22- Viaje

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Dos días era lo que habían pasado, dos días en los que no habían hablado para nada después de la pelea. Emilio había pensado más de una vez, en hablarle, pero Elizabeth siempre se mantuvo en contacto con él; le aconsejo que aún no era el momento, que le diera su espacio. Emilio al principio no le convenció mucho pero al final aceptó, sus pensamientos son interrumpidos, cuando escucha la voz de Diego saludándolo, le corresponde el saludo, con una media sonrisa; algunos momentos llega Renata, saluda a Emilio con un beso en la mejilla y a su novio con uno en los labios. Nota como miran hacia la entrada del aeropuerto, viendo si Joaquín llega; el solo intenta ignorar las miradas interrogantes que le dan, honestamente ni el sabe si vendrá, pero el claro que desea que venga.

— Lamento la tardanza —habla jadeante por el esfuerzo de correr, de inmediato Emilio lo voltea a ver con una inevitable sonrisa— Pero acabo de llegar de dejar a mamá, con la tía carmen —todos asienten ante su explicación. Caminan a hacer el chequeo necesario para abordar, nota como Diego y renata se adelantan, Emilio se coloca a lado de él.

— Pensé que no venias —comenta— Pero me alegra que lo hicieras —sonríe ampliamente.

Joaquín niega— Si vine, fue porque Diego me dijo que le quiere pedir a mi hermana que vivan juntos y se que si no hubiera venido renata tampoco hubiera ido; no quiero arruinar los planes, así que aquí me tienes. Bueno además que mi madre casi me corrió de la casa para que viniera —suelta una risita al recordar las amenazas de su progenitora. Emilio sólo asiente, ante su justificación, pero internamente agradece a su suegra por obligarlo, es la oportunidad perfecta para arreglar las cosas.

Pasaron por todo lo necesario hasta poderse subir al avión, donde para suerte o desgracia de Joaquín, eran juntos. Emilio sabía que el castaño prefería la ventana así que decidió, darle el lugar. Cuando el avión iba a comenzar a despegar, recordó que siempre se pone nervioso, al voltear la mirada al asiento de la ventana, mira como le tiemblan ligeramente las manos por nerviosismo, sin pensarlo importandole que esté enojado con él, la toma ante la suya entrelazando la, ve como Joaquín le da una media sonrisa; Emilio agradeció internamente, siendo honesto pensó que lo mandaría por un carajo, pero no fue así. Ya superado el despegue del avión, separa su mano de la del rizado. — Oye, no crees que sería un buen momento para hablar, digo el vuelo dura una hora y algo.

— No quiero hablar contigo, sigo  bastante molesto por lo que pasó; ya te dije las razones por las que vine solo eso —habla, evitando cualquier contacto visual.

— Si ya se no querías que tu hermana viniera al viaje, pero no crees que se preocupara cuando nos vea distanciados. —comenta, dejando sin palabras a Joaquín, al no haberlo pensado.

— Solo no hay que mostrarnos muy distantes frente a ella, o se preocupara ¿de acuerdo? —pide y Emilio asiente.

— Está bien, solo te recuerdo que tarde o temprano hablaremos de lo que pasó, no olvides que dormiremos juntos. —dice mientras sonríe. Joaquín hace una pequeña mueca intentando ocultar la risa que quiere salir de sus labios, al ver la actitud de Emilio.

Ninguno dice más del tema, durante el resto del vuelo, si a acaso se hacen preguntas, respecto a si quieren algo de beber, etc. Una vez que el avión aterriza, los cuatro jóvenes suben al auto que los llevaría al hotel donde se hospedaría, el camino fue bastante silencioso, había una tensión ligera, además que la mayoría iba con sentando en apreciar lo que podía ver del pueblo por la ventana del automóvil. Cuando llegaron, todos bajaron del auto, caminaron directo a recepción donde pidieron las llaves de su habitación, previamente reservada. Cada pareja fue a su respectiva habitación, no sin antes quedar para cenar algo, después de desempatar. Emilio ayudó a Joaquín a llevar sus maletas a su habitación, este le agradeció y comenzó a desempacar.

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