#44 Adictos

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(imagen de laila en galeria)

Narra Subaru

(Zzz)

Un grito desgarrador pero lejano hace que me siente de un salto en la cama de hospital. Permanezco inmóvil a la espera del próximo sonido pero solo se oyen los sonidos de la noche. Siento una sensación extraña, como una angustia qué me inquieta. La forma agitada en que respiro y lo asustado que me siento crean una sensación de peligros en mí, es como si algo no anduviera bien, tengo un extraño presentimiento que me mantiene al borde del ataque de nervios pero...¿por qué?

Miro a mi alrededor y todo está normal, todo en orden pero por qué siento como si no lo estuviera.

Revuelvo mi cabello sintiendo lo húmedo que está a causa del sudor. Siento la boca y la garganta totalmente secas, por lo cual me reincorporo a un borde de la cama y tomo la botella de agua en la mesa de luz para comenzar a beberla con desesperación al punto de deformarla apretándola con mi mano, cada trago provoca una punzada en mi cabeza y un zumbido en mis oídos como si hubiera estado totalmente deshidratado. Luego de bebérmela por completo me concentro en regularizar mi respiración y calmar mis sentidos, en eso respiro muy profundamente sintiendo un cambio en el ambiente, un olor extraño, dulce, intenso, delicioso y familiar.

Huele a sangre, pero huele distinta a cualquier otro tipo de sangre.

No bastante de estar extrañado con eso, un sonido como de alguien o algo masticando es apenas percibible a lo lejos. Es como un...ronroneo...

Totalmente aturdido y confundido por el aroma a sangre salgo del cuarto y camino tras el aroma a sangre y el sonido lo que me lleva a salir del hospital por la parte que conecta con el castillo. Me quedo de pie en un ancho pasillo viendo a mi alrededor como todo estaba oscuro, obviamente por qué es de madrugada pero...hay algo más oscuro como si la noche fuera más gris y le diera una apariencia más fría al pasillo adornado con alfombras rojas.

Camino frotándome uno de los brazos tratando de apaciguar este escalofrío que tengo desde que me levanté.

Camino recto por el pasillo y a medida que sigo el hedor se me va haciendo más familiar lo que me provoca una terrible angustia y miedo.

De repente me detengo al sentir una brisa fría en mi espalda que causa que se me ericen todos los bellos del cuerpo y comience a temblar al borde del grito. El sonido de mastique se detiene junto con todos los sonidos de alrededor dejando sonar solo de vez en cuando un ronroneo muy grave.

Un gemido silencioso sale de mí y permanezco inmóvil al sentirme vigilado por algo. Oigo como el techo sobre mi truena y se acompaña de un gemido ronco y seco casi como un gruñido y no me atrevo a mira hacia arriba, pero no hace falta, cuando algo sólido cae del techo cayendo en seco al suelo frente a mí. Mis ojos se abren de par en par al distinguir esa figura. Quién cayó desde el techo con la garganta destrozada dejando a su alrededor un charco de sangre era laila, Sus ojos estaban abiertos y me veían gélidos, sin su brillo.

Un grito muy fuerte sale de mí al ver tal espectáculo de horror y el gesto en el rostro de Laila viéndome sin vida.

(Zzz)

Abro abruptamente mis ojos tratando de adaptar mi visión borrosa a la molesta luz blanca del hospital. Froto mis ojos para Lugo dar un gran bostezo. Todo a mi alrededor estaba tal cual excepto una cosa. A mis pies se encontraba Oriana abrazada a mis piernas inmovilizándome por completo totalmente dormida con sus pies a mi cabecera. Me incorporo sentándome en el lugar y la observo dormir, tiene una gorra de lana rosa y mi chaqueta del equipo puesta cubriéndole la mitad del cuerpo. Moví un poco su cabello hacia un costado y note que Su nariz estaba roja por lo cual dilucide que debía estar tomando frío.

Rosa Sangrienta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora