Instintos Salvajes

FRACCIÓN 26

Para cuando llegué al dormitorio las luces ya estaban apagadas así que entré con el mayor sigilo posible, dejé mi mochila, me quité el uniforme y me puse unos shorts y camiseta a modo de pijama y finalmente me acosté.

Vaya al fin llegas, definitivamente eres un idiota no puedo creer que hayas hecho eso. Se escuchó la voz de Jack que susurraba desde su cama.

Así que sigues despierto, por favor ya me quieres explicar que fue lo que hice para que estés tan molesto conmigo. Dije pegando en su colchón.

Inmediatamente Jack bajó de su cama y se asomó a verme.

Pasa que yo intenté ayudarte para que volvieras con Haru y tu besaste a Juno en su cara y no conforme con eso ahora te vas a coger con esa loba. Sí definitivamente se nota que Haru es el amor de tu vida. Exclamó molesto 

¿Qué dices Jack? ¿cómo que Haru vío ese beso?. Cuestioné todo confundido.

Así es yo decidí ir a hablar con ella para convencerla de que te escuchara y estaba a punto de aceptar cuando te vió besando apasionadamente a Juno y su odio por ti regresó y ahora resulta que eso no te bastó y te la cogiste si que encontraste Consuelo muy rápido Legoshi. Dime ¿eso no es ser un idiota?. Finalizó molesto.

Oh por Dios Jack porqué no me dijiste eso desde antes, ahora Haru jamás me perdonará. Dije frustrado.

Para qué Legoshi, para que no tuvieras sexo con esa.

Si exactamente, por favor Jack deja de hablar en ese tono y de verme así te aseguró que lo que pasó con Juno fue un simple acto instintivo que no significa nada para ambos y Juno esta completamente conciente de eso.

Sí puede ser que Juno esté conciente, pero no creo que Haru te crea eso de los instintos por más que se lo expliques, ahora si amigo es definitivo que no te va a perdonar. Dijo el labrador en tono serio y volvió a  su cama.

Definitivamente esto no lo puedo dejar así tengo que hablar con Haru de inmediato.

Rápidamente me levanté, salí del dormitorio apresuradamente y me dirigí al club de jardinería.

Después de unos minutos llegué corriendo a gran velocidad, me detuve a unos metros de la puerta, respiré profundo y salté a la barda para pasarla.

Fue tanta mi desesperación que no caí del todo bien, pero eso no importa ahora.

Todo ansioso toque a la puerta bruscamente. ¡Abre la puerta por favor tengo que hablar contigo es urgente!. Grité desesperado.

Segundos después escuché su voz al otro lado. Vete de aquí Legoshi no quiero ni necesito hablar contigo, ya escuché y vi lo suficiente para terminar de dañarme gracias. Finalizó llena de rabia.

Por favor Haru sólo está vez y no vuelvo a molestar, te advierto que sino me abres me quedaré aquí toda la noche para poder verte por la mañana. Dije recargandome de la puerta.

Todo quedó en silencio y la puerta se abrió despacio.

Adentro un portazo se escuchó a mis espaldas.

Si te dejé entrar es porque la que va a hablar soy yo, tu tendrás que escuchar, aceptar mi decisión y no habrá palabra tuya que valga quiero terminar con esto de una vez por todas. Solté mirándome fijamente su voz sonó tan fría que yo solo asentí.

Estoy harta Legoshi, harta de haber sido tan ciega y no querer entender desde un principio que esto iba directo al fracaso, desde que nos conocimos todo han sido problemas y tragedias para ambos, pudimos evitar muchas cosas pero no lo hicimos y finalmente tuvo que llegar esta desgracia para hacerme entender que esta relación es un completo error y abrirme los ojos, Sin embargo tu te empeñas en seguir recordandome mi sufrimiento y te atraviesas en mi vida para hacerme sufrir. Finalizó con los ojos llenos de lágrimas.

Haru... yo... dije acercandome a ella.

No Legoshi aún no termino, no es posible que por más que me duela yo ya haya decidido seguir con mi vida sin ti y tú a pesar de que ya encontraste a la hembra ideal para reemplazarme me quieras seguir persiguiendo.

Hasta este punto tengo algo muy claro, lo que tienes es una maldita obsesión conmigo sólo eso y definitivamente no es amor. Dijo bajando su mirada y apretando los puños.

¡Vete, vete con Juno por favor y déjame seguir con mi vida!. Gritó empujandome hacia la puerta.

Me arrodillé, la tomé de la cintura, la jale hacía mí y la besé. Al principio forcejeó y se resistió pero finalmente se rindió en mis brazos y correspondió.

Cuando nos faltó oxígeno me separé de ella y Dije. Claro que te amo, te amo demasiado y Juno no significa nada para mí ella no me importa en lo más mínimo. Finalice mirándola a los ojos.

¡No vuelvas a hacer eso, no te creo y no me importa en lo más mínimo lo que signifique esa para ti!. Exclamó al mismo tiempo que su mano se impactaba en mi mejilla.

¡Vete, lárgate ya y déjame en paz no quiero saber nada de ti!. Finalizó y abrió la puerta.

Esta vez era definitivo la había perdido.