Capítulo 50: T2

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Ginger

CORRER

Es lo único que hago, y no sé muy bien la razón, solo lo hago. Por instinto. Estoy en un bosque de árboles grandes y frondosos, hay una densa capa de niebla que no deja ver lo que tienes en frente, por lo que tienes que tener todos tus sentidos activados si no quieres estrellarte con algún árbol. Siento mis brazos arder, me detengo unos segundos a examinarme, tengo aruñazos de las ramas que a causa del sudor están ardiendo como si mi brazo se estuviera quemando. Unas marcas diferentes llaman mi atención, mis muñecas, tienen marcas moradas, como si hubieran estado atadas por un largo tiempo o si hubiera forcejeado con alguien.

Escucho pasos acercándose y vuelvo a hechar a correr. Las ramas siguen cortando mis brazos y varias veces tropecé con alguna que otra raíz mal ubicada, mi respiración se torna cada vez más pesada y siento que el aire se me esta escapando de los pulmones.

–¡¡Ginger!! ¿Donde estas querida? ¡¡No puedes escapar de tú destino!!! –grito alguien a lo lejos. Era la voz de una chica.

–¡No se ni siquiera quien eres! –respondí con el poco aire que tenía. Se escucho una carcajada, pero esta vez más cerca, mire atrás pero la niebla no dejaba ver nada. Volví mi mirada al frente a lo lejos vi unas luces, eran de autos.

Estaba cerca de la carretera.

Corrí con todas mis fuerzas hacia ella. Era mi único escape.

De pronto dejaron de escucharse los pasos y bajé la velocidad de los míos para analizar qué estaba pasando.

Silencio.

Silencio absoluto.

Fruncí el ceño, pero ni loca pensaba en regresar. Camine a la carretera y el repentino silencio se vio interrumpido por una explosión abrupta, un sonido intenso, un disparo. Duró unos cuantos segundos y se desvaneció, por la calidad del sonido, sin duda el atacante debe estar cerca.

Estoy a pocos pasos de la carretera, y me recuesto en uno de los árboles para recuperar el aire. Podía escuchar los latidos mi corazón martillando en mi pecho, la adrenalina del momento estaba bajando, dando paso a un notorio cansancio.

Me coloque en el borde de la calle tratando de detener a algún auto que me salvará de esta miseria, pero ninguno se detenía. Camine un poco sin obtener resultado. Otro disparo se volvió a escuchar, mucho más cerca que el anterior, pero a diferencia del pasado, este estuvo acompañado de un alarido de dolor. Me gire asustada, y lo vi, ahi tirado con aspecto pálido a pocos metros de mí.

Me acerque temblorosa con el corazón en la boca, implorando para que no fuera lo que estaba pensando. Lágrimas calientes comenzaron a resbalar por mis mejillas, mi llanto iba en aumento a cada paso que daba. Caí de rodillas junto al cuerpo inherte en suelo, el cabello le cubría la cara y aparte unos cuantos mechones para observarlo mejor.... Y mi mundo se vino abajo cuando mi más grande miedo se hizo realidad....

—Brendan? Q-que, q-quien. –puse mis manos en su rostro. Estaba helado. Tenía los nervios de punta, mi cuerpo entero estaba temblando. Había un charco de sangre a su alrededor. —Brendan? Brendan... responde... no es gracioso... levántate. –comencé a sacudir lo desperadamente. —Brendan!!! Porfavor...... —le quite la chaqueta examinandolo, tenía un impacto de bala justo en el abdomen. —Resiste... Porfavor... –mire a todos lados en busca de ayuda. No había nadie. Busque en mis bolsillos en busca de un teléfono. Pero no había nada. Excepto en uno, donde tenía...

—Un... Arma.... –dije con un hilo de voz. La tire lejos de mí y volví a centrarme.

No me importo la sangre, me apoye en el pecho de Bren para escuchar su corazón....

Two different worlds (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora