FRACCIÓN 16

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Los pocos días que quedaban de vacaciones se pasaron más rápido de lo que hubiera querido.

Tuve que esforzarme demasiado para que en cada llamada con Legoshi él no notara lo destrozada que estaba, ya que sí sospechaba que yo estaba mal empezaría a hacer preguntas y yo no soportaría así que terminaría confesando todo y eso es lo que menos quiero.

Después de todo, el día de volver al colegio llegó y Natsu me llevó a la terminal de autobuses durante todo el camino tuve que soportar el silencio y su mirada acusadora que me exigía hablar con la verdad, así que tuve ignorarla.

Una vez en la terminal al fin se dignó a hablarme.

Te voy a extrañar mucho amiga y siento que esto no haya salido como lo planeamos, por favor cuídate y piénsalo bien algún día Legoshi se va a enterar. Finalizó.

Gracias a ti por tu apoyo, tu hospitalidad y tus cuidados, por favor no te preocupes todo saldrá bien y recuerda que mi última palabra sobre ese tema esta dicha. Afirmé y la abracé, después de todo lo sucedido sentía un gran vacío al tener que dejar a mi amiga y volver a mi vida normal.

Finalmente me despedí y subí al autobús, este sería un largo camino y yo tenía que borrar el incidente de mi mente para poder mirar a Legoshi a los ojos y no derrumbarme ya que el me estaría esperando en la terminal ya lo había confirmado.

Después de unos minutos de camino el sueño me venció, el camino me pareció muy corto y cuando desperté el autobús iba entrando a la terminal, así que desperté por completo y entré en mi papel de novia feliz y emocionada, al mirar por la ventana ahí estaba Legoshi esperándome con una gran sonrisa, al verlo sentí un repentino vacío en el estómago.

Mientras caminaba hacia él me repetía a mí misma que todo estaba bien y trataba de regular mi respiración, una vez que me miró caminó apresurado hacia mí y sin más me abrazó fuerte en medio de la sala de espera de la terminal.

Que bueno que ya estás aquí, te extrañé mucho amor, te amo. Dijo emocionado al mismo tiempo que me estrechaba contra su pecho.

Yo intenté responder, decir algo pero las palabras no salieron de mi boca y sólo oculte mi cara en su pecho y me deje llevar por su abrazo pues era algo bastante reconfortante.

Al buscar mi rostro él se sorprendió igual que yo pues no me di cuenta en que momento mis lágrimas comenzaron a salir.

¿Qué pasa amor porqué lloras?. Dijo tomando mi rostro con su mano y mirándome preocupado.

Nada, es sólo que también te extrañé demasiado cariño no tienes idea de cuánto. Dije e inmediatamente lo besé sin importar que sentía las miradas de todas las personas de la terminal sobre nosotros.

Para continuar con nuestro reencuentro fuimos a comer algo y luego tomamos un taxi que se suponía nos llevaría a la escuela.

En esta calle a la izquierda por favor. Indicó Legoshi al chófer y eso me desconcertó.

No sé suponía que íbamos al colegio. Dije desconcertada.

Si después iremos, por ahora te tengo preparada una sorpresa y espero que te guste. Aseguró con una gran sonrisa y algo sonrojado, acto seguido guardó silencio hasta que él taxi se detuvo.

Al bajar no podía creer el lugar donde estábamos, un lujoso hotel.

¿Qué hacemos aquí?. Pregunté.

Bueno pues te debo una linda noche, ya sabes por la vez que fui presa del pánico, además quiero aprovechar lo que gané estas vacaciones y necesitamos recuperar el tiempo perdido no crees. Dijo tomándome de la mano para entrar.

Sí claro. Fue lo único que se me ocurrió responder ante la sorpresa, pues nunca me espere algo así de mi tierno Legoshi.

Al llegar a la habitación me pidió cerrar los ojos mientras él abría la puerta y yo obedecí.

Abrelos amor.

La habitación era preciosa, grande y elegante muy diferente a todo lo que había visto antes, aunque sólo sea para una noche debio costarle demasiado.

Te gusta.

Claro es hermoso pero no debiste molestarte.  Afirmé.

No te preocupes amor no es ninguna molestia. Dicho eso me tomó en brazos, me puso con delicadeza sobre la cama y comenzó con una sesión de tiernos besos.

Lentamente y con delicadeza quitó cada una de las prendas de ambos, al terminar me miró con deseo por unos segundos y luego volvió a besarme y acariciarme.

Era demasiado tierno y romántico, eso me encantaba así que poco a poco iba aumentando nuestro deseo y excitación. Todo era perfecto.

De pronto sentí su pene rozarse en mi entrada y un escalofrío me recorrió  de golpe llegaron a mi mente los recuerdos del dolor, el hospital y las palabras del doctor.

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