Capítulo 15: Tener un bebé

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DOBLE ACTUALIZACIÓN (2/2)

Advertencia: Capítulo un poco subido de tono.


Ella bajó las pestañas para ocultar sus ojos verde azulados. No iba a contestar, pero era impotente para controlar el deseo que había provocado en ella. Estaba clavando los dedos en sus delgados y bronceados hombros. El aroma de su piel la hechizaba. Había quedado grabado en sus sentidos en su primer encuentro y la asombrosa fuerza de esa unión la asustaba y enfurecía, pero también la excitaba.

—Eres muy testaruda —gruñó Jade.

—¡No estoy aquí para halagar a tu ego! —declaró Perrie.

Ella abrió sus labios con fuerza devoradora y la castigó con placer. Cada átomo de su cuerpo reaccionó en respuesta. Trazó un camino erótico por todo su cuerpo, deteniéndose en los pezones rosados y explorando con buscando los puntos más sensibles de su cuerpo. Poco después, ella notó el tronar de los latidos de su corazón en los oídos y el deseo se convirtió en anhelo. Sus caricias la estaban atormentando hasta un punto insoportable.

—Jade...—

—Di «por favor» —le urgió.

—¡No! —ella apretó los dientes.

—Algún día te haré decir «por favor» —amenazó.

Pero Perrie no la escuchaba. Temblando de deseo, la atraía hacia ella. Jade, impaciente y lista, no necesitó más. Con ojos brillantes como el cielo, se deslizó entre sus muslos y la penetró con fuerza y ardor. Ella gritó al sentir su invasión. La había excitado hasta crear en ella un hambre irresistible y había llegado el momento del delirante placer. Era algo glorioso y su capacidad de disfrute no tenía límites. La apasionada intensidad de ella la volvió loca de excitación. La sensación se convirtió en una dulce agonía hasta qué la llevó hasta la tumultuosa cima de un estallido liberador.

Siguió un momento intemporal de puro éxtasis y júbilo. En las sensuales y deliciosas oleadas que lo siguieron, se sintió muy cerca de ella, transformada y en paz. Después, su cerebro volvió a entrar en acción y borró esas agradables emociones. Recordó cómo eran las cosas entre ellas en realidad y se sintió airada, mortificada y llena de amargura. Al percibir que su dolor estaba a punto de aflorar, lo aplastó de raíz y se apartó de él con un fiero gesto de rechazo.

—¿Puedo irme ya? —preguntó, escurriéndose hasta el otro extremo de la cama y bajando las piernas al suelo, con una prisa por marcharse que decía más que mil palabras—. ¿O vas a insistir en que me quede toda la noche?—

Jade estaba acostumbrada a mujeres que expresaban cumplidos y comentarios salaces después de compartir su intimidad. La actitud de ella le pareció ofensiva.

Perrie no esperó una respuesta. Se levantó rápidamente y la asaltó una inesperada oleada de mareo. La habitación se inclinó antes sus ojos y tuvo la sensación de que el suelo se elevaba hacia ella. Con el rostro húmedo de sudor, se tambaleó y volvió a dejarse caer en la cama.

—¿Qué ocurre? —preguntó la morena.

Perrie luchaba contra las náuseas y respiraba profunda y lentamente, intentando despejarse la cabeza.

—Puede que me haya levantado demasiado rápido.—

—Túmbate —Jade la aplastó contra la cama—. He creído que ibas a desmayarte.—

—Hace horas que no como. Eso es lo único que pasa —masculló ella, sintiéndose como una tonta por haber estropeado así su gran salida—. Estaré bien dentro de un minuto.—

—Pediré comida —Jade utilizó el teléfono que había junto a la cama y empezó a vestirse.

—Sólo quiero irme a casa —dijo Perrie, sin mirarla.

—En cuanto hayas comido algo y te encuentres mejor —dijo Jade con escrupulosa cortesía y rostro sombrío.

Atenazada por una sobrecogedora fatiga, tan poco familiar para ella como el mareo, Perrie tragó saliva y no dijo nada. Sabía que no iba a encontrarse mejor en mucho tiempo. Jade había destruido su paz mental y devastado su orgullo. ¿Y si su peor miedo se hacía realidad y estaba embarazada? ¿Embarazada de una mujer a quien odiaba más que a un veneno? ¿Podrá se eso posible?

* * * * * 

A la mañana siguiente, Perrie se despertó sintiéndose mareada otra vez. Aunque le daba miedo utilizar la prueba de embarazo que había comprado demasiado pronto y desperdiciarla, sus nervios no soportaban la idea de esperar más. La conmocionó que se tardara tan poco tiempo en realizar una prueba que tenía una importancia desmesurada en su vida.

Pocos minutos después tenía el resultado que había temido.


Bueeeee, quería preguntarles quién quiere hacer una mini aparición en el siguiente capítulo?

De traición y otros tropiezos || Jerrie (G!P) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora