38- Secuestro

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Rostros lindos vemos, malas intenciones no sabemos.

12 de diciembre, 2013

CHRISTINE

16:52 p.m.

Sami pendejo: Chris, necesito que hablemos. Es importante. Pasaré a buscarte a la cafetería luego de mi cita con Alba.

Leo un poco desconcertada el mensaje de Sami. Lleva algunos días actuando un poco raro, me pregunto si tendrá que ver con lo que quiere hablarme. Espero que no esté teniendo problemas con sus padres de nuevo. 

16:52 p.m.

Júpiter vendrá a buscarme. Puedes ir a cenar a mi casa y hablamos.

16:55 p.m.

Sami Pendejo: Necesito privacidad para lo que te diré. Frost no se morirá si no se ven una tarde. Por favor.

16:56 p.m.

Bien, te esperaré.

Apago el celular luego de decirle a Júpiter que no es necesario que venga por mí, y me pongo los guantes para continuar preparando sándwiches. Franklin se mantiene frente a mi en silencio, ordenando unas bandejas; las cosas entre nosotros han vuelto a estar raras y tensas desde esa conversación que tuvimos hace unos días. Él lo hace raro.

A un costado, Emma corta los panes, o, mejor dicho, los apuñala con un cuchillo mientras mira fijamente a Oliver, que lava la loza. ¿Qué demonios pasó entre ambos? La semana pasada ella lo miraba como si quisiera llenarlo de besos y hoy como si quisiera enterrarle el cuchillo que tiene en la mano.

—Ollie, ¿qué pasó con Emma? —pregunto cuando ella sale de la cocina para contestar su celular.

Oliver se encoge de hombros y Franklin ríe. Ninguno dice nada y decido no insistir aunque muero de curiosidad. ¿Acaso él la rechazó?

Llevo varios minutos esperando a Sami afuera de la cafetería, pero él no aparece

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Llevo varios minutos esperando a Sami afuera de la cafetería, pero él no aparece. Supongo que todo anduvo mejor de lo esperado en su cita y me dejó plantada. Marmotas polares, estoy congelándome.

—¿Disculpa? —alguien toca suavemente mi hombro justo cuando voy a sacar mi celular para llamar a Júpiter y al voltear, veo a una chica de cabello oscuro y ojos brillantes—. Tú eres... eres Christine Rogers, ¿verdad?

—Sí —por más que intento reconocerla, no lo logro.

La chica, que parece de mi edad y que lleva un cuaderno en la mano, se lanza sobre mí y me abraza con bastante fuerza. De inmediato intento apartarme, sorprendida, pero ella tiene más fuerza que yo y sólo me suelta segundos después.

—¡No puedo creerlo! ¡Es un placer conocerte! Te sigo en Instagram y le doy "me gusta" a todas tus fotos. ¡Me encantó tu trabajo con la colección de Elizabeth Frost! Creo que tú y Júpiter hacen muy linda pareja, Chris.

La Regla Frost © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora