5. Alas de amor.

61.1K 6.1K 7.2K
                                        

Advertencia de contenido explícito 🔞

Mis manos se posaron en su pequeña cintura y en ese momento noté que su cuerpo era más pequeño que el mío, encajaba perfecto entre mis brazos, era como una pieza hecha específicamente para mí.

Sus labios, sus peligrosos labios estaban haciendo mella en todo mi ser, mi corazón no paraba de latir acelerado por todas las sensaciones que me hacía sentir, perdí el aliento, ¿Acaso así se sentía tocar el cielo? ¿Se podría morir de felicidad?

Alcé su liviano cuerpo con mi torso y salimos del elevador, él gimió en mis labios, respondiendo a mis caricias, mientras que yo estaba suplicando que ese sonido no fuera producto de mi imaginación.

Necesitaba que él fuese real. Que todo esto fuera real.

Lamí sus dulces labios y busqué su mirada, pero él parecía estar en la misma situación que yo, sin poder entender la raíz de esa sensación que nos consumía.

Arremetí contra sus labios una vez más mientras que mi cuerpo contenía la necesidad de estrujarlo contra la pared y allí mismo hacerle el amor. La falta de aire nos hizo separar y él aprovechó para tomar mi rostro entre sus manos y pegar su frente a la mía.

Apenas respire cuando fui consciente de que no podía tomarme esto a la ligera, con un poco de cordura habitando en mí nos encaminé hasta la habitación. Lo coloqué a un costado de mi para poder abrir la puerta sin soltar su mano.

En cuanto cerré la puerta tras nosotros su mano se deslizó de mi agarre. Él caminó viendo la habitación lentamente, mientras que yo no moví mi cuerpo ni un milímetro, no creía ser capaz de poder contenerme a ir por él.

- Supongo que no me dirás cuanto pagaste.

Había olvidado por un momento el contexto de su predisposición de esta noche, metí las manos en los bolsillos de mi pantalón tratando de ocultar mi cuerpo rígido. Mis ojos no querían perderse ningún movimiento de su grácil cuerpo que parecía incapaz de permanecer quieto alrededor de la cama.

- Bien, el silencio también es una franca respuesta, tampoco es que cambie algo saberlo en este momento.

Pero yo no podía emitir ni una palabra, lo que había hecho me parecía más una donación que un pago como tal. Aún recuerdo el debate que se había suscitado en mi primera sesión siendo socio del teatro, esta fue demasiado fructífera, todo lo hice por él, por el hermoso joven rubio que ahorita se estaba desabrochando su camisa frente a mí.

- Jimin, no fue con intención que me retribuyeras de alguna manera.

Mi voz pareció ajena a mi cuando liberó un segundo botón dejándome ver su cremosa piel, sus pequeños dedos viajaron lentamente al siguiente botón dejándolo libre. Contuve el aliento cuando su camisa fue abierta por completo y su torso esbelto quedó ante mi mirada.

Había creído que estaba en el cielo, pero ahora mismo podía jurar que era el paraíso, respiré entrecortadamente.

¿Acaso él sabía lo que estaba haciéndole a mi corazón?

Había estado enamorado de él de manera anónima durante mucho tiempo, era como una especie de deidad para mí y ahora estaba dispuesto a dejarme acariciarlo.

¿Quién era yo para poderme resistir?

Me acerqué a él y pude ver la anticipación en su mirada inocente, sonreí como un idiota cuando lo tuve en mis manos con el torso desnudo.

Acaricié su hombro con la punta de mis dedos tentando así a mi realidad a que no se tratase de un sueño, besé su piel suavemente y escuché un suspiro de su parte, mis manos fueron a dar a esa hermosa y tibia piel a mi mostrada, su aura era fuerte, pero en mis manos parecía derretirse, yo tenía la oportunidad de acariciarlo y aún no podía procesarlo.

The Black Swan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora