Los siguientes días, pasaron sumamente rápido, el plan para año nuevo que tena en un principio era otra cena con la familia, pero antes de poder planear algo; Jonathan uno de los modelos de la línea de ropa de Joaquín, los invitó a una fiesta que llevaría a cabo. Al principio se negaron ya que no querían dejar a su familia, pero éste les dijo que ya estaban invitados, así que no tuvieron más que aceptar.
Emilio parpadeo múltiples veces acostumbrándose a la luz del día, de inmediato vio al castaño entre sus brazos, que le daba la espalda, inconscientemente sonrió al recordar lo que pasó anoche. Se inclinó un poco y comenzó a dejar mordidas en la espalda del castaño, besando en ocasiones diferentes.
— Dejame dormir, estoy muy cansado Emi —susurró Joaquín aún adormilado.
— Lo lamento —murmuró, dejó un último beso antes de separarse— Te preparare el desayuno, tu sigue durmiendo —se estaba levantando, cuando el menor, lo tomó del brazo.
— No —susurró, volteandose, para abrazar a Emilio por los hombros, además enrollo sus piernas, en las caderas del mismo— Mejor abrázame y dame muchos besos.
— ¿Pero que no querías que te dejará dormir? —preguntó, tomando de la cintura al castaño.
— Si quiero, pero tus mordidas me espantaron el sueño; así que como reparación de daños, merezco muchos besos. —espetó, el rizado solo sonrió, antes de besarlo, mordiendo ligeramente sus labios.
Luego de una larga sesión de besos, que tuvo que ser terminada por el hambre que se hizo presente; con los labios rojos, y un poco jadeante se separaron. Joaquín se levantó de la cama, con las sábanas enrollando su cuerpo desnudo, sin poder evitarlo hizo una pequeña mueca de dolor, al caminar; de inmediato Emilio lo detuvo, mirándolo con preocupación.
— Mi bebé ¿qué es lo que tienes? ¿Qué te duele? —preguntó, mirándolo con detenimiento.
— Solo me duele un poco la cadera y tu perfectamente, sabes la razón de mi dolor —dijo, ante la mirada de confusión del rizado, decidió explicarle— Normalmente no me duele, pero tres rondas está fuera de mis límites.
— Lamento que te duela —se disculpó, el castaño solo negó— Mejor ven bebé —lo tomó en brazos, cargandolo hasta llevarlo a la tina ya llena de agua.
Emilio le dio un baño de esponja, a Joaquín, mientras lo besaba numerales veces, al igual que le decía muchos apodos. Al terminar el baño, lo sacó en brazos, sentandolo en la cama, en lo que fue a elegir un suéter y un short;luego de vestirlo bajo con este en brazos dejándolo sentado en la isla de la cocina.
— Amor, ¿te puedo ayudar con el desayuno? —preguntó, con un puchero en sus labios.
— No, mi bebé, el día de hoy tu eres el consentido —murmuró, beso suavemente los labios contrarios— Además quiero que en la noche camines bien —comentó divertido, recurriendo un golpe del castaño.
Emilio preparo unos hot-cakes, con un chocolate caliente; ambos se sentaron a desayunar.
— ¿Qué? No me darás de desayunar en la boca —comentó divertido el castaño.
— No me tientes, que si lo haré —dijo Emilio, provocando una risa en ambos.
El desayuno pasó normal, en algunas ocasiones, se daban pequeños besos o se sonreían. Emilio cargo a Joaquín hasta la sala, sentándose en el sofá aún con el castaño en brazos, dejándolo a horcajadas de él.
— Oye lindo, ¿Ya sabes que te pondrás para esta noche? —preguntó el rizado, acariciando las piernas del menor.
— Estaba pensando en el crop-top dorado o en el traje que es morado pero muy oscuro y satinado —contestó acurrucandose en el pecho del mayor.
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Seré lo que necesites
Fiksi PenggemarJoaquín bondoni dueño de una de las principales marcas de ropa, Emilio Osorio cantante y modelo el cual aceptó ser la imagen principal de la nueva temporada de ropa de Joaquín, tendrán que convivir mucho pero ¿Qué pasará? REDES SOCIALES Instagram: t...