No debiste volver | [D.M]

Capitulo 30: El perdón.

Volví a pasar mi mano por su rostro. Estaba frío. Solté un lamentoso gemido prohibiéndome llorar de nuevo. Dije que me gustaba verlo dormir, que parecía en calma cuando lo hacía, pero no me gustaba que sea de esta forma. Ahora mismo, ansiaba ver sus ojos grises y que me sonría, que me hable, como lo había hecho horas antes.

- El estará bien, señorita Black – dijo Dumbledore – temo decir que usted ha hecho un increíble trabajo con la herida del señor Malfoy.

No le di importancia a lo que dijo, mi mente ahora pensaba en una sola cosa. ¿Por qué Harry hizo eso? Entendía que pensara que Draco era un mortifago, estaba en lo cierto, ¿pero que sucedió para que lo hiciera? Harry no parecía ser del tipo de persona que maldecía y hería a gente apropósito, quería saber que demonios paso en realidad.

- ¿Es la primera vez que pasa? - preguntó Dumbledore. Lo miré confundida.

- ¿Qué cosa?

- Su hechizo, el que salvó a Draco. ¿Es la primera vez que pasa?

- Oh... sí. No entiendo que sucedió.

- Es bastante interesante lo que tu magia puede llegar a hacer, Aadhya. Estas bendecida con un poder sanador increíble. El señor Malfoy tiene suerte de que lo hayas encontrado.

No sabía que pensar sobre eso, no sabía que demonios había sido. Me asustaba y me alegraba ver lo que era capaz de hacer. Había sido todo tan... extraño. La manera en la que deje de sentir mi cuerpo y este parecía ser manejado por si mismo para salvar a Draco.

- Ocurrió de nuevo – dije de repente. El profesor me miró sin entender – las visiones. Me llegó involuntariamente.

- Supongo – dijo luego de meditar un rato – que eso sucede cuando el peligro esta realmente cerca. Veamoslo como una ventaja, Aadhya. Ahora, ¿por qué no vas a cambiarte y descansar un poco? Puedo jurar que su novio estará en su lugar cuando regrese.

Sonreí a medias y forzosamente, plante un beso en la frente de Draco y salí de allí sintiéndome pesada de repente. Estaba muy asustada y triste. Asustada por Draco, triste por Harry. Intentaba poner mi cabeza en frío y pensar que había alguna razón por la que haya pasado todo esto. Harry... él era el bueno, él no haría algo así. Tendría que haber una maldita explicación y yo debería dejar de llorar. Pero mis lágrimas siguieron bajando cuando entre a la Sala Común. No quería hacerlo, me asustaba y no estaba lista para enfrentar a Harry, y supongo él tampoco estaba listo para enfrentarme. Debí haber saltado por las escaleras.

Cuando entré, él estaba de pie en medio de la Sala. Ron, Hermione y Ginny estaban con él. La mirada de Harry denotaba preocupación, miedo... y arrepentimiento. Él no pudo haberlo hecho apropósito.

- Aadhya... -dijo.

No sabía que hacer. Si acercarme, si subir directo a mi habitación o si salir corriendo. Mi estomago se retorcía y mi pecho se aceleraba. Me estaba entrando pánico haciendo que mi respiración se acelere.

- Aadhya, lo siento – volvió a hablar – no quise... no sabía que era ese hechizo.

- ¿Por qué? - gimoteé.

- Yo... no quise...

- Uso un hechizo del principie – dijo Hermione acercándose a mi para contenerme – no sabía para que era el hechizo. Simplemente lo leyó y lo uso.

- No deberías usar hechizos que no conoces, idiota – escupí enojada.

- Aadhya...

- ¡Estoy furiosa contigo! ¿Por qué eres tan estúpido? ¡Estuvo a punto de morir! - volví a exclamar mientras lágrimas corrían por mi mejilla.