Capítulo 2

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Ginger
Al día siguiente cuando me levanté me sentía más basura que nunca. Basura no, más bién me sentía vulnerable, me sentía expuesta, odio esa sensación y odio a Mychael por eso, el es él responsable de que me sienta así, si el no me hubiera seguido yo... yo...

Se hace tarde para la... la... escuela -dije con asco-.

...

-¡Hola, buenos días! -dijo Mychael sentándose a mi lado. No le respondí solo tomé mis cosas y me senté al otro lado del salón. Debería ser agradecida, pero estaba molesta por el hecho de que él se metiera en ¡MÍ PUTA VIDA!

Después de eso no me dijo más nada. A la hora del receso me sentía lo suficientemente mal como para perder el apetito, asi que me fui a mi sitio debajo del árbol. Me puse mis audifonos y comencé a dibujar. Estaba tan concentrada que no me dí cuenta cuando Mychael se sentó a mi lado. -Genial- pensé (sarcasmo)

—Dibujas muy lindo.

—¿Podrias dejar de hacer eso? –le digo tratando de no ser tan grosera.

—¿De hacer que? Solo he dicho que dibujas muy lindo.

—¿Qué crees que no me doy cuenta? No soy tan estúpida.

—¿Dar cuenta de qué? –se ríe sarcásticamente.

—Estas tratando de acercarte de mí. De segura es una apuestas de esas de "ti riti a qui inimiris a la diprisiva"

—¿Porque piensas eso?

—Por favor –risa sarcástica. —Eres el "chico popular" –hago comillas en el aire.—Tienes a muchas chicas detras de tí. A lo mejor uno de tus amigos te puso una apuesta así.

—¿Y porque no mejor, dejas de suponer y me conoces mejor? Lo único que quiero es ser tú amigo. Solo te quiero ayudar

—Oye, se que tienes buenas intenciones, pero deja de meterte en mi vida, tal vez sonaré desagradecida pero no quiero más tú ayuda. Mis problemas son míos y no tienen solución.

—Pero...

—Ya enserio... —sentía mis ojos picar y también como se formaban las lágrimas. —deja de meterte en mi vida. Para, alejate de mí, no me ayudes. No nada. Olvida que existo así como todos. —me levanté, tome mis cosas y trate de irme pero Mychael otra vez lo impidio.

—No podras alejarme tan facil de tí. –hizo una pausa. –Y... tranquila, yo me voy, tú quédate aquí. –sacó algo de su mochila. —Será mejor que comas algo. –me dió una manzana y se fue.

Lo odio, lo odio, lo odio

Llegue a casa y fui a tomat algo de la cocina y para mi suerte ahi estaba mi mamá.

—hola... –dije.

—¿Ahora que quieres? –aquí vamos otra vez.

—Solo vine por algo de comer.

—Lo unico que haces es consumir y consumir, ya estas lo suficientemente grande para aportar algo a esta casa.

—¡¿Consumir?! ¡¿Consumir?! Estoy al borde de la desnutrición, casi ni como, ¿y sabes porque? Por la depresión que me has causado al.... –me voz estaba a punto de quebrarse.

—¿Que yo te he causado? No es mi culpa que te deprimas ante la verdad, y la verdad es...

—¡No! –no otra vez... no... Sentía las lágrimas acumuladas en mis ojos.

—¡La verdad es que por tú culpa murió tú hermano! TÚ ERES LA ÚNICA RESPONSABLE.

—¡Eramos niños! ¿No crees que ya me has atormentado lo suficiente con eso? Ya no puedo más.... –lágrimas caían por mis mejillas silenciosamente.

Two different worlds (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora