#45 león enjaulado

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(imagen de casandra en galería)

Narra Laila
Me encontraba en la cocina de servicio picando verduras que a medida iba añadiendo a una olla puesta al fuego junto a mí. Pensaba hacer una sopa de verduras y llevárselo a dake para que se mejore. Solo podía pensar en que me quedara perfecta para que le encante. Dake ha Sido tan bueno conmigo y luego de lo de esta mañana yo creo que debería retribuirle un poco.

Añadí un poco de pollo y la pasta para sopa a la olla y la puse a hervir junto con las verduras. A los cuarenta minutos retire la sopa del fuego para servirles en un plato con un gran basó de jugo. 

Tome la bandeja y fui directo al cuarto de dake. Hice malabares para subir las escaleras sin que se me cayera algo de la bandeja. No entiendo por qué no utilizan los ascensores, corren rumores de que son trampas mortales. 

Llego frente al cuarto de dake y no es necesario tocar la puerta ya que está abierta y dentro puedo ver a hank caminando de un lado a otro mientras con el dorso de su mano se frota la mandíbula.

- amm..permiso - me adentro lentamente y el alza la mirada cargada de rechazo

 - que haces aquí no te dije que te alejaras!? Problemas Es lo que traes! - me encojo de hombros ante su enfurecida respuesta. Miro a mi alrededor notando el desastre, hay muchas cosas desparramadas por el suelo y algunas están rotas incluso la silla está tirada en el suelo. Los discos de dake rotos, sus dibujos por doquier e incluso cuadros rotos y muchas cosas más.

- que paso aquí - susurro sin dejar de ver atónita a mi alrededor

 - que paso!? El idiota de Subaru paso! Vino a golpear a dake y termine pagando yo! De seguro es tu culpa, él sabe que estás con dake! - me encojo de hombros sintiéndome culpable por todo esto y detrás de Hank estaba dake en la cama cubierto por su manta y completamente dormido...pero él está intacto.
Lentamente camino hacia el escritorio y dejó la bandeja en él. Tímidamente miro a Hank quejándose del golpe que tiene en la mandíbula, su chaqueta está rota por su hombro y la mano que deja colgar está empapada en sangre.

- estás herido - susurro

- no me digas - dice entre dientes - esto me pasa por salvarle las papas al imbécil este - dice con rabia mientras hace gestos de dolor al mover su hombro.
En el suelo vi una toalla y la tomé sacudiéndola para quitar restos de vidrios mientras tanto Hank maldecía caminando de un lado a otro frotando sus heridas - al final los humanos son un puto grano en el culo - me acerco a el y tomo su mano lastimada deteniéndolo. Abro su mano y veo una gran cortada de la cual sigue brotando sangre, sangre oscura, es casi morada.

Con cuidado comienzo a envolver su mano y la verdad no me esperaba tanta tranquilidad de su parte. Cuando alce mi mirada, él me observaba atentamente pero con confusión. Seguí viéndolo a los ojos hasta que acabe y me aparte un poco de él. 

Sin decir nada camine hacia la cama sintiendo aún su mirada en mí, me senté en la cama y miré a dake por un momento, estaba muy pálido, toque su frente y estaba helado justificable también por que no trae camisa.

Con el contacto de mi mano se removió en la cama liberando un ronco quejido. Me di cuenta que en sus la labios y su mandíbula habían rastros secos de la sangre que le hicieron beber. Lo cubri hasta el cuello y me levanté para ir al baño siempre acompañada por la extraña mirada de Hank estático en medio de la habitación. En el baño mojo una toalla con agua tibia y vuelvo al lugar con dake para limpiar suavemente con la toalla en sus labios y mandíbula. por un momento volteó a ver la mirada curiosa de hank y luego nuevamente a dake. En cuanto término me levanto y voy hacia el escritorio donde se encuentra la bandeja. Tomo el plato de sopa y me giro hacia Hank.

Rosa Sangrienta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora