FRACCIÓN 9

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Para buena o mala suerte los días pasan muy rápido y ya estamos a solo una semana de que comiencen las vacaciones de primavera en Cherryton.

Serian sólo dos semanas que descansaremos de las clases, en ese tiempo nos permiten abandonar el colegio, aunque algunos deciden quedarse como en mi caso los últimos semestres, pero esta ocasión será diferente ya que Jack me invitó a pasarla con el y su primo Bruce en la ciudad en su departamento.

En el caso de Haru también saldrá se reencontrará con una amiga de la infancia, por lo que me dijo es una liebre y es la única amiga que tiene, ella vive en una granja a las afueras de la ciudad.

Sé que no es mucho tiempo, pero no quiero separarme de ella así nada más y últimamente no hemos estado juntos ya que ambos estamos atareados de exámenes, proyectos y tareas, así que decidí organizar algo especial para que se olvide de todo y además me tenga muy presente durante las vacaciones.

Esta noche le daré la sorpresa y ya tengo todo listo.

De acuerdo Legoshi deja de jugar al lobo malo y ya dime que estás planeando. Decía cruzando los brazos luego de cerrar la puerta del club de jardinería.

No puedo amor porque si lo hago ya no será  sorpresa sólo te pido que confíes en mi, te dejes llevar y disfrutes del momento esta bien. Decía él extendiendo su mano entre la penumbra mientras sus ojos brillaban, esos ojos que antes me atemorizaron y ahora me dan seguridad.

Esta bien Legoshi, solo espero no arrepentirme de esto. Respondí segura tomando su mano.

Despacio nos escabullimos fuera del colegio y apenas avanzamos unos cuantos metros cuando Legoshi frenó su paso.

Muy bien amor es hora de comenzar con la sorpresa. Dicho eso sacó un pañuelo de su bolsa.

Confías en mi, recuerdas. Decía mientras cubría mis ojos con el pañuelo.

Claro. Respondí y no pude decir nada más pues su labios me besaron tiernamente, acto seguido sentí como me tomaba entre sus brazos con mucha facilidad y empezaba a avanzar lentamente para luego incrementar su velocidad.

En el camino, ahí aferrada a su pecho pude apreciar muy bien su grueso y suave pelaje, que a la vez cubría unos definidos y firmes músculos y por un momento pude percibir su aroma, tal vez era algo que no había notado antes, era un aroma tenue, suave, fresco y muy embriagador que te hacía querer percibirlo todo el tiempo.

Me encontraba tan perdida en su esencia que no noté cuando nos detuvimos hasta que Legoshi me puso en el suelo.

Muy bien ya llegamos estás lista. Dijo en tono suave.

Lista y ansiosa. Afirmé.

En ese momento cayó la venda de mis ojos y pude observar el escenario tan impresionante que tenía frente a mi.

Estábamos en lo alto de una colina, desde donde se podían apreciar las luces de la ciudad a la perfección y eso era hermoso, pero lo mejor es que entre estos dos sitios había un inmenso campo de girasoles.

Qué opinas, te gusta. Dijo emocionado.

Por su puesto. Asegure mientras me giraba hacía él y descubrí que la sorpresa aún no terminaba.

A mis espaldas había un gran árbol de copa frondosa, en el suelo varias mantas, algunos faroles y una gran canasta y como cereza del pastel una hermosa luna llena nos alumbraba.

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