La Regla Frost © ✔️

30- Rulebreaker

Canción del capítulo:  Alone, Pt. II - Alan Walker & Ava Max.

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Una persona puede arruinar tu día, pero una fotografía feliz puede arreglarlo.

19 de noviembre, 2013

CHRISTINE

Hay situaciones que te llevan a preguntarte qué demonios está mal con la vida. Y el cáncer de mi hermanita es una de ellas.

Hannah tiene apenas cinco años, va a cumplir seis en unos meses. Es una personita inocente y preciosa cuyo único defecto es no poder guardar secretos.

¿Por qué rayos tiene una enfermedad tan horrible? ¿Por qué ella?

Aun recuerdo la tarde en la que nos comunicaron la noticia. Era verano, Sami y yo habíamos salido a tomarnos un helado, y cuando volví a casa mamá simplemente me lo dijo.

Así, sin anestesia ni preparación. Simplemente lo dijo.

"Hannah tiene leucemia, Christine. El tratamiento es caro, apenas vamos a poder pagarlo. Esperemos que sobreviva".

Había pasado apenas un mes desde que papá se había marchado, mamá se la pasaba tomando pastillas de todo tipo para evitar la depresión, y creo que es por eso que me dijo todo de una forma tan natural y despreocupada.

A diferencia de cuando me enteré del embarazo de Valerie, mi reacción no fue inmediata. Pasé días asimilando la noticia de que Hannah estaba enferma, leyendo sobre el tema y los resultados posibles. Hasta que una noche, exploté. Sami me contuvo mientras lloraba, acarició mi cabello y no perdió su optimismo intentando darme esperanzas. Y cuando creyó que me había dormido, se fue a llorar al baño porque aquella noticia le afectaba tanto como a mí.

Es por eso que hoy martes no me sorprende verlo a mi lado en la sala de esperas de la clínica. Decidió faltar a clases para acompañarnos a todos en la primera quimioterapia de Hannah.

Mi pequeña hermana se pasea por la sala mientras esperamos que sea su turno y no se ve para nada preocupada.

Eso me alegra.

—¿Por qué mueves tanto la pierna, Chris? —pregunta Hannah acercándose a mí—. ¿Tienes frío? Puedo darte mi abrigo si quieres —dice indicando su abriguito rojo que descansa en el asiento junto a mi madre, a unos metros de nosotros.

—No, pequeña. Estoy bien.

—¿Estás nerviosa? —insiste—. Yo no lo estoy. Mamá dijo que me harán un remedo.

—Remedio —la corrijo.

—Remiedo —repite.

—Re-me-dio.

—Re... me... dio... ¡Remedio!

—Muy bien.

Ella sonríe y se sienta sobre las piernas del abuelo, frente a nosotros.

—No entiendo por qué papá no ha llegado, abuelo. Se supone que él debería venir a curarme con sus superpoderes, ¿verdad, Val?

Valerie está sentada junto a Allen y al abuelo, y se queda muda al escucharla.

—Hannah, mira, tu padre tuvo un pequeño inconveniente y lo más probable es que no alcance a llegar —explica el abuelo, y al ver la desilusión en su pequeña carita, agrega—: pero envió las medicinas y esas son las que te pondrán ahora.