Desperté esa mañana por culpa del frío que calaba mis huesos. Abrí los ojos y miré hacía el frente: la cama de Hermione ya estaba perfectamente hecha.
- Accio manta – murmuré entre dormida levantando una mano. Una frazada grande y gruesa llegó a mi y me cubrió dándome calor. Me acurruque bajo esta pero no pude volver a lograr conciliar el sueño por lo que me puse a pensar. Aquella pelea con Pansy, la discusión con Draco y cuando dijo que me quería. Sonreí instintivamente. Me sentí plena pero luego recordé lo que Hermione había dicho. No debía ilusionarme, no después de todo lo que paso.
Me quede en la cama durante un rato más hasta que me decidí por levantarme. La nieve se arremolinaba contra la helada ventana, eso explicaba el por qué tenia tanto frío. Fui al baño para asearme y luego volví a la habitación para vestirme: las mismas botas militar, unos vaqueros, una remera verde lisa y un suéter arriba. Tome un peine y cepille mi cabello; las únicas veces que lo hacía era luego de bañarme. Me maquille frente al espejo donde pude visualizar las marcas de los rasguños que me había dejado Parkinson. Zorra. Tome un abrigo más porque aun sentía frío, y baje a la Sala Común. Ninguno de mis amigos estaba entre el tumulto de gente que aun celebraba una fiesta fantasmal por lo de ayer. Yo no estuve en ella, ya que estuve junto a Draco y luego junto a Theo así que volví pasada la media noche para dormir.
Mis amigos se encontraban en el Gran Comedor, excepto Hermione. Me acerque a ellos y tome asiento junto a Harry.
- ¿Qué tal todo, niños? - dije sonriente mientras servia mi desayuno.
- De maravilla – respondió Ron – por cierto Aadhya, umm, gracias por lo de ayer.
- No hay de que, pelirrojo.
- ¿Dónde estuviste ayer, Aadhya? - preguntó mi primo.
- Sí, te perdiste de la fiesta.
- Estaba consolando al perdedor de Nott – sonreí - ¿estuvo buena?
- ¡Estupenda!
- Sí, salvo que... - comenzó a murmurar Harry hacía mi pero se vio interrumpido por una chica de cabello castaño rojizo. La chica, cuyo nombre era Lavander Brown, tomó al pelirrojo del rostro y lo beso profundamente. Por alguna razón, esto solo me sorprendió a mi ya que Harry movió la cabeza hacia otro lado, incómodo. Y los demás en la mesa solo miraban con gracia, asco e indiferentes.
- Eso.
- ¿De... de qué me perdí, Harry? - susurré a mi primo.
- Amm – carraspeó – pues, como ves, Ron tiene una novia.
- ¿Novia? ¿Y cómo se lo tomó Hermione?
- Solo se largo llorando. ¿Ves esas marcas en la mano de Ron? - observé lo que me dijo. La mano de Ron sujetaba la espada de Lavander y en ellas se mostraban pequeños cortes – Hermione le lanzó aves.
Me sentí mal al recordar como ella estuvo consolándome y yo no estuve cuando más lo necesitaba. Debía remediarlo así que levante la vista para encontrar la ella pero no estaba.
- ¿Sabes dónde está ahora?
- No tengo idea – dijo Harry – pero creo que lo mejor es dejarla sola. Está muy molesta. Luego hablarás con ella.
- Entiendo.
- ¿Vamos al campo de Quidditch?
- Sí – habló Ron separándose de la intensa de su nueva novia – necesito un descanso. Tantas tareas me agobian.
- Me sumo – rió Lavander y luego volvió a capturar los labios de Ronald.
- No. Tu no estas invitada.
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No debiste volver | [D.M]
FanficA veces creo que solo estaba enamorada del recuerdo que tenía de él, por eso ponía tanto empeño. A veces creo que perdí mucho tiempo con ese juego, que en realidad para mi no lo era. Tal vez... tal vez si todo hubiese sido diferente desde el comienz...