31- La distracción

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Canción del capítulo: Apologize - OneRepublic.

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La inseguridad no estaba en ella, pero sí en él.

JÚPITER

Allen y Valerie vuelven a la clínica y traen distintas golosinas para alimentarnos a todos. Christine y Valerie se sientan a hablar en un rincón junto a Oliver y Sami, mientras Allen se afirma a mi lado en el marco de la ventana.

—¿Qué te traes? —pregunto al verlo sonreír mirando la publicidad en la que Christine y yo somos protagonistas.

—Mierda, Jup, lucen increíbles. Esa fotografía representa mi bisexualidad.

—Imbécil —río y le golpeo la nuca con la mano—. Recuerda que esa preciosa chica es mi novia.

—Créeme que lo recuerdo. Pero no soy de palo.

Su mirada se pierde mirando los edificios de alrededor, y entonces reacciono: Allen lleva días callado, mucho más silencioso de lo normal; algo le pasa, soy su mejor amigo y no me había dado cuenta de eso gracias a la nube en la que vivo desde que Christine y yo estamos juntos.

Maldición.

—Hermano, ¿qué ocurre?

Él sonríe de manera triste y poco a poco sus ojos se van llenando de lágrimas. Si hay algo que siempre he admirado de Allen es que expresa lo que siente y dice lo que piensa sin importarle lo que opine el resto. Siempre ha sido así, pero creo que esta es apenas la segunda vez que lo veo llorar y no puedo evitar sentirme un poco incómodo.

—Pensé que la peor decepción de mi vida habían sido mis padres negándome su apoyo cuando más los necesitaba, Jup, pero es aún peor darte cuenta de que la persona que amas no siente lo mismo por ti y jamás lo hará.

—¿Hablas de...?

—Valerie.

—¿Por qué rayos piensas eso? —lo tomo del brazo y tiro de él alejándonos por el pasillo.

—No soy tonto, Júpiter. Últimamente he pasado mucho tiempo en la casa Rogers y me di cuenta de que Valerie está enamorada de Sami.

Mierda. Christine me había comentado algo parecido, pero según ella lo que Valerie sentía por Sami no quedó en más que un enamoramiento de niños.

—No saques conclusiones apresuradas, Allen.

—No lo entiendes. ¿Te has dado cuenta de cómo lo mira? ¿De cómo lo escucha y le presta atención cada vez que él habla? Demonios, si hasta se sonroja cuando él le pregunta cómo va su embarazo —Allen se limpia las lágrimas con brusquedad y cierra los ojos intentando calmarse.

—Ven acá —lo abrazo, él se resiste un poco pero finalmente lo acepta y me devuelve el abrazo—. No es bueno que guardes sentimientos negativos. Intenta...

—Sé lo que quieres decir, pero no tengo nada en contra de Sami, y lo digo en serio. Es un tipo genial que siempre está ahí para nuestras chicas. Y me gustaría que Valerie me quisiera algún día como lo quiere a él.

—No te atormentes.

—Me duele que mientras yo pienso en un futuro juntos con nuestro hijo, ella piensa en formas de romper conmigo. Maldición, Júpiter, nunca me había sentido así...

Allen está rompiendo mi corazón sin siquiera proponérselo. Soy su mejor amigo y no sé qué demonios decirle para ayudarlo.

—Estoy contigo, Allen. Lo sabes, ¿verdad? No vuelvas a ocultarme tus problemas porque estoy aquí para escucharte y para ayudarte en lo que pueda, imbécil.

La Regla Frost © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora