Ni siquiera sé en qué momento me quedé dormida, sólo sé que fue escuchando a Luke, que no paró de hablar ni un segundo. Al parecer, el sonido de su voz ayudó también a Norah, porque por primera vez, no se despertó en ningún momento por la noche. Y esta mañana, mientras yo me daba una ducha, se quedó a solas con Luke, sin ningún tipo de problema, por lo que parece que empieza a acostumbrarse un poco más a él y a dejar de verlo como un desconocido.
- Debería irme ya.- Informa Luke tras mirar la hora en su reloj.- Es casi la una del mediodía y tengo que ir a ducharme y cambiarme de ropa antes de ir a casa de mis padres.
- Sí, no les hagas esperar.- Sonrío mientras termino de vestir a Norah con un peto vaquero y una camiseta de rayas blancas y amarillas.
- ¿Vosotras qué vais a hacer?- Pregunta mientras toma en su mano la sudadera que traía ayer puesta, y que hoy no parece que le vaya a hacer falta, porque las temperaturas han subido bastante.
- No lo sé, haré algo de comer para las dos, dejaré que duerma su siesta, después probablemente vaya a pasear un poco con ella y poco más.- Me encojo de hombros sujetando las manos de Norah, mientras ella hace fuerza para levantarse, que aunque todavía no consigue caminar, sí que intenta ponerse en pie siempre que alguien le presta el apoyo suficiente como para que ella se sienta segura.
- ¿Por qué no os venís conmigo?- Al escuchar su pregunta, giro mi cabeza para poder mirarle con confusión y sorpresa ante su cuestión, sin embargo él tiene sus ojos fijos en Norah, quien está haciendo ruiditos con la boca mientras sigue ejerciendo presión en mis manos para mantenerse estable.
- ¿Cómo vamos a ir a comer con tus padres?- Pregunto dejando caer poco a poco a la pequeña, para que se quede sentada sobre la cama, momento en el que Luke decide centrar su atención en mí.
- ¿Por qué no? Mi madre te tenía cariño y seguro que está encantada de volver a verte.- Yo suelto una pequeña carcajada con sus palabras.
- Permíteme que lo dude.- Luke termina uniéndose a mi risa, mientras niega suavemente con la cabeza.
- Hablo en serio, le conté que te había visto cuando volví a Australia, y me preguntó por ti y por cómo estabas, me salté el hecho de que tenías una hija, porque en ese momento hasta a mí me costó asimilarlo.- Explica con una pequeña sonrisa.- Además, quiero seguir pasando tiempo contigo, solamente es comer, y después pasamos a realizar tus maravillosos planes para esta tarde.- Yo sacudo la cabeza y le doy un pequeño golpe en el hombro tras sus últimas palabras.
- No sé, es un poco raro.- Hablo mientras me agacho lo suficiente como para tomar a Norah en brazos.
- Prometo dejar claro que sólo somos amigos, para evitar preguntas incómodas.- Luke mueve una de sus manos para rozar mi mejilla con ella.- Venga, sabes que es mejor que tu plan.- Y al terminar de hablar deja un pequeño beso sobre mis labios.
- Esto no lo puedes hacer allí.- Indico cuando se separa, señalando con mi dedo índice mi boca.
- ¿Eso es que aceptas?- Pregunta sonriendo ampliamente, a lo que respondo encogiéndome de hombros, por lo que él nos abraza a ambas.- ¿Quieres cambiarte de ropa?- Pregunta, y yo asiento con la cabeza, puesto que simplemente me había vestido con unos leggins y una camiseta. Así que vuelvo a dejarle encargado de Norah, mientras me cambio para poder ponerme un vestido de tirantes de color blanco con un estampado de flores pequeñas rojas, la parte superior queda ajustada por completo desde mi pecho hasta mi cintura, para después caer la tela totalmente fluida hasta la mitad de mis muslos. Y antes de salir de la habitación, tomo una chaqueta de punto blanca, por si acaso no hace todavía tanto calor.- Estás increíble.- Suelta en cuanto abro la puerta para encontrarme con ellos en el salón, yo sonrío con algo bajando la mirada ante su comentario, y cuando vuelvo a elevarla, él ya está delante de mí.