Seré lo que necesites

16- Almuerzo Y Confirmación

Era la mañana siguiente, Joaquín se había despertado hace apenas unos minutos. Se levantó de su cama tomó algo de ropa que no hace mucho dejó en casa de su madre, entra al baño para darse una ducha. Más de veinte minutos después sale vestido con un crop top verde y un pantalón negro, sé peino, seco sus rizos y bajo a la cocina, saludo a su madre con un beso en la mejilla, busca en la alacena el cereal lo baja y sirve un poco en un plato junto con algo de leche, comienza a comer su cereal.

— Deberías esperar para comer hasta el almuerzo que tú hermana junto con Diego y Emilio —dice, Joaquín escupe el cereal que tenía en su boca y comienza a toser, de inmediato Eli se acerca a palmera su espalda— ¿Estas bien cariño?

— Si mamá gracias, creo que tienes razón no debería comer —obviamente no estaba bien, ya que ni siquiera recordaba el almuerzo y tampoco sabia si Emilio vendería después de lo de anoche, pero no le diría a nadie que ayer pelearon.

Luego de que se dejara de preocupar comenzó a ayudar a su madre con la preparación de la comida, bueno intentó ayudar al final solo hizo el agua pues la cocina nunca ha sido lo suyo.

Cuando llego el medio día, se escucha como tocan el timbre, Joaquín va a abrir la puerta, cuando lo hace ve a Diego y Renata, se saludan y entran a la casa.

— Muchas gracias por la invitación Eli y de paso le trajimos un pastel —habla
Diego mientras le entrega el postre a la mencionada

— Gracias a ustedes por venir, ahora hay que esperar a que llegue Emilio para poder comenzar a comer — dice amablemente

— Mamá tal vez Emilio va a tardar más mejor comencemos a comer y, ya que el nos alcance —propone ante su nerviosismo de que no llegue, nota la mirada de su madre— Bueno si no quieren no, mejor lo esperamos.

Pasaron cinco, diez, quince minutos y no había señal del rizado, a Joaquín ya le habían preguntado en varias ocasiones que si sabía por qué no había llegado y este solo negaba saber algo. Hasta que por fin después de más de media hora, se escucha como tocan el timbre, de inmediato Joaquín se levanta a abrir la puerta, cuando lo hace ve a Emilio con unas cuantas bolsas.

— Creí que no vendrías —proclama Joaquín con cierto tono de molestia

— Es lo primero que dirás después de anoche, se me hizo un poco tarde solo eso además que pase a comprar algunas cosas. Por mas que este molesto contigo no voy a dejar plantada a tu madre —dice y sin mas entra a la casa, donde saluda a todos y se disculpa.

Todos se sientan para poder comenzar con el almuerzo, el cual paso entre algunas risas por los comentarios de Emilio y Diego, platicaron de varios temas. También disfrutaron de una rebanada de pastel y Emilio le entregó lo que compró a Eli.

En todo el tiempo Joaquín no paraba de pensar en lo sucedido con él rizado, se podría decir que ni siquiera escuchaba nada de lo que hablaban se encontraba muy hundido en sus pensamientos.

— ¿Cariño estas bien? Te he visto desde la mañana muy pensativo ¿te preocupa algo? —pregunta eli preocupada

— Oh no mamá descuida, solo quiero hablar contigo Emilio ¿podemos hacelo? —él mencionado asiente— Bien vamos a mi habitación

Ambos se levantan de la mesa suben las escaleras, al llegar a la habitación y cerrar la puerta se siente un ambiente un poco tenso.

— Lo lamento ¿si? —suspira— Enserio que lo hago, ayer me comporte muy mal contigo, fui grosero, no me gusta estar peleado contigo ¿me perdonas? —pide mientras lo abraza

Emilio se queda en silencio unos momentos pero ante la mirada suplicante del castaño no pudo resistirse de ceder— Te perdono, pero también quiero que tu lo hagas conmigo, ayer no debí ponerme en un plan tan pesado —lo toma de las mejillas