- Deberías alejarte de la ventana, Ad – dijo Theo en tono de reproche entregándome una taza de café.
- No te preocupes, se fueron hacía Borgin & Burkes – respondí para luego tomar un sorbo del café. El líquido bajo por mi garganta calentando por donde pasaba.
- Te ves muy diferente así – dijo sonriendo.
- ¿Así como?
- Así... con ese aspecto.
- ¿Con ropa de niño? - sonreí.
- Sí, con ropa de niño.
Últimamente solo vestía la ropa de Theo ya que mi ropa había quedado en la escuela y, por más que Theo se ofreciera a comprarme, cosa que no acertaría jamás, su ropa estaba bastante cómoda. Ahora mismo llevaba un remera blanca que ajuste con magia sin varita, su camisa azul de a cuadros y unos pantalones cortos que también ajuste a mi cintura.
- Tengo que admitir que los chicos visten sumamente cómodo – dije sonriendo luego de beber otro sorbo.
- Las ventajas de ser hombres y no tener que intentar verme bien todo el tiempo.
- Es cierto, ni lo intentan - reí levemente y volví a poner mi vista en la ventana.
La vista daba hacía un lado del callejón completamente vació, aunque casi todo el Callejón Diagon estaba casi abandonado. Solo un par de personas pasaban por allí. Gente que vivía aquí dentro o gente que no le tenía miedo a las adversidades.
- ¿Crees que ahora es seguro comunicarme con ellos? - pregunté cuidadosamente a Theo.
- No me da muy buena espina – dijo – pero podrías intentarlo.
- ¡Lo haré! - exclamé emocionada haciendo que él sonriera - ¿Tienes lechuza?
- Puedes usar a Zita – dijo señalando hacia el negocio más no a la lechuza – la usan los gemelos para hacer mandados. Te dejaré para que hagas tus cartas.
- De acuerdo – sonreí y el salió de la habitación.
Me levante emocionada en busca de papel y pluma en la mesita de luz junto a la cama. Tome 3 pergaminos y una pluma de pavo real junto a su tinta, luego me volví a la mesa pensando en que podría escribirle a Harry. Había pasado una semana desde que me fui, una semana desde que ellos no saben nada de mi ni yo de ellos. Necesitaba saber como estaban, que pasaba ahora, cual era el plan.
Rayo:
Estoy a salvo pero no por mucho según dicen. Mi novio de comienzo de año me cuida en su casa y también hay fotocopias, aunque supongo que eso ya lo sabes, me dijeron que te informarían y espero que lo hayan hecho. Estoy preocupada por ti, no me siento del todo bien desde la última vez y necesito que me respondas cuando debemos vernos, tienes que contarme sobre la aventura. También necesito saber, ¿qué es lo que sigue? ¿qué tienes que hacer? ¿en qué puedo ayudarte?
Responde cuanto antes, por favor. Pero no esas preguntas, solo dime donde vernos y allí estaré para ti.
Te quiero.
Tu niña especial.
P.D: ¿Conoces el cuento de Los Merodeadores? Supongo que allí empezamos.
Tal y como me pedían, códigos. Había puesto "rayo" por él, "mi novio de comienzo" por Theo, fotocopias por los gemelos, "niña especial" por mi y sobre los merodeadores por si no entendía que era yo. Mi padre nos había contado una historia sobre ellos un día y luego de eso comenzamos a llevarnos bien. Enrolle el pergamino y lo ate con una pequeña cinta roja que también había encontrado en los cajones para luego ponerme a escribir la próxima carta.
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No debiste volver | [D.M]
FanficA veces creo que solo estaba enamorada del recuerdo que tenía de él, por eso ponía tanto empeño. A veces creo que perdí mucho tiempo con ese juego, que en realidad para mi no lo era. Tal vez... tal vez si todo hubiese sido diferente desde el comienz...