Jade alzó la cabeza y frunció las cejas, como si no comprendiera. De pronto, inesperadamente, una sonrisa curvó su ancha y bonita boca. UNA NIÑA.
Cuando comenzó el examen, Perrie comprendió que no tenía por qué haberse preocupado de su vientre desnudo, Jade sólo tenía ojos para las imágenes de la pantalla. Cuando vio el rostro de la niña, agarró su mano y lanzó una exclamación en italiano.
—Meravigliosa —murmuró con voz ronca—. Es maravillosa.—
Los ojos de Perrie se humedecieron y parpadeó para evitar las lágrimas. Tras algunas pruebas, le conectaron un monitor de seguimiento fetal y la condujeron a una lujosa habitación privada. El ginecólogo tranquilizó sus miedos al decirle que los bebés que nacían después de treinta y cuatro semanas de gestación tenían un índice muy alto de supervivencia. Aun así, no había garantías, y cuanto más tiempo estuviera el bebé en su vientre, mejor. Dado el riesgo de parto prematuro, el tratamiento consistiría en reposo absoluto e hidratación.
Jade salió con el ginecólogo, pero regresó unos minutos después.
—Pensaba que te habías ido —comentó Perrie.
—Por Dios... espero que eso sea una broma —sus ojos astutos la escrutaron—. Pero no bromeas, ¿verdad?—
Perrie evitó responder, porque no había sido su intención molestarla.
—Bueno, ahora que estamos solas, al menos podrías decirme cuánto tiempo hace que sabes dónde vivo.—
—Me enteré hoy, al mismo tiempo que supe de tu hospitalización —Jade la estudió con el rostro rígido—. Fui el último de la cadena. Ariana, quienquiera que sea, se puso en contacto con Tulisa Contostavlos, que transmitió la noticia a Niall Horan.—
—¿Tulisa se lo dijo a Niall? —ella enarcó las cejas con sorpresa—. No sabía que se conocieran.—
—Sí se conocen. Es evidente que tu amiga sabe guardar un secreto. Cuando hablé con ella, hace meses, me juró que no tenía ni idea de tu paradero.—
—A mí tampoco me dijo que te habías puesto en contacto con ella —dijo Perrie, desconcertada.
—Niall ha seguido en contacto con ella, y por fin consiguió resultados. Pero él también creía que no sabía dónde estabas.—
—Me sorprende que Tulisa decidiera decírselo a Niall.—
—¿En serio? Contigo a punto de dar a luz, o incluso de perder a mi hijo, era hora de dejar los juegos.—
Perrie captó el núcleo frío de su ira. El mero hecho de que estuviera esforzándose por ocultarla, de que mantuviera una fachada impasible, la advirtió de lo profunda que era su hostilidad.
—Tulisa sólo estaba respetando mis deseos e intentando protegerme...—
—¿De mí? —Jade la miró de reojo y fue hacia la ventana; sus hombros irradiaron la ferocidad de su tensión antes de que se diera la vuelta—. ¿Me merezco eso? ¿Acaso te asusté de alguna manera?—
—No —concedió Perrie.
—Quizá algo que hice te afectó...—
—Estás intentando sonsacarme —dijo ella, mirándolo con ojos velados.
—Necesito saberlo. No quiero que vuelvas a desaparecer sin más —replicó Jade.
—Tú te lo buscaste —dijo Perrie, optando por la honestidad.
—¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo? —Jade la estudió con incredulidad—. ¿Te refieres a la fiesta que organicé para Jesy Nelson? La prensa se cebó en eso, de forma desproporcionada. ¿Eso fue lo que te molestó?—
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De traición y otros tropiezos || Jerrie (G!P) ✓
FanfictionSería su esposa y la madre de su hijo... pero nunca tendría su amor.