24- Seguir a mi corazón

16K 1.7K 829
                                    

Canción del capítulo: The Nights - Avicii (Recess cover) / Pueden encontrarla en YouTube.

——————

Si ya conseguiste al chico, defiéndelo.

04 de noviembre, 2013

JÚPITER

Christine se ha negado a que pase a recogerla para ir al colegio. Dice que, aunque ella y yo somos novios, Sami sigue siendo su mejor amigo y no va a cambiarlo tan pronto. Y lo entiendo, ya que hace apenas una semana que ella y yo estamos juntos.

Al llegar al West, usualmente lo primero que hacía era buscar a mis amigos del equipo de fútbol y Lisboa se colgaba de mi brazo. Ahora las cosas han cambiado, porque sólo hay una persona, una chica de cabello negro y hermosos ojos azules en mi mente.

Nadie más.

Christine y yo hemos sido discretos con nuestra relación, pero esta mañana me siento diferente. Quiero besarla en el pasillo delante de todos, sin importar lo que piensen y saludarla demostrándole el cariño que le tengo. Demonios, la quiero. La quiero mucho, y no deseo que este sentimiento se vaya.

De inmediato encuentro a Christine, concentradísima ordenando su casillero. Se ve preciosa con su cabello negro amarrado en una trenza; prefiero que lo lleve suelto y salvaje, pero aun así me gusta. Además, el feo uniforme le queda tan bien que me hace suspirar. Así que me acerco con cautela para que no me vea, me apego a su espalda y rodeo su cintura con mis brazos, sorprendiéndola.

—Hola, novia —susurro besando su mejilla.

Chris se voltea con una sonrisa de oreja a oreja y pasa sus brazos por mi cuello.

—Hola, novio.

Nos besamos, lento, suave y tierno, pero intenso. Definitivamente estoy acostumbrándome a sus labios, a la sensación de su cuerpo contra el mío. Cuando nos separamos, Christine mira a su alrededor y se sonroja a medida que se expanden los murmullos.

—Todos nos están mirando —murmura sin despegarse de mí.

—Pues que miren. Que todos los idiotas vean que ya no tienen oportunidad contigo.

—Qué posesivo, señorito Frost.

—Sólo si se trata de usted, señorita Rogers.

Christine suelta una risita y me da un rápido beso.

—¿Cómo van las cosas en tu casa?

—Pues... bien —se encoge de hombros—. Valerie y yo no hemos hablado, pero si te soy sincera, no quiero hacerlo. Sé que tarde o temprano hablaremos, pero creo que necesito estar enojada por un tiempo. Hannah tiene su primera quimioterapia la próxima semana y sólo pienso en ella... es tan pequeña, Júpiter.

—Sí, es pequeña y no merece sufrir algo así. Pero tiene una familia que la ama y que estará con ella en todo momento. Y yo estaré a tu lado.

Christine vuelve a sonreír. No logro entender cómo es que puede mostrarse alegre pese a todo lo que le pasa. Es una chica fuerte, sin duda. Si comparo mi vida con la suya, mis problemas no son nada junto a los suyos.

Me estoy ahogando en un vaso de agua mientras ella lucha por nadar en mar abierto.

Christine no tiene idea de cuánto la admiro. Pero de pronto, mira hacia todos lados, incómoda.

—¿Qué ocurre? ¿Sigue molestándote ser el centro de atención?

—No es eso, es sólo que... sentí como si alguien estuviese mirándonos intensamente por mucho rato. Llámame loca, pero lo sentí. Fue como ser acosada.

La Regla Frost © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora