Seré lo que necesites

35- Momentos

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Se despertaron la mañana siguiente, desayunaron juntos, Joaquín volvió a pedir demasiadas cosas, que de nuevo se terminó, Emilio ya no se sorprendió al contrario le dio demasiada ternura, ver a su prometido desayunar tanto. Luego de eso fueron al lugar dónde sería el concierto, que quedaba a hora y media de donde se hospedaban, el castaño se durmió la gran mayoría del camino. Llegando al lugar fueron a camerinos.

— ¿Te quedas conmigo? —preguntó con un puchero Joaquín, el rizado asintió sentándose en el sillón para que su prometido se sentara en su regazo.

— Me  encantaría estar todo el día contigo, pero en media hora empieza mi el meet and greet, bonito —susurró, abrazándolo por la cintura, al ver como frunció el ceño continuó hablando — Si quieres me puedes acompañar.

— Si quiero —susurró emocionado.

Se mantuvieron acurrucados entre sí, hasta que Emilio tuvo que levantarse para cambiarse, una vez que lo hizo ambos salieron a donde sería el meet and greet; empezando con todo lo necesario, la mayoría de las fans le pedían a Joaquín que saliera en las foto y él aceptaba gustoso. Al terminar, regresaron a su camerino, el rizado empezó a cambiarse de nuevo ya que pronto empezaría su concierto.

Antes de que Emilio saliera al escenario Joaquín le dio un beso, para después desear suerte; el rizado de nuevo no pudo evitar salir por su prometido, para subirlo al escenario, mientras lo tomaba de la mano o lo abrazaba; de nuevo para finalizar el concierto se dieron un beso.

Salieron del lugar lo más rápido que pudieron, sus maletas ya estaban en el auto, necesitaban llegar lo más rápido al aeropuerto o perderían el avión de regreso a Ciudad de México.

Para su suerte, hicieron el tiempo justo para que pudieran hacer todo el check-in y aún así abordar a tiempo; tuvieron que correr un poco al final, pero lo importante fue que lo lograron. Joaquín recargo su cabeza en el hombro del rizado, intentando descansar un poco y si es posible dormir aunque sea un poco.

Cuando aterrizó el vuelo ya era de noche, ambos se encontraban exhaustos, tomaron un taxi para su casa; al llegar botaron las maletas y se fueron a su habitación para darse un baño e irse a dormir, abrazándose.

[...]

La mañana siguiente se levantaron pasando de las ocho de la mañana, Emilio hizo el desayuno para ambos, dejando dormir un poco más a Joaquín. Al terminar salieron de la casa directo a una tienda, el rizado  quería comprarle algo a la pequeña, y un vestido fue una gran opción.

Llegaron al orfanato y los nervios aumentaban Joaquín se dio cuenta de eso, tomó la mano de su prometido intentando calmarlo solo un poco, se sentaron en una de las vacas que habían, mientras esperaban que trajeran a la niña; solo tuvieron que esperar unos minutos.

— Joaaaa —gritó la niña, largando la última letra, el mencionado se levantó para poderla abrazar— Te extrañe.

— Yo también pequeña —dijo, Natalia asintió mientras concentraba su mirada en el joven aún desconocido para ella— Te voy a presentar a alguien —se acerca al rizado— Él es mi prometido Emilio ¿te acuerdas de él?

— Hola —susurró agitando su mano, a manera de saludo— Tú cabello es bonito.

— Muchas gracias, tu cabello también es muy lindo, sabes joa me habló de ti y decidí comprarte algo —saco el vestido de la bolsa, ganándose un grito de emoción, de Natalia.