Capítulo 5

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Anteriormemte
Escucha. –dije para que me viera directamente a los ojos. —Si... –todo estaba dando vueltas. —Si... me... —todo se estaba volviéndo muy borroso. —Si... me... desmayo... no me lleves al doctor.... estaré bien... –dije arrastrando las palabras. Y luego... todo se torno negro.

Ginger
Abrí mis ojos lentamente, el techo era blanco, estabamos en la enfermería.

—Mychael?.... –dije tratando de levantarme.

—Al fin despiertas. –dijo la enfermera. —Tú amigo dijo que tenía algo que hacer y se fue, si tú ya te sientes mejor puedes irte.

—¿En que hora estamos? –pregunté

—Acaba de empezar el receso.–respondió la enfermera.

—Gracias. –salí de la enfermería y me dirigí a la cafetería para ver si se me antojaba algo.
Llegue a la barra, y tomé una manzana como de costumbre y me fui a mi lugar de siempre.
Me senté debajo del árbol a comer mi manzana y a dibujar

—Hola, ¿donde te habías metido? —dijo Mía sentandose a mi lado.
Parece que tendre que acostumbrarme a la compañía.

—Nada del otro mundo, solo fui a... al baño. —respondí lo más amable posible.

—¿Que es eso? –dijo señalando mi libreta.

—Es... —esa libreta era sagrada. —Son solo dibujos —respondí, Mía estaba a punto de decir algo, pero los del grupo de Mychael venía caminando hacia nosotras como en cámara lenta. Atras de ellos venían otros dos chicos pero no sabía quienes eran.

—Hola chicas. –saludó Mychael

—Hola Ginger. —saludaron Cash y Maverick.

—¿Hola? –esto era muy extraño, solo Mychael pasaba por acá. Escuche que Mía se aclaró la garganta.

—Ella es Mía. –señalé, ya que Ni Cash ni Maverick, la habían saludado. —Es mi... —miré a Mychael y el asintió, pero yo no quería decir esa palabra. Suspiré. –mi amiga.

—Oh, hola. —dijeron ambos.

—Y bién, ¿Que hacen aquí? –pregunté.

—Me parece que estas personas te deben algo. —Dijo Mychael apartandose, para dejar ver a los chicos que estaban atras.

¡Eran los chicos que tiraron mis libros!

Me puse de pie de golpe, nisiquiera se porque, solo me quede mirando fijamente a ambos chicos, y luego de regreso a Mychael. En parte me parecía un detalle de su parte, pero mi orgullo me hacía molestarme por lo que hizo.

—¿Y bién? —me cruzé de brazos en espera de que alguien hablara.

—Yo... –comenzó el primer chico. —es decir, nosotros... —Cash lo empujó para que estuviera más adelante.

—Nosotros lo sentimos... –terminó el segundo chico. —no sabíamos quien eras... —eso me hizo reír, ¿Quien era? Ni yo misma lo sabía.

—Ujummm. –respondi.

—Ya dijimos disculpas, que más quieres.–el segundo chico, creo que se llama Alan. Al parecer ya se está desesperando.

—No, nada. Ya se pueden ir. —dije volviendo a sentarme. Pero antes de que se fueran dije —cobardes... –en voz baja, pero lo suficiente para que me escucharan.

Cuando se fueron, Mychael me miró, el sabe muy bién que mi orgullo no me va a  dejar decirle gracias en este preciso momento.
Asentí, tendría que conformarse con eso por ahora.
Mychael miró al suelo, y vió el corazón de la manzana.

Two different worlds (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora