24. Ingredientes

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Los días pasan lentamente y cada vez siento que hace más calor. El tiempo se detuvo el mismo día que leímos las notas, desde entonces, nada ha vuelto a ser igual.

Cada vez que me habla me recorre un escalofrío por todo el cuerpo y sus palabras se sienten forzadas. Aún así, intento no darle mucha importancia y centrarme para que podamos salir de aquí lo antes posible.

–No hace falta que te comas la cabeza de ésta manera, no hay ninguna prisa –me dice cuando estamos relajados en la cama.

–¿No quieres salir de este infierno abrasador? ¿Volver a estar con tu familia y amigos?

–Ningún lugar es un infierno si estás tú.

–Ya pero... –me besa sin dejarme terminar la frase.

Ni que esto fuese un paraíso donde querer quedarse... No entiendo lo que le debe pasar por la cabeza pero, no estoy dispuesta a quedarme quieta. Dejando de lado las dudas que están surgiendo con él, tenemos que avanzar con el tema de salir de aquí y si él no me ayuda tendré que ir por mi cuenta. Ésto no son unas vacaciones.

Me levanto de mi cama y subo a la terraza.

–¿Dónde vas?

–A respirar y a pensar.

Si en Ark había cuevas y artefactos con los que despertar a los Bosses, imagino que aquí no será menos. De repente se me enciende la bombilla. Bajo las escaleras y salgo de casa.

–Ahora vengo –digo antes de cerrar la puerta.

Para cuando él reacciona y sale de casa, yo ya estoy en el aire dirección a una de las Arcas más cercana, la Roja. Volar se me hace sencillo, como si me supiera todas las rutas hacia mis destinos, es una sensación agradable.

Al llegar allí, inspecciono los alrededores y bajo de Haru tranquilamente viendo que no hay ningún riesgo. Me acerco al centro de la plataforma e interactuo con el extraño pilar que hay ahí. Se abre una pantalla holográfica con información sobre una criatura.

Al principio no entiendo muy bien lo que es, pero empiezo a pensar en los Bosses del otro lugar y las piezas empiezan a encajar solas: 3 artefactos y 3 tipos de garras se necesitan para invocar a la Manticora, el Boss de éste lugar.

No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que las garras pertenecen a los Wyverns que vimos semanas atrás. Fuego, relámpago y veneno. Habrá que ir de caza, pero me pregunto cómo conseguiremos matar esos enormes y veloces animales.

Tengo que volver a casa y contarle mi descubrimiento para empezar a trazar un plan y conseguir nuestro siguiente objetivo. Las notas ya quedan atrás. Nueva misión: matar Wyverns.

ARK: Tierra ArdienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora