El viaje en autobús desde la ciudad hasta la casa de Natsu fue más rápido de lo que esperaba y a medida que me alejaba más de la ciudad sentía dos cosas: paz porque me alejaba de esos hipócritas del colegio pero también vacío por no tener cerca a Legoshi. Todo esto era un poco extraño si bien me alegra alejarme de mis compañeros de colegio, nunca pensé sentirme así de incompleta por estar lejos de un macho ya que jamás había experimentado esto ni siquiera con Luis.
Para cuando llegue a la terminal de autobuses ya era de noche y el lugar estaba casi vacío, al bajar examine a todos los presentes para poder ubicar a mi amiga, pero no la vi por ningún lado.
Fui a sentarme a la sala de espera y luego de unos minutos sentí que alguien tocaba mi hombro.
Aquí estás Haru siento mucho llegar tarde que alegría verte amiga. Decía una Natsu sofocada que había llegado corriendo.
Que gusto verte después de tanto tiempo no has cambiado nada. Respondí mirándola atentamente, era la misma liebre marrón de grandes ojos que conocí cuando era pequeña, sólo que ahora era alta y delgada pero seguía con la misma picardía en sus ojos.
Después de nuestro esperado reencuentro fuimos a su casa en su camioneta y nos dedicamos a ponernos al tanto una a la otra ya que aunque chateamos muy seguido nada se compara con una plática presencial.
Y dime porqué tan sola, pensé que alguien de tus hermanos te acompañaría a recogerme. Dije algo curiosa.
Bueno digamos que ellos también están aprovechando sus vacaciones, por cierto no son los únicos mis padres decidieron ir a visitar a mis abuelos así que esta semana estaremos solo nosotros amiga. Afirmó con una gran sonrisa.
Y tu cómo vas en el colegio con eso de lidiar con esa bola de pesados.
No te preocupes todo bien, ya sabes como siempre no les tomo importancia, además todo se ha vuelto más interesante desde que conocí a...
Legoshi verdad. Me Quitó las palabras de la boca.
En ese momento sonó mi celular.
Es el cierto. Dijo sin apartar la mirada del camino, yo sólo asentí y contesté.
Hola amor cómo estás, qué tal tu viaje, ya estás en el departamento de Bruce. Cuestioné ansiosa sin darle oportunidad de hablar.
Hola mi vida no te preocupes todo muy bien, de hecho acabamos de desempacar y ahora vamos a cenar algo y tu ya llegaste con Natsu. Respondió con esa voz tranquila pero grave que me eriza la piel.
Sí, ya casi llegamos a la granja vamos en camino, no te preocupes todo va muy bien, por cierto provecho amor disfruta tu sándwich de huevo jaja.
Vaya si que me conoces bien Haru, sabés me alegra mucho oírte ya extrañaba tu voz.
Ha sólo mi voz. Dije fingiendo molestia.
Jaja claro que no cariño sabes que extraño todo de ti y te...
Vamos Legoshi ya deja a Haru descansar un rato y vámonos que muero de hambre. Clamó Jack para interrumpir.
Bueno te dejo amor o Jack se va a desesperar, descansa te amo mucho.
También te amo Haru. Dicho eso colgó.
Vaya se nota que los dos se aman de verdad, nunca te había visto ni oído tan feliz. Dijo Natsu y me hizo sonrojar.
Ya quiero conocer al conejo afortunado. Afirmó y la sonrisa de mi rostro se borró y no pude responder nada.
Al fin llegamos a la granja, desempacamos, cenamos y yo seguía en silencio finalmente fuimos a la habitación de Natsu para dormir.
Bueno y ahora qué Haru te comió la lengua el conejo, desde que dije que quería conocer a Legoshi te quedaste muda a caso te molesta. Cuestionó un poco molesta.
No para nada, como crees eso lo que pasa es que... bueno... Legoshi no es exactamente un... conejo. Dije insegura, si bien le había contado a mi amiga sobre mi relación creo que había omitido el pequeño detalle de la especie de mi novio.
Ella me miró extrañada y dijo. Ah no entonces una liebre, un hurón, un armiño, una comadreja o algo así.
Yo negué con la cabeza.
Entonces amiga no me digas que es un... carnívoro grande.
Yo asentí. Si de hecho Legoshi es un lobo.
Al escuchar mi respuesta mi amiga abrió los ojos como platos y se quedó en silencio.
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Instintos Salvajes
FanficCuando al fin Haru y yo logramos dejar de lado los complejos que nos impedían estar juntos como pareja descubrimos que la pasión entre nosotros era muy fuerte y nos hacía conocer otras partes de nuestra personalidad y sentirnos plenos. Sin embargo...