FRACCIÓN 23

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Sentí como una corriente eléctrica me recorría desde la punta de los pies hasta llegar al último pelo de mis orejas, fue algo magnético e instintivo, así que poco a poco cedí a esas sensaciones tan reconfortantes.

No sé cuánto tiempo duró exactamente el besó, pero en un momento me hizo falta oxígeno así me separé un poco y respiré hondo.

En el momento que el aire llenó mis pulmones de golpe apareció la imagen de Haru en mi cabeza y me quedé petrificado, segundos después reaccioné y empujé a Juno para finalmente salir corriendo.

A pesar de que estaba exhausto y me faltaba el aliento no me detuve hasta llegar a mi dormitorio, entrar, cerrar la puerta y meterme en mi cama.

¿Qué pasa Legoshi? ¿parece que te estuvieran persiguiendo?. Cuestionó Jack extrañado asomándose a la parte baja de la litera.

Yo solo lo miré desconcertado.

Habla amigo ¿qué pasa?.

Tomé aire profundamente y por más que las explicaciones pasaban por mi mente sólo atine a decir.  Juno.

Qué Juno te persiguió.

No, peor... me besó. Solté un poco aterrado.

Wooow Legoshi eso definitivamente no lo esperaba, pero dime qué pasó con Haru hablaste con ella. Cuestionó mi amigo algo confundido.

No, no pude hacerlo, bueno mejor dicho, ella no quiso escucharme. Respondí agachando la cabeza.

La verdad es que Haru me odia y la entiendo. Afirmé

Entonces por eso besaste a Juno.

¡Ella me besó a mi yo no hice nada!. Grité furioso.

Esta bien Legoshi cálmate ya entendí, sé que no sientes nada por Juno y por eso mismo no tienes que preocuparte, ese beso no significa nada cierto. Dijo Jack intentando calmarme.

Al escuchar sus palabras mi reacción fue opuesta, me tense rápidamente, esquive su mirada y me quedé callado.

¿Cierto?. Repitió con demasiada insistencia.

Es que no estoy seguro de que fue lo que pasó... pero... pero... Juno me hizo sentir cosas. Dije en tono bajo y levanté un poco el rostro.

Tranquilo amigo, no te compliques tanto eso es normal ya que es de tu misma especie por tanto despierta tus bajos instintos, pero eso no significa en lo más mínimo que la ames o que traiciones a Haru, Legoshi solo fue un beso sin importancia que no se volverá a repetir. Finalizó dirigiendome una sonrisa tranquilizadora.

En respuesta a sus palabras respiré profundo, me estire y me deje caer el la cama.

Gracias Jack, creo que tienes razón. Dije ya en calma.
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Este había sido un día pésimo, pero al fin iba a poder descansar un poco. No solo me quedé dormida por la mañana, llegué tarde a clase, el profesor me castigó y para colmo tuve que encontrarme con él es que no le bastó con el daño que me hizo, ese lobo sin duda es un inconsciente y esta mal si piensa que lo voy a perdonar después de todo con una simple disculpa.

A pesar de que todos estos pensamientos daban vueltas en mi cabeza pode conciliar el sueño al fin.

Por la mañana a pesar de sentirme desganada pude levantarme a tiempo para llegar a clases y para mi suerte el tiempo en el salón pasó demasiado rápido.

Al salir del aula me estire y respire profundo para luego dirigirme a la siguiente clase.

Ese pasillo que había recorrido durante ya casi tres años está vez parecía más largo y desolado de lo normal.

De pronto alguien me alcanzó y puso su mano sobre mi hombro y yo sabía de quién se trataba.

Cuantas veces tengo que decirte que te odió y que no quiero escucharte. Solté demasiado molesta.

Wooow esa si es una sorpresa, no sabía que con tan poco tiempo de conocernos ya me odiabas, a caso soy tan molesto. Dijo un poco incrédulo.

Al escuchar su voz me giré extrañada. Perdón Jack no fue mi intención es que pensé que eras... bueno...

Sí lo sé, no te preocupes sé a que lobo tonto te refieres. Afirmó sonriente.

No quiero quitarte tu tiempo así que seré directo. Primero estoy aquí por mi cuenta y segundo lo que te voy a decir es la verdad.

Legoshi ha sido un completo idiota, egoísta e insensible, pero también te ama demasiado y dijo todas esas estupideces sin pensar, desde el día en que discutieron esta viviendo un verdadero infierno y sin ti su vida no está completa, además hay que admitirlo ninguno de los dos es feliz con esta separación. Finalizó por fin el labrador y me dejó sin palabras.

Tal vez todo eso era cierto, obviamente que sí pero yo aún no estaba segura si era capaz de perdonar a Legoshi.

Le dirigí una tenue sonrisa al can en señal de aceptación a todo lo que dijo.

Pero al mirar hacia el frente mi sonrisa se fue.

Parece que él sí es feliz. Dije al mirar desarrollarse tal escena unos metros frente al a mí.

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