FRACCIÓN 36

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¡Dios cómo es posible que hace unos meses no quería saber nada de Legoshi y ahora no puedo esperar para verlo!. Pensaba en voz alta mientras rodeaba impaciente una jardinera del parque a paso lento.

Y encima de todo este lobo me hace esperar demasiado. Dije para mis adentros.

Una parte de mi dice que no fue buena idea volver a corresponderle y que debí seguir mi camino sin él, pero la otra grita que necesita el amor de Legoshi para seguir adelante, además que ahora estoy segura que él no ama a Juno, sólo fue manipulado por ella igual que yo al creerme todo ese cuento de la familia feliz.

Así que como Legoshi lo dijo yo también estoy dispuesta a enfrentarme contra todo y contra todos con tal de defender nuestro amor, esta vez no importa lo que haga la maldita de Juno por separarnos no caeré en sus trampas.

Disculpa por la tardanza amor, pero ya estoy aquí, es sólo que no podía safarme de Juno y...

Sus palabras me sacaron de mis pensamientos y me disgustaron un poco.

Que bueno que llegas cariño, pero sino te importa no quiero escuchar ese nombre mientras estemos juntos ¿esta bien?. Dije algo inconforme mientras lo tomaba de la mano y nos sentábamos en la banca bajo el árbol.

Esta bien, lo siento amor me alegra mucho verte toda la semana estuve pensando en ti. Dicho eso tomó mi rostro entre sus manos y me besó.

Te amo, también te extrañé Legoshi. Respondí al separarnos.

Bueno qué te parece si vamos a la plaza a comer algo. Dijo muy animado.

Claro vamos tanto esperarte ya me dio hambre jaja. Afirmé.

Ya en la plaza ordenamos y nos sentamos a comer tranquilamente, pero algo no estaba bien luego de unos segundos una sensación extraña me invadió pero traté de ignorarla aunque pude notar que Legoshi también lo percibió.

Luego de la comida, platicamos unos minutos sobre nuestras nuevas vidas, la universidad y la reacción de Jack al enterarse de nuestra reconciliación, por cierto no me sorprendió conociendo lo conciente y razonable que es ese labrador.

Finalmente no pude resistir más.

Todo estuvo delicioso, pero yo creo que sería bueno ir a un sitio privado para poder estar en confianza no creés. Dije algo acelerada.

Legoshi aceptó inmediatamente, pues ninguno de los dos podía resistir más las miradas de extrañeza, asombro y hasta horror que nos dirigían todos los animales que pasaban por ahí, cómo si estuviéramos haciendo algo malo.

En ningún momento pedí su opinión acerca de dónde quería ir yo sólo tomé su mano y fije rumbo.

En el camino nos quedamos en silencio, no por incomodidad o por no tener tema de conversación, simplemente que era una sensación bastante reconfortante poder pasear juntos tomados de la mano por las calles de la ciudad.

De nuevo aquí, estás segura. Cuestionó extrañado.

Sí no hay problema. Asegure jalandolo para entrar.

Otra vez aquí estamos. Dije cerrando la puerta de la habitación de hotel donde esa noche ninguno tuvo el valor de entregarse al otro.

Ahora si amor, nadie nos molestará aquí. Afirmé quitandome el suéter y acercandome a él.

Créeme que estoy encantado por al fin poder estar a solas contigo mi vida sólo necesito escucharte decir algo por favor. Dijo sentándose en la cama y sacándose la camisa.

¿Qué cosa?

Dime que todo lo que pasó no importa, que me amas y  quieres ser mía para siempre. Suplicó tomándome entre sus brazos.

Yo sólo sonreí, puse mis manos sobre su fuerte pecho y comencé a acariciarlo lentamente.

Claro que te amo Legoshi, te amo más que a nada, no importa todo lo sucedido lo importante es el presente y nuestro futuro juntos. Asegure y lo besé apasionadamente.

Ahora por favor hazme tuya, quiero ser tu hembra como siempre debió ser, vamos Legoshi demuestrame lo mucho que me extrañaste. Suplique en tono seductor.

Al escucharme pude ver como inmediatamente la lujuria se encendía en su mirada.

Me levanto con gran facilidad, me puso sobre la cama mientras se quitaba el pantalón sin dejar de mirarme y yo al mismo tiempo me deshacía de mi vestido.

Por unos segundos me miró de arriba a abajo haciendo evidente su deseo por mí y finalmente se relamio el hocico mostrando un poco sus colmillos.

Se veía tan salvaje y sexy a la vez que mi excitación subió rápidamente.

Sin más se lanzó sobre mi, pero contrario a lo que yo esperaba trató de ser delicado y tierno en sus movimientos y acciones, eso solo demuestra una cosa el gran amor que siente por mi y como a pesar del deseo esta intentando ser romántico y considerado.

Debo admitir que era una sensación bastante placentera pues hacía mucho que no tenía sexo y aunque no lo admitía mi cuerpo ya lo necesitaba pero no así.

Vamos amor por favor no te contengas, no es necesario que seas delicado a diferencia de la última vez estoy perfectamente, así que puedes dejar salir tus instintos. Dije para motivarlo.

Esta bien Legoshi quiero que seas salvaje conmigo. Susurre a su oído y mis palabras dieron resultado.

Él comenzó a ser más brusco en sus caricias,  besos y movimientos de pronto sentí sus dientes en mi piel y eso me hizo gemir bastante.

Parece que esa era la señal pues inmediatamente mi lobo me penetró de una sola embestida y pude sentir su miembro llenando plenamente mis adentros, era una sensación tan placentera y satisfactoria que hace mucho no vivía.

Sus caderas comenzaron a moverse con cadencia pero mucha velocidad, en ese momento no pude controlarme y lo que eran jadeos y gemidos se volvieron gritos de lujuria y placer.

Hooo Legoshi... AAA... así Legoshi... MMM... AAA.

Se escuchaba por toda la habitación mientras nuestros cuerpos chocaban.

Me encanta que grites mi nombre había esperado mucho por este momento y es perfecto te amo Haru. Susurró a mi oído, pero antes que pudiera responder una descarga eléctrica me recorrió y ambos llegamos al clímax.

Segundos después caímos sin fuerzas y él me aferró a su pecho.

También te amo Legoshi.

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