Canción del capítulo: Youngblood - 5 Seconds Of Summer.
(Una de mis canciones favoritas)
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Cinco conejitos salieron a pasear.
Dos de ellos, guiados por los celos, comenzaron a pelear.
El tercero sonrió, él estaba allí por amistad.
La cuarta suspiró implorando paciencia, mientras la quinta y última moría, cabalgando en la abstinencia.
CHRISTINE
En ese momento, las luces de emergencia del hotel se encienden con un resplandor verdoso y confirmo mis sospechas: Júpiter está sobre mí.
—¡Quítate! —gruñe Lisboa a mi lado golpeando a Allen, que ha caído sobre ella.
Pero Júpiter y Allen no son los únicos, ya que Franklin está atravesado entre ambos, y los cinco somos un enredo de pies, brazos y cuerpos. Creo que las mejores orgías sentirían envidia de nuestras posiciones en este momento.
—¡Allí están!
—¡Atrápenlos!
Varios guardias aparecen doblando la esquina del pasillo y caminan hacia nosotros a toda velocidad.
—¡Mierda, ahí vienen! ¡Vamos, vamos!
Siento el cuerpo adolorido, sobre todo mi trasero y nuca. Apenas puedo enderezarme, pero Júpiter me levanta de un tirón y echa a correr hacia la salida del hotel sin soltar mi mano.
¡¿Pero qué carajos está pasando?!
—¡Corran, perras, corraaaaaaaaaan! —exclama Allen encabezando la huida, agitando los brazos como maniático—. ¡Piensen que el payaso asesino los persigue, un monstruo con una moto sierra, corraaaaaaaaan, jodeeeeeer!
¿Acaba de llamarme perra?
—¿Por... qué... corremos...? —logro preguntar entre jadeos mientras salimos al exterior. El aire frío me envuelve de inmediato, haciéndome estremecer.
—¡Es culpa de éste imbécil celoso y egoísta! —grita Franklin apuntando a Júpiter.
—¡¿Mi culpa?! ¡¿Mi culpa?! —gruñe Júpiter con rabia—. Si no hubieses abierto esa bocota tuya...
—¡Aquí, aquí!
Todos abordamos el primer vehículo a nuestro alcance, que resulta ser la carroza nupcial tirada por burros, ¡sí, burros! que usaron los novios para venir hasta acá desde la iglesia, mientras los guardias también salen del hotel y nos pisan los talones. Allen agarra las riendas y comienza a moverlas para que los animales avancen.
—¡Maldita sea, ¿no pudieron usar caballos en lugar de burros?! ¡Burros! ¿Quién mierda usa burros en el siglo veintiuno?
—¡Cállate y hazlos avanzar! —chilla Franklin—. ¡Sacude las riendas! ¡Con ganas!
Ojalá Sami estuviese aquí. Estoy segura que habría gozado ser parte de esta escena que parece sacada de una mala comedia hollywoodense.
—Por cierto, los burros pueden vivir por más de cincuenta años y...
—¡Allen!
—¿Qué? Lo leí en una...
—¡Allen, cállate y conduce! —exclama Júpiter.
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La Regla Frost © ✔️
Roman pour Adolescents[HISTORIA COMPLETA] Libro #1 de la trilogía "Guerreros contemporáneos" Júpiter Frost tiene todo para cumplir con el modelo del típico chico rompecorazones de su colegio, pero no lo es. De hecho, él es reservado, serio y silencioso, algunas veces inc...