 

Cuando por fin empezamos a recorrer la costa, y el olor a mar inunda mis fosas nasales, no puedo evitar sonreír enormemente, centrando mi mirada en el horizonte, hasta que siento como su mano se posa sobre una de mis piernas. Por lo que mi atención vuelve a dirigirse a su rostro, a pesar de que él está centrado en la carretera, su mano acaricia mi pierna por encima de la tela del pantalón con suavidad. Y tras unos segundos, decido situar la mía sobre el dorso de su mano, hasta que nuestros dedos se entrelazan. Suelto un pequeño suspiro, sin poder evitar que en mi mente se crucen varios pensamientos sobre qué es lo que va a pasar, y aunque no me gustaría estropear esta tarde, necesito saber demasiadas cosas que hemos tratado de esquivar las veces que hemos hablado.

Unos minutos después, Luke detiene el coche en una explanada con vistas al mar, y en el momento en el que apaga el motor, se gira para mirarme con una pequeña sonrisa, volviendo a posar su mano en mi pierna.

- Vamos, suelta lo que hay en esa cabecita.- Es lo primero que dice, mirándome con una expresión de completa ternura en su rostro.

- Necesito saber qué es lo que vas a hacer después de esta visita.- Luke suspira y la sonrisa desaparece de su boca en apenas unos segundos.

- Tengo un nuevo contrato para un disco encima de la mesa, y con una discográfica bastante importante, pero todavía no he dicho nada. En poco más de dos semanas tengo que volver y comunicarles mi decisión, y obviamente mudarme de nuevo.- Yo asiento con la cabeza en silencio, ya que en parte era bastante consciente de que ese era el escenario más posible.

- ¿Y por qué no has dicho que sí directamente?- Pregunto tras unos segundos.

- Quería hablar contigo antes, y no creo que la forma en la que estuvimos hablando estos meses fuera la más adecuada para comunicártelo. Ya la cagué una vez por no hacer las cosas bien, así que no quería repetir ese error.- Yo me muerdo el labio inferior con nerviosismo mientras escucho sus palabras.- Mira Kay, no sé cuál va a ser la solución para nosotros, ni si vamos a poder estar juntos o no. Y entiendo tu posición al no querer venir conmigo, pero sea ahora o en un mes, el tiempo que te haga falta para decidirte, mis puertas las tendrás abiertas.- Cuando voy a abrir la boca para contestar, escucho el sonido de mi teléfono saliendo de mi pantalón, por lo que me muevo en mi asiento hasta poder sacarlo y comprobar que el número es desconocido.

- Seguramente sea algo del trabajo, tengo que contestar.- Luke asiente con la cabeza y yo salgo del coche para poder alejarme un poco de él, hasta apoyarme contra una valla, estando de espaldas al mar y con mi mirada observando el lugar del que me acabo de alejar.- ¿Sí?- Pregunto tras haber descolgado.

- ¿Kaytlin?- Pregunta una voz masculina al otro lado.

- Sí, soy yo, ¿quién es usted?- Cuestiono mientras paso mi mano libre por encima de la tela de mi camiseta, alisándola. Y en ese instante escucho una pequeña risa al otro lado.

- Vaya, vaya.- Pronuncia en un tono gracioso, lo que me hace fruncir el ceño de inmediato.- Cuánto tiempo ¿no?

- No sé de qué me está hablando.- Comento con bastante confusión.

- ¿Ya no te acuerdas de que huiste de casa sin decir absolutamente nada?- Noto mi corazón acelerarse de inmediato y me mantengo en silencio.- Porque yo sí, la verdad es que en aquel momento, cuando llegué, me dolió bastante no encontrarte allí, pero eras tan estúpida y tan insoportable, que con el paso de los días hasta llegué a agradecer que desaparecieras de una vez de mi vida.- Continúo sin ser capaz de pronunciar ni una sola palabra, y a pesar de que una gran parte de mí quiere cortar la llamada, hay otra que no es capaz de apartar el teléfono de mi oreja.- Lo gracioso es que mi empresa quiere tener de nuevo contacto con la tuya, y cuando me dieron el número de teléfono para contactar con la responsable, me sorprendió ver tu nombre ahí. Parece que todavía no se han dado cuenta de lo inútil que eres.- Aprieto la mandíbula con fuerza al escucharle, notando como todo mi cuerpo está completamente paralizado.- Y he decidido investigar un poco, hasta enterarme de que al parecer has estado viviendo con Calum, y me parece un poco curioso, porque ahora mismo le estoy viendo en el parque con una niña.- Noto mi respiración volverse mucho más pesada mientras trato de convencerme a mí misma de que lo que está diciendo es mentira.- Me alegra comprobar que no estaba tan equivocado y que realmente sí que eras una zorra. Has huido con él al otro lado de la ciudad, para tener una hija que no querías tener conmigo, por lo que me imagino que durante el tiempo que estuvimos juntos, te lo habías estado follando. Nunca cambiarás ¿eh?- Su tono se llena de ironía.- ¿No vas a decir nada? Porque a partir de ahora vamos a trabajar mano a mano durante unos meses, a no ser que te sigas negando y así te echen de una vez de ese puesto que no te mereces.

- Vete a la mierda.- Reúno las pocas fuerzas que tengo aún en mí, para tras decir esas cuatro palabras, terminar con la llamada e inmediatamente marco el número de Calum, quien por suerte no tarda demasiado en contestar.- ¿Dónde coño estás? 

- En casa ¿qué pasa?- Pregunta en un claro tono de preocupación.

- ¿Llevas todo el día ahí?- Cuestiono mostrándome demasiado alterada.

- Sí, bueno salimos un rato cuando se despertó Norah de la siesta, a hacer unos recados que tenía pendientes.- Yo me paso mi mano libre por la cara, en signo de desesperación.

- ¿Habéis estado en algún parque?- Calum no tarda en responder de forma negativa a mi pregunta, lo cual me hace respirar con un poco más de tranquilidad.- No vuelvas a salir.- Le indico justo antes de contarle por encima la llamada con Aaron.

- ¿Estás con Luke?- Es lo primero que cuestiona cuando termino, a lo que respondo afirmativamente.- Igual es mejor que paséis esta noche en su piso, voy a intentar ponerme en contacto con algunas personas que le conocen, para saber realmente dónde está.- Termino la llamada tras darle las gracias y guardo mi teléfono de nuevo, dejando resbalar mi cuerpo hasta quedarme sentada en el suelo, con mil pensamientos atormentándome.

7 Fucking YearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora