Instintos Salvajes

FRACCIÓN 40

Afortunadamente toda esta pesadilla ya había terminado, aunque algunas cosas todavía no quedaban claras cómo de dónde apareció Louis y porqué tenía tanto poder en ese lugar y finalmente porque después de salvarme desapareció otra vez.

En qué piensas, ¿estás bien?. Preguntó Legoshi sacándome de mis pensamientos.

Eh, sí no te preocupes, sólo pensaba en dónde se encontrará Louis. Respondí.

Cierto a mi también me intriga, pero creo que no hay nada de que preocuparse, hasta ahora el a demostrado que sabe cuidarse solo y estoy seguro que pronto lo volveremos a ver. Finalizó.

Sí tienes razón él estará bien.

Creo que hasta ese momento ninguno de los había caído en cuenta que finalmente éramos libres para ser felices y amarnos pues ya no había nada ni nadie que nos lo impidiera.

Legoshi yo... sé que tienes que ir a la escuela, de hecho yo también, pero no quiero que me dejes sola sólo por hoy podrías quedarte conmigo en mi departamento por favor. Suplique apretando fuerte su mano mientras caminábamos por la calle después de salir de la jefatura de policía.

Claro que sí, yo también quiero estar cerca de ti y de ninguna manera te dejaré sola después de todo lo que has pasado amor. Afirmó.

Minutos después llegamos al pequeño departamento que rentaba cerca de la universidad y mientras abría la puerta comencé a sentirme nerviosa pero no entendía porque.

Pasa por favor.

Claro gracias, es un lugar pequeño pero es lindo y acogedor. Dijo mientras lo observaba detenidamente.

Si gracias, siéntate por favor voy a preparar algo de comer. Dije con una sonrisa mientras me ponía el delantal.

Espera por favor. Dijo al mismo tiempo que se arrodillaba y me tomaba entre sus manos.

Si crees que te dejaré cocinar estas muy equivocada, hoy conocerás mis habilidades culinarias. Aseguró.

Me sentó sobre la barra de la cocina, me quitó el delantal y me besó dulcemente.

Acto seguido se colocó la prenda y comenzó a buscar en mi despensa mientras yo lo miraba atentamente.

Minutos después se podía percibir un delicioso aroma, la mesa estaba lista y Legoshi servía los platos muy entusiasmado.

Muy bien pruébalo por favor. Dijo y puso frente a mi el apetitoso platillo.

Es un asado de verduras y no es por nada pero me queda delicioso. Afirmó sentándose frente a mi para comer su omelet de huevo.

Al escucharlo sólo sonreí y me dispuse a probar un bocado.

Quedó excelente amor, no sabía que eras tan buen cocinero. Aseguré.

Bueno la verdad es que he estado practicando y al parecer mejore bastante jaja. Respondió poniendo su mano tras la cabeza.

Luego de la deliciosa comida nos quedamos en el sillón a ver una película y no sé en que momento nos quedamos dormidos.

Cuando abrí los ojos ya había oscurecido y yo estaba recostada sobre el suave pecho de Legoshi, él se miraba tan lindo dormido.

Lentamente comencé a acariciar su rostro y abrí un poco los botones de su camisa para sentir su fuerte pecho.

¿Qué haces amor?. Se escuchó su voz un poco adormilada mientras se estiraba despacio debajo de mí.

Nada. Respondí poniendo mis manos en su rostro.

¿Segura?. Dicho eso me acercó aun más y me besó tiernamente.

Haru te amó más que a nada en el mundo. Afirmó.

También te amo Legoshi. Aseguré y volví a besarlo.

Sin despegarse de mí, me tomó de la cintura y se acomodó en el sillón hasta quedar sentado.

Estas segura de esto, no quiero incomodarte después de todo lo que pasaste. Dijo mirándome fijamente.

No te preocupes amor, estoy segura y créeme no hay mejor medicina para mi que estar contigo. Dicho eso me deshice de su camisa y me dediqué a besar cada parte de su pecho.

Como era de esperar él no se quedó quieto y con mucha habilidad quitó mi suéter y mi vestido.

Una vez en lencería me levanté y lo miré.

Quitatelo por favor. Prácticamente ordené.

Sin más mi lobo se deshizo de su pantalón junto con sus boxers y quedó completamente desnudo sentado en el sillón con una erección que apenas empezaba a despertar.

Al tener esa imagen tan tentadora frente a mi mis ojos brillaron de deseo y sentí como mi entrepierna comenzaba a humedecerse.

Sabés amor aún tengo hambre. Dije al mismo tiempo que me arrodillaba entre sus piernas y sujetaba firmemente su pene para llevarlo a mi boca.

Inmediatamente escuché a Legoshi soltar suspiros de placer y lo vi cerrar los ojos.

Minutos después sentí como sus caderas se tensaban y yo me aliste para el final, pero él me detuvo.

Salió de mi, me levanto y me sentó sobre sus caderas y yo quedé mirándolo de frente.

Espera por favor. Dijo con la respiración acelerada por tanta excitación.

Despacio y con mucho tacto se deshizo de mi lencería, al quedar completamente desnuda me admiró por unos instantes y paso sus manos por todo mi cuerpo eso fue una sensación muy reconfortante.

Haru eres el amor de mi vida, jamás me cansaré de decirlo y espero poder remediar todo el daño que te hice dándote mi amor por el resto de nuestras vidas. Afirmó fijando su mirada en la mía.

También te amo Legoshi y créeme no hace falta que remedies nada. Asegure y lo besé apasionadamente.

Él bajó sus manos hasta mis caderas acariciando cada centímetro de piel a su paso, puso sus dedos sobre mi entrada húmeda y los movió despacio, esto me hizo soltar un largo gemido.

MMM...

Él abrió sus piernas haciendo lo mismo con las mías, se acomodó y despacio metió su miembro.

AAA... Legoshi. Gemí

Inmediatamente comenzó sus movimientos de cadera y yo me perdí en una ola de placer.

Me aferre a su pecho y comencé a morder su cuello demasiado excitada.

Finalmente me embistió de forma frenética y los dos llegamos al clímax soltando un sonoro grito de placer.

Después de tanta adrenalina me desvaneci en sus brazos.

Cuando volví a abrir los ojos ambos estábamos en mi cama y mi lobo me aferraba con todas sus fuerzas a su pecho.