Seré lo que necesites

31- Inicio De La Gira

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Hoy era el día que Emilio se iría de viaje a su primera fecha de gira, el momento había llegado, más un mes completo de viajes para el rizado, dando conciertos por todo el mundo.

En estos momentos ambos jóvenes se encontraban, totalmente acurrucados, entre sí, mientras se besaban con delicadeza, disfrutando del sabor de los labios contrarios; el rizado estaba completamente encima del menor.

— Emi debemos irnos o se te hará tarde —susurró jadeante.

— No quiero, mejor cancelo los conciertos, prefiero quedarme aquí besándote y haciéndote el amor mi bonito —murmuró mientras besaba el cuello del menor.

— No vas cancelar nada, además con lo anoche tuve suficiente. —dijo empujando al cuerpo del mayor.

Emilio se levantó a regañadientes, ayudó al castaño a hacer lo mismo; entrelazaron sus manos y salieron de la casa, subiéndose al auto dónde ya estaban las maletas listas. Durante el trayecto al aeropuerto, mantuvieron sus manos juntas en todo momento, mientras se dedicaban sonrisas un poco nostálgicas. Al salir del auto algunos grupos de fans los rodearon, Emilio agradeció, mientras se tomaba fotos con cada uno de ellos, mientras que Joaquín lo veía de lejos; hasta que le comenzaron a pedir fotos a él también acotando de inmediato. Una vez que terminaron, entraron al aeropuerto, se sentaron en una de las sillas que había, mientras se tomaban las manos.

— Te voy a extrañar —susurró Emilio, mirando directo a los ojos del castaño.

— Sabes que yo también, pero tienes un compromiso con tus fans —dijo, acariciando la mejilla contraria.

El rizado asintió, se inclinó un poco para poder unir los labios con los contrarios, besando con suavidad y delicadeza; separándose dando una ligera mordida. Justo en ese momento se escucha como llaman el vuelo de Emilio; ambos se levantan y sin decir nada comienzan a caminar hasta donde Emilio comienza el chequeo para abordar; deteniéndose hasta donde dejan pasar al castaño.

— Te me cuidas mucho, me marcas cualquier cosa, estaré pendiente de todo ¿esta bien? —dijo el castaño.

— Por supuesto que sí bonito, te marcare todas las noches, así que espera mi llamada —dijo el mayor, Joaquín asintió, el rizado le dio un corto beso —Si me contestas las videollamada con ropa sexy, no me enojo.

— ¡Oh! calla —musitó, sonrorojado.

Emilio se inclinó rozando sus labios con la oreja del menor, busco algo en su pantalón, tomándolo entre su mano ocultandolo.

— Casate conmigo —susurró, el castaño se separó mirándolo sorprendido, antes de que pudiera decir algo, le enseñó aquel pequeño anillo en su mano, de color plateado con un diamante en el centro— No es algo muy elaborado, pero se lo que quiero.

— Y-yo Emi... —fue interrumpido al sentir los labios del rizado sobre los suyos besándolo.

Se escucha como vuelven a llamar el vuelo de Emilio.

— No necesitas decir nada —toma el anillo y lo deja en la palma de la mano de Joaquín — Si cuando te vuelva a ver lo traes puesto, sabré la respuesta, y si no es así entenderé que es muy pronto y dejaremos el tema —suspiró — Te amo —dio un corto beso en los labios al igual que en la frente, antes de caminar.