Capítulo 6

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Ginger
—Ya estoy aquí. –dijo Mychael abrazándome más fuerte.

—Por favor... olvida lo que dije. –enterré mi rostro en su pecho e inhale su aroma.
Joder que bién olía, es tan...

GINGER REPRIME ESE SENTIMIENTO

Nunca me dejes. Porfavor tú no... –dije levantando mi rostro.

—Nunca lo haré. –me miró fijamente. –juro por mi vida que nunca me ire.

—Mi hermano dijo que nunca se iría. –hice una sonrisa triste. –y se fue de la manera más dolorosa posible. –bajé la cabeza.

—Hay que irnos. –dijo levantándose. –el receso va a terminar pronto. –me tendió la mano. Dude por una milesima de segundo y la tomé.

—Creo que dejé un libro en la cafetería. –dije revisando mis cosas.

—Vamos por el. –estabamos caminado por el pasillo de vuelta a la cafetería.

—Ahí viene uno de tus lacayos. –me burlé.

—Eso dolió. –mierda me escucho. –creo que esto es tuyo. –dijo dandome el libro.

—Ouh, gracias... –esperé a que terminara la frase.

—Jadden. –se rió.

—Gracias Jadden. –Mychael me dió un leve codazo en las costillas. –soy Ginger.

—No hay de que. –respondió amablemente. – Mychael recuerda la práctica después de la escuela. –siguió

—De Rugby o...? –si tuviera una cámara guardaría este momento. La cara de Mychael es confusión pura.

—De música. –dijo Jadden golpeandose la cara con la palma de la mano. –Gran idiota el ensayo es hoy en tú casa. Tenemos que ensayar para fiesta.

—Ouh. Si claro, no se me olvida. –Mychael miró su reloj. –o mira que tarde es, tengo que buscar unos libros en el casillero. Nos vemos luego.

Caminamos un poco más hasta llegar a mi casillero.

—Nos vemos a la salida. –dijo Mychael antes de irse.

Cuando me quedé sola en el casillero termine de sacar mis libros, y me preparé para irme.

—Awww, parece que ya no estas con tú guardaespaldas. –dijo Alan, apoyando ambos brazos en los casilleros dejandome a mí atrapada.

—¿No te cansas de molestar? Por que no te concentras en tú vida, que yo sepa la mía no tiene nada de interesante.–ataqué.

—Voy a finjir que eso me dolió... –hizo una media sonrisa. –Loca...

—Te odio... –nunca había dicho tan enserio esa palabra. Lo odiaba con toda mi alma.

—No me parece que dijeras eso cuando...

—Cállate. –lo mire fijamente. –más te vale  que me sueltes a la buenas. –lo amenazé.

—Aww, ¿y que va a pasar a las malas? ¿Va a venir tú guardaespaldas? ¿Vas a llamar a alguien de los idiotas del Rugby para que te defienda? —bien... parece que escogió por las malas.

—No... –sonreí. Y le dí una patada descargando toda mi rabia en la entrepierna. –Idiota.

Alan se dobló del dolor, y me preparé para irme, pero antes aproveche lo débil que estaba y lo empujé.
Listo, ya podía ir a mis clases en paz.

Después de clases me sorprendí al ver a Mychael esperandome afuera de mi salón.
Rodé los ojos, pero luego reí.

—¿Y tus lacayos? –le pregunté caminando hacia él.

Two different worlds (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora