El sol comenzaba a entrar por la ventana, pero solo un poco, el joven rizado, se removió en la cama, abrió los ojos, parpadeando múltiples veces acostumbrándose a la luz, bajo la mirada, topando se con Joaquín completamente dormido que usa su pecho desnudo como almohada, sin quererlo sonríe. Admira unos instantes la belleza del castaño, hasta que comienza a besar el rostro de este, logrado que comience a despertar.
— Buenos días bebé —susurra Emilio, besa la frente contraria.
— Buenos días amor, sabes ya me estoy acostumbrado a que me digas bebé —contestó, se levantó para acomodarse a horcajadas del mayor, abrazándola por los hombros y este por la cintura.
— Que bueno porque te seguiré diciéndote así bonito —le acaricia la mejilla, para después besarlo suavemente.— Ya no tarda en llegar el desayuno que pedí, así que vístete y te veo abajo.
— No me quiero cambiar, me quiero quedar así —murmuró, con un puchero en sus labios, cruzándose de brazos.
— No me opongo a eso, me fascina como te ves en short y ese suéter te hace ver muy tierno —dice, toca la punta de la nariz contraria, antes de darle un beso.— Te espero abajo.
Emilio salió de la habitación, bajando a recibir la comida que pidió, mientras que Joaquín entró al baño de la habitación, arreglo un poco su cabello, coloco un poco de brillo en sus labios, para bajar a la cocina donde ya se encontraba el rizado sacando el desayuno.
Se sentaron quedando justo enfrente del otro, mientras se servían la comida y el café. El castaño iba a comenzar a desayunar Emilio le tomó la mano.
— ¿Acaso te pusiste algo en los labios bebé? —preguntó, haciendo sonrojar a Joaquín, quien asintió un poco tímido— Deberías ponerlo más seguido, tus labios se ven aún más apetecibles —dijo, sin tiempo de nada une sus labios con los contrarios, mordiendolos en repetidas ocasiones, escuchando los leves quejidos del castaño, mientras le sigue el jugueteo, mordiendo también.
— Definitivamente lo usaré más seguido —murmuró al separarse con la respiración agitada— Ahora vamos a desayunar, que tengo hambre —el rizado asiente.
Empiezan a disfrutar de la comida, sonriendose, cada vez que sus miradas conectaron, en algunas ocasiones se daban de comer mutuamente, también se daban pequeños besos. Terminando de desayunar, Emilio lleva los trastes al lavavajillas, y va a la sala donde se encuentra el castaño, se sienta junto a él, pero este de inmediato se sienta en sus piernas.
— ¿Ya me dirás de que quieres hablar desde ayer en la noche? —preguntó intrigado Joaquín.
— Hace poco lancé mi nuevo disco, y normalmente después de eso viene una gira; siendo honesto conmigo mismo sufriría el no estar junto a ti. Tengo dos opciones irme de gira a todo los destinos previamente programados y tardarme un mes mínimo o hacer una más pequeña y si acaso dos semanas; no tengo idea de que decisión tomar y me gustaría que tu me dieras tu opinión —habló, mientras acariciaba las piernas del castaño, disfrutando de la suavidad.
— Amor, no debes detenerte por mi, tardate el tiempo que sea necesario, yo estaré aquí esperándote, e incluso podría ir a algunos conciertos. —hace una pausa— Tus fans han esperado esa gira mundial por mucho tiempo y no es justo que se las canceles —espetó seriamente.
— De acuerdo, le avisaré a Diego la decisión, solo es de confirmar a los lugares las fechas. —comentó el rizado, Joaquín asintió conforme con lo dicho.
— Antes de que se me olvide, no hagas ningún plan el primero de diciembre, ese día tenemos muchas cosas que hacer y te necesito libre para seguir la tradición —pidió con un leve puchero en sus labios.
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Seré lo que necesites
FanfictionJoaquín bondoni dueño de una de las principales marcas de ropa, Emilio Osorio cantante y modelo el cual aceptó ser la imagen principal de la nueva temporada de ropa de Joaquín, tendrán que convivir mucho pero ¿Qué pasará? REDES SOCIALES Instagram: t...