Seré lo que necesites

33- Sorpresa

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Joaquín suspiro, subió lentamente las escaleras, como pudo se escabullo quedando justo detrás de los músicos, necesitaba que Emilio no lo viera hasta casi el final de la canción; espero ahí justo detrás de uno de los guitarristas.

Cuando estaba en lo último salió, el rizado estaba volteando directamente a su público, Joaquín se colocó justo detrás de él, hizo el ademán de silencio para el público; cuando cantó la última palabra y al ver que no se volteaba, le tocó ligeramente el hombro. Emilio volteo, cambiando su semblante al ver a su novio parado detrás de él, de inmediato lo abrazó con fuerza mientras le daba algunas vueltas en el aire.

— Amor ¿qué haces aquí? —preguntó en un susurró, aún aferrándose al cuerpo del castaño.

— ¡Sorpresa! —musitó, se separaron del abrazo, iba a decir algo más pero el mejor lo tomó de las mejillas para besarlo.

—  Te amo, te amo —susurró besando el rostro de Joaquín.

— Emi, espera ¿recuerdas la pregunta que me hiciste antes de irte? —habló el castaño, el mayor asintió algo temeroso— Esta es mi respuesta —señaló la gran pantalla junto a ellos.

Emilio miró confundido, volteo a mirar la pantalla que decía "¿te quieres casar conmigo?", giro para ver a Joaquín, quien sonreía mientras mostraba el anillo puesto su dedo anular de la a mano izquierda, con la otra mano sostenía otro anillo.

— Claro que si bebé — susurró el rizado, terminando de decir eso, se inclinó para besar a su ahora prometido.

— Me hubiera hincado, pero no me has dejado de abrazar —comentó divertido, el rizado soltó una risa mientras asentía.

— Ni lo pienso hacer —murmuró, escondiendo su cabeza en el cuello de Joaquín, causando una risita.

— Emi, tu concierto, prometo que me tendrás después. —dijo entre risas provocadas por el cabello de el mayor quien se separó con un puchero, que de inmediato fue besado— Anda te espero.

— De acuerdo, pero yo dije que no te iba a soltar y eso es lo que haré.

Emilio se disculpó con su público, a quienes les importó poco la interrupción, les encantó el ver tan bonita propuesta, al igual que ver lo cariñosos que son; estaban más que felices de poder ver eso en persona. El concierto continuó y tal como prometió el rizado no soltó a Joaquín, si no lo estaba abrazando, lo tomaba de la mano; también cada canción que terminaba, iba a darle un pequeño beso y a susurrarle que lo amaba, causando grandes sonrojos.

Al finalizar, antes de que salieran del escenario, todos los presentes comenzaron a gritar "beso" Joaquín se sonrojara aún más, negándose a hacerlo; por otra parte Emilio estaba más que feliz, sabía que el castaño era muy tímido para las muestras de afecto en público, a pesar de conocer eso, lo abrazo de la cintura, le correspondieron el abrazo por los hombros.

— Mírame a los ojos bonito—pidió el mayor, Joaquín lo hizo— Yo no haré nada que tu no estés de acuerdo , ¿quieres que te bese? —preguntó en un susurró, el castaño asintió lentamente.

Aquel pequeño asentimiento bastó para que Emilio uniera sus labios, besando lo con suavidad, siendo correspondido al instante; el ritmo aumentó un poco, mordiendo con suavidad los labios contrarios. Se separaron con una gran sonrisa, mientras escuchaban los gritos emocionados de los presentes, agradecieron una última vez antes de bajar del escenario. Después de que el rizado agradeció a su equipo de trabajo, llevó a su prometido hasta su camerino.