The Black Swan

36. Arcoiris nocturno.

El sonido de un llanto a lo lejos me despertó.

Me moví quitando un poco de cabello de mi cara y con la luz del buro de Jimin pude ver la situación.

Una bebé se encontraba en su brazo tomando un poco de leche mientras que la otra lloraba al él intentar cambiarla con su mano libre.

- Duerme Tae, solo cambiaré su pañal.

Revisé la hora y eran apenas las dos de la mañana.

¡Rayos! Otra noche más sin poder dormir.

Tapé mi cabeza con la almohada dejando que Jimin se encargase, pero la niña seguía llorando, la luz seguía encendida en el cuarto y Jimin continuaba amamantando.

Eso me hizo sentarme.

- Lo lamento Tae, en serio lo lamento, puedes dormir en la otra habitación si gustas.

Me levanté y fui a su lado mirando a la pequeña que se retorcía con el pañal oscuro, por obvias razones.

- Yo te ayudo.

Le sonreí a Jimin quién acomodó a Minji en sus brazos para que esta volviera a tomar de su pezón.

- A ver, ¿Qué es lo que tenemos aquí? - jalé de los pies a la pequeña Yungmi quien seguía llorando desconsolada. - Has despertado a tu tío TaeTae, ¿Cómo te atreves muñequita? Oww, aquí tenemos un feo y apestoso problema - quité su pantalón para proceder a realizar el cambio de pañal.

- Tae, lo siento...

- Tu padre dice que lo siente, pero sabes qué.... Yo creo que se está riendo por dentro... ¡Fushila! Cualquiera diría que tan bonita bebé hace flores y no es así.

No disimulé mi cara, y eché a un lado el pañal sucio.

- Toma. - Jimin me pasó las toallitas y limpié su traserito.

- Lo que tú no sabes es que tu tío TaeTae, aunque tenga que cambiarte el pañal sucio, te ama. - puse el nuevo y lo deslicé debajo de ella con cuidado y la moví haciendo que ella se riera – ¡Oh! ¿Ves? Ese es mi pago, una bonita sonrisa... Oh no. No, no. Tú te estás burlando de mí, ¿eh? - otra sonrisa – Mmm, no importa bonita.

Abroché el pañal limpio después de poner una crema blanca que manchó mis dedos y luego acomodé su ropa.

- ¡Taran! Listo, quedaste como toda una princesa, tu tío ya es un experto. - la cargué y ella metió su manita en su boca. – Verdad que tú me amas, ¿cierto? Amas a tu tío TaeTae... - besé su mejilla – Sí, tú me amas, yo lo sé.

Le acerqué la bebé a Jimin y él la tomó acomodándola en su pecho y como Minji ya estaba dormida, la tomé en mis brazos y golpeé su espalda suavemente llevándola a dormir después de que eructara, me acosté y la puse a un lado mío, acercando mi rostro a su torso cerrando los ojos.

- En verdad, lamento despertarte.

- Shhh, despertarás a la bebé. Está todo bien, Jimin... shhh.

El aroma a bebé era muy delicioso y pronto me quedé dormido.

Apenas desperté, busqué con mis manos que no estuviera ninguna bebé debajo de mí, estaba seguro que jamás volvería a dormir tranquilo ya que todas las mañanas despertaba con la misma angustia.

Pero cuando abrí los ojos buscándolas, lo único que encontré fueron almohadas, así que estando seguro ahora me estiré a lo largo de la cama y me volví a acomodar.

Aunque hubo algo extraño, había demasiada luz. ¿Qué horas eran?

Revisé mi teléfono y casi era medio día.