Capitulo 31: La confesión.

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- ¿A los chicos les gustan las flores? - pregunté viendo un par de tulipanes que me entregaba Dobby.

- No estoy segura – comentó Hermione, sirviendo el café en una taza.

- Oh – Zora rodó los ojos – solo ponlo allí, de todas formas le gustará.

- De acuerdo.

Puse los tres tulipanes amarillentos en una pequeña jarra y proseguí a servir el desayuno en la bandeja. Junio llegó rápido y me levante temprano para servirle a Draco un desayuno especial, levantando a Hermione y Zora conmigo para que me ayudaran ya que yo de estás cosas no entendía mucho.

- No recuerdo la última vez que hiciste un regalo así por alguien, Aadhya – dijo Zora un tanto malhumorada sentada en la mesa con una mano sujetando su cabeza.

- Creo que fue por Ron, ¿recuerdas? - le dije a Hermione quien sonrió asintiendo – la caja con dulces.

- ¿Y que hiciste por mi? - preguntó con un deje de indignación la pelirroja.

- Pues... no lo se – me detuve un momento tratando de recordar - ¿fuimos a una fiesta?

- Sí, a una fiesta – murmuró.

- ¿Y recuerdas de quién fue la fiesta? - pregunté prosiguiendo a colocar un plato con waffles y unos malvaviscos al costado. Sabía que de niño le gustaba mucho eso, esperaba que su gusto no hubiese cambiado.

- Mía – volvió a murmurar.

Me detuve para pensar de nuevo, había olvidado por completo que ella había hecho su fiesta de cumpleaños antes de que comenzaran las clases. Como sea, me hundí de hombros.

- Lo había olvidado – dije sin darle importancia.

- Lo note.

- ¿Tu que hiciste para tu cumpleaños, Aadhya? - preguntó Hermione jugando con los cubiertos.

- Ir a la escuela – reí.

- ¿Cuándo es?

- El primero de septiembre. Un tanto lamentable pero no me quejo.

Terminé de preparar la bandeja del desayuno y miré la hora en el reloj pulsera de Hermione. Faltaban 15 para las 7, hora en la que normalmente Draco despertaba.

- ¿Y luego que harán? - preguntó la castaña.

- Bueno – sonreí – supongo que tu sabes.

- Cuídense – dijo en tono firme pero aún sonreía. A Hermione le había contado todo luego de que paso, era a la única ahora que lo pensaba. No había mencionado le tema con Zora, por alguna razón.

- ¿De que hablan? - preguntó a pelirroja mirando con recelo. Esta mañana se encontraba de muy malhumor, no entendía por qué. Cuando nos encontramos fuera de la cocina, estaba casi radiante pero al darse cuenta de que Hermione también estaba conmigo, se amargó. Tal vez esté celosa, lo cual era curioso, no creí que sus celos aumentaran luego de todo este tiempo.

- ¿No le contaste? - dijo Hermione juguetona poniéndose a mi par, en frente de Zora.

- Es que no he tenido tiempo – dije. Era mentira, no quería contarle a Zora sobre eso, aún no me sentía en plena confianza.

- Pues hazlo – demandó haciendo un ademan de mano.

Proseguí a contarle como había sucedido todo aquella noche luego del partido de Quidditch. Como empezamos, como terminamos y el por qué me veía algunas veces durante las mañanas escapando a hurtadillas de la Sala Común de Slytherin. Pero a diferencia de Hermione, quien reía tontamente, Zora tenía el rostro serio y casi inexpresivo. Tenía la sensación de que estaba molesta pero no estaba segura, su rostro normalmente se ponía rojo cuando se enojaba.

No debiste volver | [D.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora