Two different worlds (español)

Capítulo 17: parte 1

Mychael
—¿Porqué creés que no me contesta? –le pregunte a Cash.

—¡Por amor de Dios! Es la quinta vez que me lo preguntas, ¿de que me viste cara? ¿¡De un puto adivino!? –abrí mis ojos como platos.

—¿Acabas de decir "puto"? –cuando se dio  cuenta se cubrió la boca. Me causó gracia, pero mi preocupación seguía igual, la última vez que hablé con Ginger fue en la mañana, después de ahí no me contesta ni las llamadas ni los mensajes, estaría más tranquilo si no fuera porque la persona con la que se fue de viaje es Johnny, y creo que está demás decir que no es para nada seguro.

—¿Ya la llamaste? –lo miré obvio. –ay, lo siento, lo siento, no es mi culpa que no supiera. –rodé los ojos.

—Ya me tengo que ir. –Cash se levantó de donde estaba.

—¿Te vas? ¿Con Emma?

—No.... bueno... he... –comenzó a sonar su teléfono. –raro, no tengo agregado este número. —contestó.

*en la llamada*
—Hola?

—Baker.

—Orlando. –era Jhonny?... okey ya me estoy asustando.

—¿Que quieres?

—De tí nada ¿Mychael está contigo? –yo?

—¿Le paso algo a Ginger? –le arrebate el teléfono a Cash.

—Sobre eso.... –suspiró. –la gente de mi padre se la llevaron.

Sentí como mi sangre hervía en mis venas.

—¡Oh demonios! ¿¡Cómo dejaste que se la llevaran!? ¿¡Sabes dónde está!? –no respondía. –¡¡Por un demonio responde Maldita sea!!

—Cálmate sí? ¡No eres el único preocupado aquí. Esa idiota es mi prima, y aunque no quiera, me preocupa!.

—¡Dime donde estan! voy a tomar un avión ya mismo

—Eso ya esta arreglado, mi jet te está esperando en el aeropuerto. ¡Sé puntual, un minuto más o un minuto menos y terminarás 3 metros bajo tierra!

—¿Y te atreves a amenazarme? ¿¡Qué acaso no te das cuenta de lo que está pasando!? –que idiota.

—M u e v e t e,  no se hasta donde puede llegar esa gente, ni qué le vayan a hacer. –iba a decir algo más pero me cerró en la cara.

*fin de la llamada

—Maldito. –apreté el celular y se lo devolví a Cash.

—¿Que paso con Ginger?

—Después te cuento. –no le dí ni tiempo de responder, subí al auto y maneje a toda velocidad hacia la casa, tenía que decirle a mamá y además tenía que recoger algunas..... maldición, no puedo. Pise el acelerador a fondo hasta llegar al aeropuerto. No sé que haría con él auto asi que no me quedó de otra que dejarlo en los estacionamientos y luego decirle a alguien que viniera a buscarlo, pero eso era lo menos importante ahora. Caminé, bueno, corrí, hacia la entrada, pero un hombre, vestido totalmente de negro me detuvo.

—Señor Mychael Amaya? –preguntó.

—¿Sí? –señor? Ni siquiera tengo 18.

—Sígame por aquí, el jet ya está listo. –asentí y lo seguí.
El vuelo había sido extremadamente desesperante, en realidad había sido como media hora o talvez más, no lo sé, el hecho es que lo sentí como una eternidad.
Al llegar, fui lo más lo más rápido posible a la salida con el tipo de negro que ni siquiera dijo su nombre, detrás de mí.