Desde el festival del meteoro las cosas con Juno tanto para Haru como para mí no habían sido nada fáciles ya que siempre buscaba la manera de estar cerca de mi y tratar de seducirme o en su defecto molestarla y aunque ya nos habíamos acostumbrado si era algo bastante molesto.
Luego de mencionar a Juno me dio la espalda y se fue, era mejor no seguirla o me llevaría un buen golpe.
Esa tarde el ensayo empezaría a las cinco, pero como siempre los tramoyistas llegamos un poco antes para preparar todo.
Diez minutos después de comenzar a probar las luces alguien nos interrumpió, de inmediato Juno dejó sus cosas y fue hacia mi, pero yo me concrete en esquivarla y para mi suerte llegaron los demás así que pude evitarla fácilmente.
Cuatro horas más tarde al fin había acabado todo, no era tan tarde así que decidí alcanzar a Haru en el club de jardinería, en el camino comenzó una leve lluvia, poco a poco se transformó en tormenta y finalmente se volvió un intenso granizo, para entonces había llegado a mi destino.
La puerta estaba abierta y sin más entre, de pronto un Rayo calló y todo el lugar se estremeció e iluminó al mismo tiempo.
Ahí estaba Haru corriendo preocupada intentando proteger varias macetas de rosas tiernas para que el granizo no las destruyera, así que corrí a auxiliarla y diez minutos después al fin habíamos logrado resguardar todas.
¿Qué haces aquí, no se supone que estarías con Juno?. Dijo sorprendida y con recelo.
Es que el ensayo terminó temprano y decidí venir a acompañarte, no podía dejarte sola en esta tormenta y para tu tranquilidad Juno ni siquiera se me acercó. Respondí sacidiendome un poco por lo empapado.
Haru terminó de acomodar las macetas y se acercó despacio. Eres pésimo mintiendo, lo sabías. Bueno vamos adentro para secarnos o nos vamos a resfriar. Dijo cambiando su expresión por la tierna sonrisa que tanto me gusta.
En silencio salimos de la bodega, cruzamos el patio bajo la lluvia y llegamos a la pequeña habitación donde fue nuestro primer encuentro.
Bueno voy a busbuscar creo que por aquí tenía unas toallas. Decía mientras prendía la luz y yo cerraba la puerta.
Mientras buscaba me deshice de mi camisa mojada.
Listo las encontre. Dijo volteando y lanzandome una toalla la cual atrape y comencé a secarme sentado en la cama, pero algo interrumpió mi concentración.
La imagen más perfecta estaba frente a mis ojos, Haru se quitó la ropa mojada quedando solamente en un sexy y tierno juego de lencería azul, toda ella se veía espectacular la tela se pegaba perfectamente a su suave pelo mojado que acentuaba aún más sus marcadas curvas.
Por un momento me quedé hipnotizado con lo que veía, pero el pudor me hizo reaccionar y de inmediato sentí como ese inmenso calor que sentía subía rápidamente a mi rostro y le di la espalda a Haru para no incomodarla.
Acaso me veo tan mal que no puedes mirarme del susto. Dicho eso se acercó y levantó mi rostro con una mano.
No, no es eso... es que... yo... no solo quiero mirarte y debo apartar esos pensamientos de mi cabeza. Respondí nervioso mirándola a los ojos.
Tranquilo puedes mirar todo lo que quieras, de hecho a mi también me gusta lo que veo. Dijo mientras bajaba lentamente su mano desde mi rostro, pasando por mi cuello y llegando a mi pecho usó las dos manos para acariciar despacio sobre mi pelo mojado, en ese momento una descarga eléctrica recorrió mi espalda y de golpe se frenó en la parte baja de mi cadera.
Haru se puso entre mis piernas, se pegó a mi y me besó muy despacio. Sabés me da gusto verte tan animado. Dijo separándose de mi y mirando fijamente mi notable erección atrapada en el pantalón.
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Instintos Salvajes
FanfictionCuando al fin Haru y yo logramos dejar de lado los complejos que nos impedían estar juntos como pareja descubrimos que la pasión entre nosotros era muy fuerte y nos hacía conocer otras partes de nuestra personalidad y sentirnos plenos. Sin embargo...