#49 fragiles

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(imagen de laila en galeria)

Narra Subaru

Rick estaba totalmente inconsciente y Oriana y yo lo llevamos uno de cada brazo a su habitación. Ninguno de los dos hablo desde que salimos del bar.

Oriana se comportó como una perra y Debrah se excedió con Laila. No quiero ni hablar con Oriana de echo espero olvidar que existe si quiera una posibilidad de que se quede en esta escuela o al menos me dará igual si me voy mañana por la mañana.

Toscamente logramos pasar a Rick por la puerta y dejarlo recostado boca abajo en su cama.

Sin cruzar si quiera una media mirada con ella salí del cuarto y lo que más me fastidio fue que decidió seguirme. Aunque caminaba a paso acelerado ella me seguía desde atrás como si así pretendiese a donde sea que fuera.

Llegué a mi cuarto y con un empujón abrí mi puerta y me adentre, inmediatamente dejando azotar la puerta pero antes de que suceda esta choca con la mano de Oriana y se adentra empujándola igual que yo.

- que haces - su caminar al entrar no se detuvo hasta que llegó hasta mi y su mano se agitó golpeando mi rostro tan fuerte haciendo que tumbe un par de cosas en el escritorio. Permanezco sobrecogido recargado sobre el escritorio no creyendo lo que acaba de hacer.

- tu no sabes la suerte que tienes por qué jamás sabrás lo que es el dolor físico - escupió entre dientes Me hervía la sangre y mi mandíbula y mis puntos estaban apretados. Roce el dorso de mi mano en la comisura de mi boca retirando una pequeña gota de sangre de ahí. Me hergui aspirando una gran cantidad de aire tratando de calmarme para evitar una masacre ahora mismo.

- golpearme una vez más...y te romperé la mano - dije entre dientes

- anda, hazlo...no te aliviará de que te dé la paliza de tu vida si vuelves a humillarla de esa forma–

- te lo advierto Oriana, no quiero hacerlo pero si me vuelves a levantar la mano o a meterte en mis asuntos te voy a golpear –

- quieres saber por qué te abofetie? Para bajarte de esa nube de pedo que te hace creer que eres ese ser perfecto que te has inventado de ti mismo, a ti mismo te enseñas a tratar a las personas como sobras mientras ellas esperan lo mejor de ti y la realidad es que no eres nada especial, eres una triste copia ambiciosa y arrogante de lo que solía ser mi hermano –

- cállate - cerré mis ojos temblando buscando paciencia para no tirarle los dientes

- okey me callo - cambia repentinamente su ceño a una sonrisa cínica mientras tiene sus manos en el aire - hazme callar si quieres - seguís en postura de ingenua - sabes que? No hacen falta palabras para que te des cuenta la mierda que eres porque ya lo sabes! Toda tu puta vida fue una mierda! –

- al menos he echo algo con mi vida sin depender del bolsillo de alguien más - su rostro se tornó nuevamente serio y molesto - todo lo que te hace especial y valerosa viene del bolsillo de tus padres - había hablado desmedidamente pero me sentía bien viendo su gesto de enojo

- adivina qué genio - la sonrisa provocadora volvía a aparecer - crees que valgo algo por mi herencia? Por mi sangre? Por un apellido? Lo que yo valgo no lo saqué de un apellido, ni de una herencia, ni mucho menos de crear apariencias para los demás. Lo gane siendo feliz - un minuto de silencio se hizo en el cuarto mientras ella daba vueltas con las manos en su cadera - !este es mi rostro Subaru! Esto soy yo! No tengo un puto peso, no soy presidenta estudiantil ni tengo un Lamborghini ni un futuro impecable en el deporte o una increíble carrera! Sabes que si tengo? En donde caer cuando ya no pueda, en gente que me quiere y me acepta como soy! Eso como lo compras?. Te juro que moriré siendo auténtica...a ser una triste copia como tú –

Rosa Sangrienta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora