42- Caída libre

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Canción del capítulo: Us - James Bay

Capítulo con mucho diálogo.

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¿Por qué no derrumbarse, si hasta el Titanic se hundió, siendo que era el barco más grande y fuerte de su época?

19 de diciembre, 2013

JÚPITER

—¡Al fin te encuentro! —exclama Allen dejándose caer a mi lado en una de las sillas de la biblioteca, interrumpiendo mi estudio—. Vaya, creo que nunca había entrado a este lugar en todos los años que llevo en el colegio.

—Pues no te haría mal leer algo que no sean las enciclopedias de tu abuela, ¿no crees?

—¿Piensas que no leo otra cosa? Pues mira —deja su mochila sobre la mesa y comienza a sacar de ella una infinidad de libros—: "Mi embarazo y yo", "Guía para padres de hoy", "Y ahora qué hago: Guía para adolescentes embarazadas", "El desafío del Amor para Padres", "Neuroeducación para padres", "¡Socorro! Padre novato..." ¿Quieres que siga?

—¿Pero tú tienes por mochila el bolso de Hermione o qué, Allen?

—Pff, ojalá. Pero no, simplemente aprendí a organizar mi espacio. ¡Dios, estoy convirtiéndome en chica! Turbo, ¿sigues ahí abajo?

—¿Turbo?

—Mi pene, Jup.

—Joder.

—El tuyo se llama Frosty, no te hagas el virginal conmigo. Mira que no has querido decirme qué hicieron Christine y tú esa noche en el hotel —mueve sus cejas de arriba abajo de forma sugestiva—. Al fin tuvieron sexo, ¿verdad?

Vuelvo mi vista a los libros y decido cambiar de tema. Allen es mi mejor amigo, pero ni por eso le daré detalles de mi intimidad con Christine.

—Valerie te tiene ocupado reuniendo información, ¿eh?

—¡Ojalá fuese Valerie! —chilla, y de inmediato la bibliotecaria, una vieja amargada de casi setenta años y gruesos lentes, nos hace callar—. Es don Valerio el que nos tiene preparándonos como locos. A la pobre Val la tiene peor. En las noches la hace dormir escuchando a Mozart para que el bebé se vaya acostumbrando y se haga más inteligente. Por cierto, ¿sabías que el nombre completo de Mozart era Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilius Mozart?

—Déjame adivinar, lo leíste en...

—En una enciclopedia, obvio —comienza a guardar los libros de vuelta en la mochila, ordenándolos con concentración—. ¿Te gustaría leer alguno?

—No, gracias. No quiero ser papá aún. Christine y yo estamos lejos de esa etapa.

—Van en serio.

—Te dije que no quiero ser papá aún, Allen.

—¡"Aún"! Esa es la palabra clave, Jup. Y mencionaste a Christine, lo que quiere decir que piensas en ella como la madre de tus futuros hijos. ¡Joder, qué hermoso! ¡Júpiter Frost tiene corazón! ¡Derríteme con tu ternura, papi!

—¡Silencio ustedes dos!

—Y hablando del bebé, ¿cuándo sabrán el sexo? —pregunto, ignorando a la vieja.

—¡Mañana! Por eso estoy tan exaltado. ¡Me estoy jodiendo de nervios!

—¡Silencio, por favor! —gruñe la bibliotecaria, y Allen le lanza un beso de disculpa que a ella no le agrada en lo absoluto.

La Regla Frost © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora