26- Cumpleaños De Emilio

1.8K 135 71
                                    

Viernes por la mañana, Joaquín se levantó sumamente temprano, bajó a la cocina para comenzar a hacer el desayuno, sabe que tiene que ser rápido, Emilio siempre nota que falta en la cama y es cuando baja a buscarlo y no quiere eso. Como van estando la comida la va acomodando en la mesita. Una vez todo listo la toma en manos, comenzando a ir a la habitación, entra encontrándose a Emilio a punto de salir.

— Amor, yo te quiero traer el desayuno a la cama y tu te levantas —reprocha, el rizado de inmediato regresa a acostarse, haciendo sonreír feliz al menor— Buenos días ricitos, te traje tu favorito —coloca el desayuno en el buro.

— Se ve riquísimo pero no te hubieras molestado bonito —habla, intentando aguantarse la risa, de lo que tuvo que hacer para que no se enojara con él.

— No es molestia para el cumplañero, lindo, precioso, chulo, que de nuevo me gana por un año —murmura, se acuesta en la cama abrazando a Emilio.— Te amo, te amo, hoy va a dar un gran día, las cosas de la fiesta comienzan a llegar a las seis y la fiesta comienza a las ocho.

— Te amo más bebé —toma de la nuca a Joaquín para poder acercarlo para besarlo— No hablemos de fiesta, mejor disfrutemos de nuestra mañana juntos.

— Ya se que insinúas y te prometo que seré tuyo en cuanto terminemos de desayunar y abras tus regalos. —el rizado asiente.

Comienzan a disfrutar de los alimentos, mientras se dan de comer mutuamente, en ocasiones se besan. Pasan un desayuno juntos, como lo hacían hace tiempo, normalmente Joaquín se iba a media comida. Luego de terminar, comenzaron a basarse, para sorpresa del menor, Emilio detuvo el beso en el momento que recordó su sorpresa, y gracias a eso Joaquín se acordó de los regalos, bajando por ellos, mientras que el rizado iba a la otra habitación a comprobar que todo estuviera bien.

Cuando el castaño regresó a la habitación, con una caja en manos, de inmediato se subió de nuevo a la cama, sentándose en el regazo de su novio, colocando la caja entre sus cuerpos.

Emilio tomó el listón quitándolo, procedió a levantar la tapa, visualizando, una especie de libro con una portada de cuero, lo levanta y al abrirlo hay algunas fotos de ellos, a cada página que pasa su sonrisa aumenta, llegó a donde comenzaban las páginas vacías donde había una nota que decía:

Las siguientes páginas están destinadas, para los próximos momentos que estoy seguro que pasaremos. Te amo.

— Amor es precioso —admitió, más que emocionado y feliz.

— Aún queda, una cosa más que hice especialmente para ti —menciona, emocionado.

Emilio, regresa a la caja viendo una tela color vino, un poco satinada, la toma sacándola y al extenderla se sorprende, viendo una tipo camisa un poco corta para su gusto.

— Lo hice especialmente para ti, no se si te guste, decidí hacerlo más largo, claro que si no te gusta no debes usarlo.

— No bebé, me gusta mucho —admitió, sonriendo ampliamente.

— Que bueno, me encantará verte con el esta noche ricitos —dice, sonriendo ampliamente, a Emilio no le da tiempo de reprochar, cuando siente como comienzan a besarlo.

Al ver la gran emoción no pudo negarse a usarlo en su fiesta, se besaron por un momento hasta que se separó.

— Ahora yo te tengo una sorpresa a usted señorito —espetó, y sin dar tiempo de reproches lo llevó a la otra habitación, maravillandolo con la decoración, llena de flores, algunas fotos de ellos, tenía cortinas oscuras impidiendo casi todo el paso de la luz, logrando que en cuarto de alumbre con las luces de color colocadas.

Seré lo que necesites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora