#37 muertos por dentro

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(Imagen de Iris en galería)

Narra Laila
Me desperté estirándome placenteramente en la cama de mi padre. Me gire y recorrí con mi mano la cama en busca de algo que me faltaba. Debí notar cuando me desperté que tenía mucho espacio en la cama. Con flojera abrí mis ojos notando el lugar de mi padre vacío. Las sábanas de su lado estaban frías, lo que me dió indicio de que se había levantado hace mucho. Pero lo curioso es que en el reloj de pared marcaban las seis y cincuenta de la madrugada. Por qué habría de levantarse tan temprano?.

Me senté en mi lugar y recorrí con mi vista el cuarto en busca de él. Pero inclusive la luz del baño estaba apagada.

- papá? - mi voz salió ronca 

Me levanté de la cama y me coloque la bata. Me dirijo a la puerta y la abro inspeccionando el corredor el cual ya se encontraba iluminado por las cálidas luces de techo y con la presencia de algunos profesores. Pero ni señales de mi padre.
A lo lejos Cordelia charlaba casualmente con alguna profesora. Y ella tan bellamente arreglada a estas horas como siempre.
Sentí vergüenza de querer salir en bata con todos estos profesores a preguntarle a ella donde estaría mi papá. Pero no hizo falta ya que ella me vio asomar mi cabeza por la puerta.
Su gesto no fue muy animado, de hecho fue muy triste.
Esta se distanció de la profesora y camino hacia mí.

- hola, cómo estás - sonó lo más normal que siempre 

- y mi padre? - su neutralidad despareció y solo callo en un rostro amargo. Se miró las manos y jugó un instante con sus anillos mientras de mordía la mejilla interna.
- tu padre ya se fue - dijo devolviéndome la mirada.
sentí un gusto amargo en la boca y un revoltijo en el estómago.
Volví a meterme en la habitación en silencio y cerré la puerta con seguro
- Laila...- habla detrás de la puerta
- déjeme – dije con la respiración que provocaba un torbellino en mi pecho y me incitaba a llorar
- linda, hablemos -
- no quiero. Al menos quería que el se despidiera de mi - las lágrimas caían a medida que mi voz se hacía añicos - el solo espero para que creciera y viniera a tu castillo para luego abandonarme. Es así. Se quería deshacer de mi -
- Laila no te hagas esas suposiciones tontas. No es así. Él no quería que vinieras, yo si quería. Yo se lo pedí -
- y por qué querer alejarme de la única familia que tengo - sollocé con la oreja pegada a la puerta
- Laila...yo quería conocerte - guarde silencio mientras sollozaba del otro lado de la puerta - también tu padre es lo más cercano que tengo a una familia - barrí las lágrimas con el dorso de mi mano - podrías abrir cariño? -
Lo dude un instante pero gire la llave y ella de inmediato se adentró en la habitación. Sus ojos estaban rojos con angustia - escucha - se colocó a mi altura - yo como tú también no tengo ninguna familia. Debiste notar el afecto y la confianza que te he dado desde que llegaste. Y es que tú padre y yo somos amigos desde hace siglos, somos compañeros y hemos pasado por mucho juntos y eso los hace a ambos parte de mi - barrio mis lágrimas con su mano - no tienes que decir que tú padre no te quiere por qué te ama con su vida. Eres tanto parte de él como de mi y jamás ninguno te abandonará -
- por qué se fue sin despedirse - absorbí mi nariz
- porque no quería irse. Pero debía y pensó que no querría verte triste por eso - no es lo mejor que pudo haber dicho para animarme - se que eso estuvo mal, intenté convencerlo pero no me escucho -
- por qué estoy aquí -
Su rostro se volvió serio en respuesta
- no puedo explicar razones por que aún eres muy joven pero tal vez a su tiempo...a su tiempo averiguaras más cosas -
- que cosas? -
- puedes conformarte en que te diré solo lo que necesitas saber? - fruncí el ceño confundida
- está bien - asentí y una sonrisa cálida volvió a su rostro y deslizó sus dedos por mi rostro apartándome el cabello de la cara
- tienes miedo de estar aquí? - asentí con la cabeza
- va más allá de lo que he conocido en mi vida y más de las personas con las que he convivido y más sentimientos de los que he sentido jamás -
Coloca ambas manos en mis hombros
- la libertad que has obtenido al estar aquí es parte de crecer, muchas cosas han cambiado y lo seguirán haciendo pero eso es vivir. Te estas volviendo un verdadero humano. Estás aprendiendo a sentir -
(...)
- ten tu chocolate - dijo Rick poniendo una taza de chocolate caliente frente a mi
- gracias - agradecí de bajo humor. El inmediatamente s dió cuenta
- has hablado con Subaru? - se sienta junto a mí. Luego de su pregunta a iris se le salió el chocolate que bebía por su nariz
- y yo por que hablaría con Subaru? - lo miro extrañada
- oye Laila ya sabes sobre el evento de mañana? - iris cambia abruptamente de tema
- has estado llorando? -
- aah, si perdón...no tuve una buena mañana -
- fue por eso que pregunte lo de Subaru pero entonces si él no fue...-
- que tiene que ver Subaru en todo esto -
- oigan no sé que comprarle de obsequio a mis padres para mañana, ustedes que dicen? - iris persistió con su versión del tema
- hablando del rey de Roma...- detrás nuestro paso caminando Subaru con otros chicos. Rick le sonrió pero este no traía muy buena cara. De inmediato Rick frunció el ceño - en serio el no hablo contigo? - pregunta sin quitarle la vista de encima
- sigo sin entender por qué el hablaría conmigo -
- buenos pues el dijo que... - repentinamente el vaso de chocolate de iris volcó sobre toda la mesa empapando todo en ella incluyéndonos a nosotros
- lo siento! Lo siento! Perdón! - se puso de pie nerviosa y comenzó a juntar las servilletas sobre el chocolate
- tendré que cambiarme la camiseta - Rick se miró a si mismo - las veré luego -
- no vendrás a desayunar?
- en realidad iré directo a preparar todo para mañana -
- que hay mañana? -
- es el día anual del regalo. Y también es el día de visita de los padres aquí a la escuela - dijo y luego se dirigió hacia la puerta
- a que se refería Rick? - me voltee a iris que secaba la mesa
- es el día en que los estudiantes intercambian regalos entre ellos mismos y sus padres -
- me refería a lo de Subaru -
- oye Laila...no creo que sea algo importante pero anoche...Subaru fue a buscarte a mi cuarto y se veía algo alterado...no le dije dónde estabas por qué pensé...bueno, que quizá por cómo estaba podría hacerte daño -
- fue a buscarme...a mí? - me sonrojo
- pu-pues así...parece - jugaba nerviosa con sus manos
- te dijo que quería? - trague saliva
- no, a mí no. Como te dije estaban poco exaltado -
- tal vez pasare por la oficina a ver qué quiere -
- escucha laila, realmente opino que no deberías ir me preocupa que pueda herirte o hacerte sentir mal...no creo que valga la pena ir lo que tiene que decir. Siempre te afecta de mala manera lo que dice el -
- iris podría ser importante. Además...no creo que él quisiera agredirme -
Ella suspira pesadamente con un gesto de preocupación
- bien... -
- te encuentras bien? - la miro extrañada
- sí, claro. Ahora ve - asiento y salgo rumbo a la oficina de delegados.
Algo...anda mal. Esto es raro, para que me buscaría y por qué supuestamente estaba tan "nervioso".
Al llegar meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta y me paro en la puerta. Hay gente adentro. Más que de costumbre.
Varios chicas y chicos de todas las formas y edades con ropa casual diferente al uniforme de siempre hablando al parecer cosas importantes.
Me encojo de hombros y entro mezclándome entre algunas personas y pregunto a un chico por Subaru este se voltea y me señala a alguien de espaldas.
Me paro detrás de él quedando pequeña ante su altura. Lleva puesto unos jeans oscuros zapatillas negras y ya camisa larga color beige.
Me aclaro la garganta y lo llamo por su nombre. Pero nada, parece no haberme oído
- Subaru? - insisto y está vez tocó su espalda
Este se voltea permitiéndome verlo a el muy serio y otra chica muy guapa ojos bellamente verdes con cabello corto y desfilado por los hombros.
Pierdo más tiempo mirándola de lo que debería lo suficiente como para hacerme sentir mal a mí misma ya que es alta (muy alta, casi como el) delgada pero voluptuosa y viste de una manera que haría quedar inferior a cualquiera de esta escuela incluyendo a cordelia (y eso que ella es competencia)
- que - dice seco y frío llamando mi atención. Ante su reacción la chica lo ve de reojo. Parece que también noto su reacción.
- hem...- me anule...no sé qué decir, me siento intimidada.
- estoy ocupado, di que quieres - vuelve a hablar con rudeza
- yo eh...iris me dijo que me buscabas -juego nerviosa con mis dedos casi cubiertos por la chaqueta
- ahora no puedo - se dispone a darme la espalda
- pero es verdad? - eso salió de mi de la nada. Este volvió a mirarme serio - que me buscaste anoche? - me sonrojo - por qué? - La chica lo ve con una sonrisa juguetona y luego a mi. Subaru se encoje de hombros al recibir la mirada de esta chica. Que tensión.
- por qué te ilusionas? - habla con sarcasmo.
Por un momento me asusto al oírlo hablar de esa manera y no puedo evitar sentir pena.
- iré a ver qué hace Cordelia - dice ella y le deja un beso en la mejilla antes de retirarse. Al presenciarlo desvío dolorosamente la mirada al suelo
- solo vine a oír que buscabas -
- ya no es importante -
- lo es para mí - me apresuró a decir
- a si? - alza una ceja y se cruza de brazos
- al menos quiero oír algo de ti ya que todo lo que he recibido de ti en todo este tiempo es tu rechazo. todo lo que quieras de mi me es importante -
- para mí lo que te iba a decir dejo de ser importante al igual que tú - sentí un retorcijones al escuchar que yo no soy importante.
- si no lo soy debiste haberme dejado morir cuando tuviste la oportunidad - mis ojos se llenan de lágrimas - ahora sería un agobio menos para ti – parpadeo varias veces
- crees que no me arrepiento? -
De mi sale un suspiro ahogado. El dijo eso...esas palabras salieron de su boca..
Siento que me estuviera rompiendo por dentro
- solo quería escuchar lo que tenías para decirme. Perdón por creer que te importaba - una lágrima se me escapa y me doy la vuelta para retirarme
- anoche fui a verte y me dijeron que estabas con alguien – me voltee hacia el - desde entonces lo que tenía para decirte ya no vale la pena. Me doy cuenta que no vale la pena desperdiciar aliento en alguien como tú - su crueldad me atraviesa y logra que las lágrimas salgan de mi -
- no sé qué hice de malo. Sabes bien lo que ocurre dentro de mí por ti y me has negado la única cosa que yo he querido de ti - dije entre lágrimas y salí de ese lugar, temblando y sintiendo que yo me convertía en esa criatura miserable como el me describió.
- y que es eso que te he negado - oí a mis espaldas. El me había seguido
- no lo sabes? - me voltee a verlo - sabe muy bien de lo que hablo, sabes muy bien lo que siento por tí, y tú siempre me desprecias, antes no eras así, me has hecho a un lado y me has humillado, me haz usado como si fuera tu juguete haciéndome creer que yo te importaba. Que te he hecho yo para recibir este trato. Que sacaste tú de jugar conmigo y de hacerme sufrir -
- y si te trato tan mal por qué siempre regresas? -
- por qué te amo estúpido!...con toda mi alma- mi corazón da un vuelco. Ya no sé qué hacer, siento que voy a morir. Acabo de ser sincera con el cómo conmigo misma. En estos momentos me resulta más humillante que liberador, por que abrir mi corazón para el es solo para que lo ataque y lo haga pedazos.
Incluso el parece tan aturdido como yo.
con que agresión responderá el ante tal confesión?
- que sabe una niña cómo tu del amor - lo sabía...
Se dispuso a ignorarme y a regresar a la sala
- dime una cosa. Alguna vez sentiste aunque sea un poquito de cariño por mi? Me quisiste alguna vez? - se dió media vuelta y me miró
- quieres saber la verdad? -
- por favor...- suplique
- si, antes sentía cosas por ti. Pero siempre logras matar cada pequeñito sentimiento que tengo hacia ti - baje la mirada mientras las lágrimas brotaban.
Nada más que decir.
Me di la vuelta y me fui.
Caminé sin rumbo... Pensante, parecía un zombi caminando.
Llegue al patio. Estaba helado, el suelo escarchado y yo desabrigada.
No me importa, no me importa morir helada aquí afuera si es posible. El frío no me preocupa.
Me senté en un banco a dejar que todo lo procesado fluya.
Mi corazón latió fuerte a un ritmo poco común, el aire me escaseaba, sentía un zumbido en mi pecho a la vez que un nudo en mi garganta. Me tambalee en el lugar y lleve una mano a mi pecho el dolor no es ni psicológico ni sentimental, verdaderamente mi corazón no late bien. No puedo respirar, me siento muy mal y mareada, pero no me preocupa.
Me quedo inmóvil mirando al suelo, este de repente se torna borroso, me voy hacia él y siento el suelo escarchado en mi mejilla cuando todo se vuelve obscuro.
Narra Subaru
La taza con café cae de mi mano explotando en el suelo. Tocó mi rostro pero no lo siento y me falta el aire.
Pierdo el equilibrio y me sujeto de una silla pero mis brazos ceden y la silla también, caigo al suelo.
- Subaru! - exclama Kendra corriendo hacia mi
tiemblo. Una lágrima escapa de mí. Me siento débil, cansado, frío...dolido..
Dolor...siento dolor...
- qué pasó - pregunta
- no lo sé – digo apartándola de mi lado
O si....laila...fue laila. Esta sensación de peligro que me da cuando algo le sucede, como en mis sueños.
Narra Laila
no siento nada de mi cuerpo. Tampoco veo bien, solo distingo una figura que se acerca a mí y me elevo por los brazos de esta figura, mi cuello cuelga y cierro mis ojos.
- estás bien - susurra envolviéndome en algo
Frío... Hace demasiado frío.
(Cuatro horas después)
Desperté boca abajo
Sin abrir los ojos respire tan profundo que inhale un suave olor a gel de cabello y colonia masculina.
Abrí los ojos dejando que la cegadora luz de la ventana me obligará a apretarlos.
Junto a la jaqueca llegó el mareo. Sin entender que pasaba me quedé quieta, me concentre y tranquilice y me puse a pensar en todo a mi alrededor.
Mire cansada mi puño cerrado junto a mi rostro en la almohada casi cubierto por una lana suave. Mire el color de la ropa de cama color azul oscuro e inhale el perfume nuevamente. La suave cama ancha cargada de varias colchas tibias que me envolvían y tragaban en el colchón. Me siento como en un malvavisco.
...donde estoy...como he llegado aquí.
Me gire con cuidado y lentitud sintiendo dolores punzantes en mi cabeza.
Recorrí el techo blanco y descendí a las paredes llenas de pósters de bandas metálicas más que otras, también una guitarra acústica colgaba de ella. En el suelo otra guitarra pero esta es eléctrica y ropa y papeles tirados por doquier. Al fondo una tele con su consola, equipos de música y bibliotecas con cds, escritorios, etc.
Mire junto a mí la mesilla de luz.
Una lámpara de lava, botellas de cerveza y un cenicero con colillas de cigarro...
Huh... cigarros, ya se dónde debo estar.
Toque mi frente y sentí algo pegado en ella. Era una bandita adhesiva.
Apreté los ojos he intente sentarme y el dolor de cabeza fue peor.
- no deberías hacer eso - oí una voz masculina muy peculiar.
Sentado frente al PC, encorvado y sin camisa dibujando, es Dake.
Baje un pie fuera de la cama y me senté en el borde con una mano en la frente.
- que haces - se puso de pie rápido y vino hacia mí al verme - no te levantes -
- estoy bien - dije débil
Me puse de pie y me quedé quieta un instante.
Mis ojos siguieron adormilados.
Di un paso y mis pies se cruzaron. Casi caigo pero su mano me sujeto del brazo.
- gruñona...y además testaruda - dijo para sí mismo e inesperadamente me levantó de los brazos como a una niña y me sentó de nuevo en la cama.
- no hagas eso - dije somnolienta
- que cosa? - se recarga en el escritorio detrás de él.
- levantarme como si nada -
- entonces no te levantes -
No digo nada. Me quedo en el mismo estado en el que me quedo por las mañanas cuando despierto; cansada, floja, y estática mirando un zapato. Pero más que zapato observo desde un ángulo muy favorecedor a él...sin camisa...frente a mi recargado en el escritorio. De verdad pienso...el pantalón le cae un poco por la parte de adelante. Tiene las típicas marcas de los hombres a los costados con sus venas que bajan del abdomen hacia...
- encontraste algo que te guste? – parpadeo varias veces y me sonrojo.
Se aguarda un incómodo silencio en el que solo me mira fijamente. Evito el contacto visual a toda costa.
Froto mis manos y miro a mí alrededor inspeccionando más a fondo la habitación.
Rústica...pero desordenada.
Me observé a mí misma y note un suéter de lana negra muy suave y perfumado.
-es tuyo? - pregunté acariciando la tela
- si -
Y volvió el silencio. No hacía nada más que mirarme fijamente. Yo solo agachaba la cabeza y lo veía de vez en cuando a los ojos. Simples miradas rápidas.
- por qué estoy aquí? -
- por qué yo te traje -
- se más concreto - pedí
Solo me miraba y contestaba sin esquivarme la mirada
- estabas tirada en el patio. Estaba nevando...estabas cubierta de nieve - de inmediatamente toque la bandita en mi frente.
- creo que...me desmaye - volví a mirarlo años ojos - gracias - no inmutó ninguna expresión.
Esto se está tornando muy incómodo, demasiado incómodo y raro.
- que pasa - me atreví a preguntar
- con que -
- siento que...me estás viendo raro -
- tu eres rara - fruncí el ceño confundida
- en que aspecto? -
- no lo sé...eres tan frágil - me encojo de hombros - tus expresiones, tu anatomía, tu comportamiento incluso hasta tu olor se me hace raro - hace una pausa corta - eres algo absolutamente diferente -
Un mal recuerdo vino a mi mente
- lo diferente a veces puede ser algo aburrido ¿No crees?. Después de probar algo diferente la gente se cansa y vuelve a lo habitual - digo con un sabor amargo en la boca
- a la gente le aterra lo diferente - me da la espalda y camina hacia dónde hace algunos momentos dibujaba - sin embargo...- vuelve con una hoja en su mano - a mí me gusta correr los riesgos - me entrega una hoja. La tomó y observo su contenido.
Era yo...

Rosa Sangrienta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora