The Black Swan

25. Diamante oscuro.

- Tal vez solo deberías dejarlo pasar, quedarás como un ex celoso. Además, Jimin está embarazado.

- Me fastidia que se meta contigo Yoongi, esta es tu casa y no tiene porqué pedir que tú te alejes cuando el que no debería de haber venido es él.

- ¿Qué pasó contigo en Japón?

Volteé los ojos molesto.

- Agradece que te defiendo, ok.

- Creo que más bien te haces ideas equivocadas en tu cabeza.

Yoongi caminó hacia el comedor, pero yo me quedé atrás, saqué mi teléfono y llamé a mi madre para decirle que ya estaba en la casa de los Jeon.

Me senté en el sillón a esperar que llegaran.

¿Dos bebés? Aún no podía con la idea.

Me daba escalofríos de solo pensarlo, toqué instintivamente mi vientre plano. ¿Cómo podía aún estar cuerdo Jimin?

Yo estaría odiando todo.

Ese chico me daba mala espina, lo de Yoongi no era normal y tampoco lo era esa falsa paz que reflejaba su rostro.

Debía de estar ocultando algo, no se puede pasar de ser el más aclamado bailarín por la crítica a un embarazo doble sin sufrir mínimo un cuadro de depresión en el proceso. Jimin era fuerte como yo y sabía que solo era cuestión de tiempo para que él estallase.

Necesitaba ayuda psicológica sino en algún momento colapsaría y se llevaría a Jungkook con él. ¿Por qué nadie parecía notarlo? Era como si todos dieran por hecho que, por su condición de doncel, debía de tener los hijos de un hombre al que apenas conocía.

Le daba vueltas una y otra vez y nada tenía sentido. A lo mejor pretendía abandonar a sus hijos con Jungkook para regresar a su antigua vida, cuando menos esa sería la única solución que yo podría dar; pero claro, yo jamás permitiría que un hombre me embarazase.

- Hijo.

Mi madre entró y yo la alcancé a media sala, una señora de cabello negro y rostro delicado.

- Me tenías el alma en un hilo...

Mi padre me miraba molesto y yo le hice una reverencia.

- Lo lamento, padre.

- Taehyung, no nos merecíamos algo de esta índole.

Su voz era dura.

- Amor... déjalo pasar.

- Solo quiero que pienses hijo que jamás te ha faltado nada, todo cuanto has pedido te lo hemos dado, permitimos que te dediques a lo que tu prefieras sin presiones y a cambio, solo esperaba un poco de tu confianza. Somos tus padres Taehyung, nos preocupas.

- Padre, yo solo quería tener tiempo para pensar. Sé que debí avisarles donde estaba.

- Taehyung ya es mayor de edad, cariño. No debes escarmentarlo demasiado.

Alcé la mirada y mi padre asintió buscando una promesa en mí. Casi sentí que mis lágrimas se salieron de mis ojos porque mi padre me miraba con amor absoluto y yo me sentí protegido. Tal vez, solo tal vez, irme había sido una mala idea, nada había encontrado más que un profundo resentimiento que me lastimaba, aunque aliviaba mi ego. Ellos tenían la respuesta, como siempre.

- Prometo que no volverá a suceder. Debí confiar en ustedes.

Mi madre limpió mis lágrimas cuando mi padre caminó hacia el comedor.

- Esta bien, hijo, ya pasó. Tu padre está molesto, pero ya se le pasará.

Quería decirle a mi madre de todas mis contradicciones con respecto a Jimin, mas no podía hacerlo, ella había estado al tanto de mi relación con Jungkook y como bien lo había dicho Yoongi, si dijera algo en su contra pensarían que era por celos.